Arianna y Daya, por la música y contra el odio


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Dos lindas cubanas apasionadas con la música. Daya Aceituno toca el bombardino en la capitalina Banda Provincial de Conciertos, y Arianna Álvarez es clarinetista de la de Sancti Spíritus. La habanera ya se graduó en el lSA, la yayabera cursa el segundo año. Aún aprenden, pero ayudan a cultivar a otros músicos, correspondiendo, confirmando su compromiso con la cultura y con su país. 

Desde sus terruños, sufren por estos días por la inactividad que impone la pandemia.Tan ocupadas estaban, entre ensayos y presentaciones, estudio y docencia, proyectos compartidos y personales. No obstante, no pierden la oportunidad de aportar, de defender las ideas y los proyectos colectivos en los  que creen, desde el compromiso.

Daya desde el 2012, dirige la Banda de Boyeros, es la responsable de su proyección escénica,de ese distingo de tocar bailando. En medio de la Pandemia, hace ya un año, presentó en Mediodia en TV, el primer videoclip, “¡Qué rico el mambo!” dirigido por el experimentado realizador  Arturo Santana. La banda municipal, creada por iniciativa de Fidel,  participó en  el videoclip de “La fuerza de un país”.Fue un honor que él  (Israel Rojas) contara con La Banda, que la parte grandiosa  él la viera a través de una banda, eso fue mágico. ¿Te imaginas,  que te llamen para formar parte de un proyecto como este  que marca la historia, en medio de todas esta pausa  que los músicos estamos sumidos, que alguien confíen en tu trabajo, que alguien te llame para  hacer este tema que es la historia de nuestra nación y de este momento tan drástico que estamos viviendo?  Para mí ha sido un privilegio, la satisfacción más grande que me ha dado este periodo de pandemia”.

Hace unas semanas, tuvieron la experiencia de presentarse en un vacunatorio como parte de  la gran intervención  para inmunizar a los capitalinos.“La gente con alegría,  ahí, contenta,  respondió bien. Hablamos mucho con la gente  y ellos con  nosotros, mientras esperaban la hora, más relajados”.  Acaban de participar en festival online Habana Mambo Festival, ideado por Arnaldo Rodríguez  con el apoyo de la Dirección Provincial de Cultura en La Capital. La podemos ver por estos días en su estrenó como conductora de  un programa televisivo, en Dale Mambo, concebido a propósito del festival. 

Por su parte, la joven espirituana considera que es “muy  pobre  lo que se hace desde la Banda Provincial de Conciertos de su provincia.“Se podría, aunque sea un día al mes ir a diferentes barrios de la ciudad y tocar el repertorio que conlleva música cubana, latina, internacional e interactuar con los niños, ancianos, enseñarles los instrumentos, etcétera”.Urge ponerle más voluntad, sobreponerse a las limitaciones. “Por no tener, no tenemos ni local de ensayo, pero sobre todo es tener ganas, aunque también no puede salir solo de los músicos, debe ser una política de la Empresa de Música que es una empresa inmóvil. Insertarnos en las redes  con mensajes atractivos y buena estética, no con las consignas de siempre que son el camino más corto,  para cumplir, pero que ya no representan a las nuevas generaciones y que no conocen ni en qué contexto se dijeron. Antes se iba a los municipios y poblados más intrincados y se tocaba y las personas se emocionaban. Eso es algo que hay que hacer regularmente”.

“Soy profesora, trabajo en la banda y en un Septeto y recién acabo de fundar una productora audiovisual que se ha concebido desde un inicio como proyecto socio comunitario que pueda dar talleres en la comunidad, y actividades que queden documentadas en video, recolectar ayuda para instituciones y personas  necesitadas y en todo lo que pueda hacer en un futuro”. Se refiere al proyecto  Areté, fundado junto a su pareja el estudiante de periodismo  Pedro Jorge Velázquez. “El Areté es un concepto griego que tiene que ver con la virtud, con la excelencia. Y en eso creemos, sacarle la virtud máxima a todo”, me sintetizó  sobre su nombre. “Pedro y yo, somos jóvenes patriotas y comprometidos que nos cansamos de ver y no hacer y decidimos crear nuestra propia productora que pudiera aportar desde el plano ideológico y también cultural a la provincia y al país”.

Sus almas sensibles y armoniosas aborrecen el odio y la violencia. Así me lo hicieron saber, a propósito de los disturbios del pasado 11 de julio.     

“El Domingo 11 de Julio fue un día atípico en la vida de los cubanos- opina Arianna. Si bien, las presiones externas desde Estados Unidos y la derecha internacional se habían agudizado en los últimos años con el mandato de Trump, buscando un estallido social en la isla que les cumpliera el sueño de cambio de sistema, nunca pensé que se podrían dar unas revueltas de esa magnitud pues en Cuba ha existido un concilio social envidiable”.

Arianna habitualmente,  socializa en las redes digitales análisis como estos. “Fue todo un intento de Golpe blando dónde, como siempre, la prensa internacional jugó su mejor papel. Desde que se lanzó el SOS Matanzas y el SOS Cuba desde el país que nos sanciona y bloquea, era obvio que se estaba orquestando toda una campaña de desestabilización para mostrar un caos que no existía. Cualquiera que esté informado sobre el manejo de la pandemia en la región y en el mundo sabría, que todo era parte del mismo guión de los odiadores que llevaban todo el año esperando que a Cuba le fuera mal con la Covid.  Y así fue como se llegó del SOS a la Intervención, y las protestas eran una base perfecta para hacerlo”- valora.

De ahí que sepa, fehacientemente,  del odio desatado en las redes, contra los que simplemente expresan un criterio diferente  a los que las empresas de la desinformación anticubana difunden.“He visto como se separan familias y amigos, he visto ofensas, malos deseos, amenazas. Un jóven sano que era feliz y compartía en el aula a tu lado, puede desearte la muerte y mostrar su peor rostro. A ese punto de intolerancia y enfrentamiento nos llevan y la mafia anticubana de Miami que mueve los hilos, tristemente, nunca serán los dañados. Se llegó a pedir una Intervención humanitaria que todos sabemos que es una intervención militar que viene con bombas y disparos y que no van a entender de ideología cuando caigan y personas en Cuba lo apoyaban ciegamente. Y ese odio se transmitió a nuestras calles, se llenaron de ofensas, de robos, de violencia, de destrucción de propiedades públicas, de enfrentamiento”.

Daya valora como anomalía tales comportamientos.“El cubano no es un ser violento, no es atacarnos los unos a los otros. Para mí el  vandalismo y pandillerismo y la violencia no es la mejor manera de solucionar los problemas. Respeto la opinión de todas las personas, pero tiene que revisar bien lo que están diciendo, tiene que pensar bien lo que en realidad quieren para su país, para sus hijos y para su familia,-me comenta. Pensar que si pasaran cosas diferentes a la tranquilidad con la que hoy vivimos,  qué pudiera pasar, qué pudiera pasar con nuestras vidas.Estamos viviendo ahora mismo un momento convulso,  por la pandemia y si a esa situación difícil le  agregamos incertidumbres, inseguridad, odios, golpes, piedras, violencia.., ahí si vamos a estar perdidos.Porque como país y como familia que somos todos los cubanos, tenemos que resolver estos problemas en casa  y de la mejor manera posible”.

“El que se fue y que no quiso vivir en Cuba, por los problemas que sean, que haya tenido, que se quede tranquilo allá donde está,  y si quiere hacer algo que haga que ayude a los suyos, a los que están aquí”, opina Aceituno.  “Al final cubano se es dónde quiere que se esté. Y al  que no le  haga tilín escuchar el himno nacional … A mí el himno sí me hace tilín, cuando veo a un deportista subirse en el podio se me eriza la piel, no puedo ser diferente”.

Arianna, visualiza una maquinaria interesada detrás de tanta violencia.“Es una pena que se pondere ese odio entre cubanos, pero mientras se mueva tanto dinero para atacar a Cuba, ese odio será multiplicado.Existe todo un negocio millonario operado desde Estados Unidos que vive de ese odio, de ese enfrentamiento infinito entre cubanos, de esa política hostil hacia el pueblo que vive en la isla, y en situaciones difíciles como la que se vivió el 11 de julio y la que ha vivido Cuba durante la pandemia se acrecienta. En eso no podemos hacer nada. Simplemente fundar, construir. Esa es la mejor respuesta ante tanto ataque nocivo”.

La directora de  la Banda de Boyeros cree en el diálogo entre cubanos, honesto, desde la decencia.“Yo soy de las personas que creo, estoy consciente que mi país tiene un montón de problemas, tiene un montón de cosas que pudiésemos solucionar nosotros mismos y hacerlo mejor. Pero a la vez, pienso  que si tenemos problemas, como en la familia, los `trapos sucios´ y los problemas se resuelven en casa. Hablándolo, analizándolo, pero en casa y  de una manera civilizada, educada y decente. Para eso este país  se ha premiado de educar y de darles instrucción gratuitamente  a sus hijos y desde hace 60 años. Hay que estudiar,  hay que informarse, hay que educarse”.

Arianna Álvarez no solo lo cree  posible, sino que “impostergable y  muy necesario”. “El diálogo constante y la crítica tienen que tener un espacio dentro de la Revolución. Tienen que existir los espacios y la disposición para llegar a consensos que nos aporten más como sociedad. En la sociedad socialista que estamos construyendo toda discusión que lleve a un cambio para mejor, tiene que ser escuchada. Debe existir transparencia total en cada decisión gubernamental que se tome y un diálogo constante. En todos los sectores y campos estamos padeciendo de la orden vertical sin análisis, sin explicación alguna. Se hace y ya, porque hay que cumplir pero esto anula cualquier ambiente revolucionario. Incluso para la defensa de la Revolución misma, se están trazando estrategias dogmáticas e impositivas muchas veces de parte de  `revolucionarios de buró´,   como yo los he bautizado, como si no se creyese que el pueblo cubano y su juventud siente la Revolución dentro y es capaz de defenderla hasta las últimas consecuencias, Y sobrados ejemplos hay de que el pueblo de Cuba es mayormente revolucionario y cree en el Socialismo”.

Por último conversamos sobre qué  hacer y qué recomendar.

“A mis músicos les diría que en una historia siempre hay que oír todas las versiones, que uno no se puede ir con “la de trapo”.Hay que tener mucha capacidad y ser inteligentes y no dejarse llevar por especulaciones, por mentiras y manipulaciones. Que la gente piense bien, que no se deje manipular, que dejen esos odios  y rencores al lado, que al final no nos llevan a ninguna parte”- fue la lúcida recomendación de Daya Aceituno.

Considera Arianna  que “los revolucionarios no podemos quedarnos inmóviles y ver cómo nos quitan todo lo que somos y hemos construido”. Al respecto valora la urgencia de revisar la política cultural, “hay que analizar a profundidad quien está tomando las decisiones de entregar nuestras instituciones culturales (públicas y socialistas) al mercado que es per se desideologizante y superfluo. Se está ponderando el arte que se consume en Miami, el que vende, el que nos imponen y por tanto artistas que dependen de ese mercado son los que más oportunidades tienen,  sin importar la estética, el contenido. “No sé cómo llegamos a ese punto de entregar nuestras instituciones a la mediocridad en un país donde hay escuelas de arte profesional públicas en todas las provincias”.

“Mientras la política cultural del país no cambie, sentarse a conversar con los jóvenes artistas, crearle espacios de diálogo y de crítica, darle herramientas mediante cursos y conferencias para entender el contexto y el sistema mundo y otras acciones; podrá aplacar el problema,  pero no erradicarlo”, sentenció la joven músico.


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