Aun bajo la aureola de la XX Bienal Internacional de Humorismo Gráfico, nos entusiasmó la idea de entrevistar a uno de sus protagonistas, el joven creador avileño Michel Moro Gómez (Moro).El artista fue ganador del Primer Premio en la categoría de Historieta en el Salón Internacional, unas de las menciones del Premio Tomy online y estuvo entre los escogidos para las exposiciones personales que integraron el programa de la Bienal de San Antonio.
¿Cómo llegaste al mundo del Humor Gráfico y cuáles fueron tus primeras referencias, o paradigmas? Yo observo ciertos vasos comunicantes con Ares.
Creo que hay una semilla desde niño cuando me dedicaba a copiar los dibujos de Disney en grandes cartulinas, salvando las distancias, como Lichestein cuando comenzó su trabajo. Siempre me ha marcado cierta estética gráfica, si se quiere hasta cierto punto Pop. Pero creo que realmente el interés por el Humor gráfico vino como consecuencia de una búsqueda por mi parte de una forma de expresión que conjugara con las ideas que me rondaban. Cuando ingreso al ISA tengo acceso a la Red y me encuentro con la maravillosa obra de Boligan, Ares, Kosobukin, y los innumerables eventos alrededor del mundo, así comienzo a dibujar. Le muestro mis dibujos a Ares y su respuesta fue inmediata, comenzar a colaborar con la Calle del Medio.
¿Cómo te fue en el ISA? ¿Por qué esa carrera y no Artes plásticas, por ejemplo? ¿En qué medida puede aportar a tu formación como humorista gráfico?
El año pasado fue mi graduación. Restauración fue realmente una segunda opción, porque Artes plásticas no llegó a mi cuando la solicité. Es una carrera importante, necesaria, pero yo iba principalmente en busca del contexto del Instituto Superior y La Habana. Si debiera buscar una aplicación al humor gráfico te diría que cuido más las técnicas y soportes que utilizo para que perduren mis trabajos, además de que ciertos secretos de la profesión te acortan el camino de la experimentación.
¿Qué tiempo el dedicas a la elaboración de tus obras? ¿Haces bocetos y lo guardas? Cuéntame de ese proceso creativo.
Boceteo mucho, tengo cuadernos llenos de esbozos, a veces funcionan como un almacén de ideas. Casi nunca la primera idea que aparece es la que realizo, la reelaboro, trato de encontrar esa arista del fenómeno que no es común. Este es el proceso que más me demora, el que más ansiedad me proporciona. Luego la realización realmente es en poco tiempo. Desde hace un tiempo dibujo a tinta y luego trabajo digitalmente.
Moro, tus caricaturas son realmente conmovedoras en tanto describen fenómenos globales, situaciones cotidianas que afectan, agobian o exterminan millones de seres humanos, ¿qué impacto le estimas, que pretendes transformar con ellas?
El impacto es la reflexión acerca de esos temas, ese punto de vista diferente al de cualquier público que aprecie los fenómenos. El arte no puede transformar la realidad objetiva, pero si puede penetrar la conciencia del hombre, una imagen puede ayudar a crear una opinión sobre un hecho, arrojar lucidez sobre los temas más difíciles, los más ácidos, siempre, como me dijo Boligán, con una dosis de poesía. A eso estamos llamados los caricaturistas, a través del humor criticar, apuntar, concientizar, ser oportunos y certeros, llegar a la gente con sus problemas cotidianos y universales, pero mostrárselos de una forma que les sea imposible no reflexionar sobre ellos o al menos no quedar indiferentes.
¿Colaboras con algún medio de prensa impreso o digital? ¿Te sientes preparado para asumir la publicación de una caricatura editorial diaria? ¿Cuánto en tu opinión contribuiría a tu desarrollo como artista una exigencia como esa?
Mis colaboraciones para medios impresos son fundamentalmente para La Calle del Medio, Dedeté e Invasor en Ciego de Ávila. Cartoonmovement es la plataforma digital donde casi todos mis trabajos están visibles en la Red. La publicación diaria seria para mí un reto especial y te confieso que lo espero y lo asumiría con gusto. Me encanta el pie forzado sobre algún tema, exige mucho a la creatividad y es un mecanismo que utilizo a la hora de trabajar y motivarme; además, creo que es algo que necesita el humorista gráfico alguna vez porque ese debe ser su medio natural. Actualmente en Cuba, no existe medio impreso que pueda exigir una opinión gráfica diaria porque simplemente no tienen concebido ese espacio.
Bueno, en relación a la XX Bienal ¿Qué opinión tienes de esta última edición? ¿Qué le mejorarías en lo organizativo?
Mucho se ha hablado de los destinos de la Bienal de San Antonio, y el consenso es total entre colegas, por los caminos que va está destinada a desaparecer. Con solo mencionar que el jurado internacional que se invita debe correr por su cuenta con todos los gastos. Comparada con otros eventos internacionales (que se realizan muchos en una gran diversidad de países) está muy lejos en cuestiones organizativas, de promoción y convocatoria. Hace dos Bienales que el catálogo del evento ha sido vana promesa. El Salón de Melaito que se realiza en Villa Clara la supera en todos los sentidos. La Bienal debe apoyarse más en el prestigio de San Antonio como villa del humor, en la calidad del humor gráfico cubano y debe tener un mayor apoyo del gobierno de San Antonio y de la UPEC nacional. No puede depender del esfuerzo y el sentido de pertenencia de pocas personas. En resumen, el evento debe evolucionar y mucho.
¿Cuál es tu parecer en relación a la iniciativa del comité organizador de la bienal de convocar a creadores jóvenes (Zardoyas, Brady, Yaimel y tú) para la mayoría de las exposiciones colaterales?
Me parece muy bien que se tenga en cuenta a los jóvenes para estar como protagonistas en el marco del evento, somos los que necesitamos más visualizar nuestra obra, que sea palpada y recibir la retroalimentación del público y de los maestros de la gráfica que la vean, sobre todo teniendo en cuenta que los espacios para publicar en prensa plana son escasos en Cuba. La iniciativa es más de los creadores que se acercan a los organizadores con el deseo de exponer.
Coméntame de tu expo, “Moro: más allá de la costa”: ¿Es la primera en La Habana y fuera de tu terruño avileño? ¿Qué tiene de novedoso, obras inéditas, criterios de selección?
Anteriormente había expuesto en el Museo del Humor, en 2014, pero en La Habana si es la primera.
La expo me trajo muchas satisfacciones, recibí opiniones valiosas que son un gran impulso de maestros como Boligáno Marilena Nardi. “Más allá de la costa” es un resumen de 5 años de trabajo ya que precisamente hace ese tiempo se publicó mi primera caricatura en La Calle del Medio. Hay dibujos más vistos y otros menos, muchos inéditos al menos para medios impresos, dibujos premiados en eventos en Cuba y en otros países; pero siempre con temas universales y del acontecer político en fin preocupaciones del hombre de estos tiempos.
Por último, ¿tienes algún proyecto que nos pueda contar, otra exposición…?
Por ahora trabajar, exigirme más sistematicidad, consolidar mi estilo, buscar y experimentar. En julio voy a exponer en CollageHabana dentro de una muestra colectiva. Allí espero introducir un nuevo soporte que hasta ahora no he utilizado en exposiciones anteriores, con algo de pintura en mediano formato que estoy preparando.
Muchas gracias, Moro.
Gracias a ti.
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