El Museo Nacional de los Trabajadores Cubanos, Palacio de los Torcedores, en su cotidiana labor comunitaria, en el mes de febrero rindió homenaje al nacimiento de Carlos Baliño López y José Martí Pérez. El primero, el 3 de febrero de 1848 y Martí el 28 de enero de 1953.

En esta oportunidad el auditorio estuvo integrado por estudiantes de 8vo. Grado de la Secundaria Básica “Rubén Martínez Villena” y varios de sus profesores.

La actividad allí desarrollada, a cargo del Dr. Jorge Lozano, profesor de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana y asesor del Dr. Armando Hart Dávalos, director de las Oficinas del Programa Martiano, no fue una conferencia común.

Muy acertadamente el profesor Lozano basó su intervención en un excelente intercambio de opiniones y conocimientos con los estudiantes, mediante el cual logró despertar el interés y la participación de los estudiantes.

A través del diálogo, atípica manera de conmemorar fechas históricas, el profesor Lozano trató, entre otros temas importantes y necesitados de comprensión e interiorización, el relativo a la importancia de la caballerosidad. Mediante ejemplos que había observado en el grupo presente, ejemplificó esta cualidad con la manera en que se practicaba en las reuniones de los emigrados cubanos que se efectuaban en el Club San Carlos, en Tampa, presididas por Martí y Carlos Baliño, a fin de preparar las condiciones pare el inicio de la Guerra de Independencia. En ellas se velaba mucho porque se cedieran los asientos a las mujeres y otras manifestaciones de educación y respeto hacia ellas. De este modo, hacía que los asistentes se adentraran en la historia de Cuba a través de esas dos preclaras personalidades, al tiempo que los condujo a reflexionar sobre determinadas normas de conducta, imprescindibles para las buenas cualidades y el buen hacer de los ciudadanos de todas las edades.

Otro tema fundamental de su exposición, fue el amor en José Martí. A tan grande sentimiento llegó a través de los Versos Sencillos, sobre los cuales interactuó con los estudiantes; y, sobre todo, en el análisis de Yugo y Estrella, uno de los más importantes versos libres de Martí. Tras explicarles el significado de la palabra homagno, creada por Martí para la ocasión, con su significado de hombre magno, los estudiantes comprendieron por medio del razonamiento, el significado del amor a la patria y sus formas de expresión; en tanto el amor lo es al prójimo, a la patria, a la independencia, a la familia y también es la causa que mueve a la lucha contra el enemigo que quiere someter a otro pueblo o nación para beneficiar sus intereses, tal como estaba sucediendo en la intencionalidad de Estados Unidos contra Cuba y contra el resto del continente americano, ya desde las última décadas del siglo XIX.

Como el Dr. Lozano explicara a los presentes de manera muy didáctica y compresible, Martí y Baliño conocieron y se conocieron en momentos en que se afianzaba el capitalismo. Al respecto, les explicó cómo, mientras Karl Marx y Friedrich Engels, conocían el capitalismo especialmente en la ciudad inglesa de Londres con todo el significado de su desarrollo industrial; Martí y Baliño lo conocieron en New York, y en esa y otras ciudades de Estados Unidos, comenzaron a organizar, tempranamente, la lucha por la independencia de Cuba de cualquier dominio extranjero, España o Estados Unidos, y que la misma sirviera para impedir el avance impetuoso de este último por el continente.

Carlos Baliño, al vivir hasta el primer cuarto del siglo XX, desde su regreso a la patria en 1902, el amigo de Martí y considerado por muchos el primer marxista de Cuba, continuó con el legado del Maestro y, para ello, en las condiciones de la República Neocolonial, se fundió en una firme amistad creadora con Julio Antonio Mella, y se encontró, junto a él, entre los fundadores del primer Partido Comunista de Cuba; desde cuya dirección y con su experiencia, ya anciano, trabajó sin descanso por la consecución de la unidad del pueblo cubano en sus organizaciones  hasta el momento mismo de su muerte, ocurrida el 18 de junio de 1926 mientras se enfrentaba a la lucha contra el tirano Gerardo Machado. Tal como lo hiciera también su amigo y compañero de luchas José Martí, quien cayó heroicamente el 19 de mayo de 1895, luchando por la independencia de la patria.

Las similitudes de pareceres y acciones de estos dos héroes de las luchas independentistas del pueblo cubano, sin dudas se impregnaron en el conocimiento y en el corazón de dichos jóvenes, quienes fueron un poco más patriotas a partir de las muy valiosas explicaciones del Dr. Lozano, llenas de verdad, amenidad y convicciones.