Con el espectáculo Ascendencia Hispana, el Ballet Español de Cuba (BEC), que dirige el maestro Eduardo Veitía, abre las puertas al otoño y regresa a las tablas con nuevos bríos, luego del largo período de aislamiento por la Covid-19, en el que, sin embargo, y sin descuidar las medidas higiénico-sanitarias, la agrupación no se durmió en los laureles.
Continuó trabajando en las tesis de los alumnos, realizando encuentros para desarrollar el nivel de los profesores en clases metodológicas que redundarán en el desenvolvimiento de los cursos y los estudiantes/bailarines, así como en la preparación de diversas coreografías para disímiles programas, que de manera virtual o presencial tuvieron lugar en ese tiempo. ¡No se desengrasó la“maquinaria” artística!
Ahora, de vuelta a la ansiada escena, la tropa juvenil de Veitía acaparará los días viernes 26 y sábado 27 (7:00 p.m.) y el domingo 28 ( 5 de la tarde), del onceno mes, en la sala Avellaneda del Teatro Nacional, con este programa concierto que exhibirá –con elegancia y profesionalismo-, las diferentes aristas del quehacer danzario del BEC: escuela bolera, flamenco, farruca, bailespopulares y regionales, guajira/flamenca, rumba flamenca, guaguancó,bolero…
Sin dudas, y como nos tiene siempre acostumbrados, será una muestra fehaciente de nuestra idiosincrasia con ritmo y acción. Todo ello se hará eco en el ancho escenario, con un conjunto de obras coreografiadas por Francis Núñez, Leslie Ung, Pablo Eguea, Manu Díaz, Marieta Romero, el propio Veitía, y otros, que siluetearán la ya larga historia de la agrupación que en el 2025 alcanzará su aniversario 35.
Foto: Evelio Palomino
Foto: Evelio Palomino
Felices de poder entregarse nuevamente a su público
No hay dudas de que Eduardo Veitía y su equipo, en todos estos años, ha logrado crear un lenguaje teatral contemporáneo desde el complejo cultural del flamenco y otras raíces culturales de nuestra idiosincrasia. La carga emotiva, la profundidad de los sentimientos, la proyección del gesto/baile hacen de este código escénico un ejemplo elocuente de cuánto puede penetrar la danza en la naturaleza humana y en la vida de un pueblo, para expresarlas.
Al apreciar los espectáculos del BEC —compañía que ha dejado sus marcas en países como Costa Rica, Ecuador, Colombia, Nicaragua,México, Turquía, el Principado de Andorra, República Popular China, así como en España, donde en 1992 alcanzó el II Premio en el Primer Certamen Internacional de Coreografías y Danzas Españolas y Flamenco—, aparece nítidamente la influencia del flamenco en nuestros propios ritmos, y en la fuerte base percutida de la música y el baile de la Isla grande del Caribe. Se baila con todo el cuerpo, con las manos, con los pies, con la mirada. Hay mucho más, simbiosis, creatividad, ganas de hacer que se multiplica en la escena ante cadanueva salida.
Foto: Evelio Palomino
Foto: Evelio Palomino
Felices de poder entregarse nuevamente a su público, ese que lo persigue por todos los lugares donde se presentan, regresa el BEC a esta sala histórica donde han dejado en el tiempo una estela de buen gusto, tradición y un profesionalismo que llega de la mano de ese enorme bailarín, coreógrafo y director, que es Eduardo Veitía, sin lugar a dudas, un alumno muy aventajado de la Maestra Alicia Alonso, que ha sido siempre inspiración, guía y brújula en el amplio diapasón de su trabajo escénico.
Deje un comentario