El poeta y crítico Roberto Méndez
señaló que ninguna de las obras de la Avellaneda merece mantenerse en la
sombra; y que en el Devocionario nuevo y completísimo en prosa y verso la
autora dio muestras de una espiritualidad avanzada, cuyos méritos no han
sido valorados de manera consecuente.
Durante la presentación del volumen, en el portal del Museo
de la Ciudad, el también ensayista afirmó que “con este libro reparamos
una gran omisión en nuestras letras y en la cultura cubana en general. Se
trata de la primera edición en la Isla del Devocionario que Gertrudis
Gómez de Avellaneda diera a las prensas en Sevilla hace nada menos que
150 años”.
Méndez valoró de elegante y respetuoso al texto, y subrayó
que como valor añadido de este “merecen comentarse sus paráfrasis en
prosa de pasajes bíblicos y oraciones latinas, hechas a la vez con
respeto a los originales y un muy sobrio sentido poético para trasponer
el texto al castellano” como sucede en sus libros. La obra, editada por
Silvana Garriga y Nydia Berenguer, cuenta con el diseño de Claudia
Hernández Cabrera.
Presentado como parte de la XXVI Feria Internacional del
Libro de La Habana 2017, el texto fue prologado por el profesor Leonardo
Sarría, quien precisó en este que “espejo de la religiosidad de la época,
fiel a sus concepciones de la vida como “valle de lágrimas”, del ser
humano como hijo del pecado, la última de las obras de Gertrudis Gómez de
Avellaneda (Puerto Príncipe, 1814 – Madrid, 1873) deja, aún por encima de
valores y aciertos poéticos, la impresión de un largo Mea culpa (…).
Ediciones Boloña también dio a conocer este viernes a sus
lectores Análisis y evaluación de edificaciones, de Nelson Melero Lazo,
en cuyas páginas se ofrece un procedimiento de trabajo, útil para la
ejecución de los proyectos de revalorización y salvaguarda de los
bienes del patrimonio cultural inmueble. Este sábado se presentarán Hijo
de mi tiempo y Aeterna sapientia, ambos del Dr. Eusebio Leal Spengler,
Historiador de la Ciudad de La Habana.
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