Una veintena de niños de La Habana Vieja participaron durante tres días del taller infantil de poesía africana que, hasta este miércoles, impartiera en Factoría Habana Clara Núñez, joven poetisa española estudiosa de la forma en que se ha manifestado en el llamado “continente negro” esa manifestación literaria.
Tales pasiones la llevaron a la Cuna de la Humanidad a través de la residencia artística Thread Senegal, obtenida junto a su compatriota, la fotógrafa Gema Noach; con quien durante dos meses de 2016 compartió el trabajo con los infantes, transmitiéndole sus conocimientos y apropiándose de una realidad más cercana a los orígenes de la propia poesía, en la remota aldea de Sinthian.
En lo de la búsqueda de lo primigenio, es que entronca esta experiencia de las artistas españolas con el proyecto curatorial que encamina en dicha institución de la Oficina del Historiador de la Ciudad su directora, Concha Fontenla: una especie de Viaje a la semilla, título del cuento de Alejo Carpentier y de la muestra bipersonal que se mantiene abierta allí, cierre de un ciclo de cinco exposiciones que ahondaron en nuestros inicios como nación.
Concluida la realización de proyectos expositivos relacionados con el tema, en Factoría Habana comenzó, con el recién terminado, la impartición de talleres sobre diferentes manifestaciones de la cultura, dirigidos en lo fundamental a los niños, el público del mañana.
Entrevistada por el Periódico Cubarte, Clara Núñez se refirió al resultado que obtuvo acá la propuesta llevadas por ellas a África:
“De aquella experiencia resultó un libro y aquí hemos expuesto una selección de sus fotografías, combinándolo con un taller de poesía. Queríamos ver cómo resultaba en un contexto diferente.
Y sí tiene aplicación, pues creo que la poesía es algo muy importante para los niños, en cualquier parte del mundo. También porque la poesía africana es bastante desconocida y es bueno que comience a ser valorada. Es muy fuerte la visión eurocentrista sobre la literatura.
Por otra parte, Cuba y África tienen mucha relación y está bien que los niños conozcan sus raíces. Que son las raíces de todos porque todos venimos de ahí”.
Sobre la reacción de los infantes habaneros ante esta propuesta, la poetisa gallega nos señaló:
“Es diferente porque aquí el nivel escolar es más alto. También el idioma ayuda, ya que he podido explicarme mucho mejor.
Algo que quería ratificar y he podido ver es que en África los niños tienen una relación práctica con los animales, los necesitan. En los poemas escribían “Si lo mato, como”. Aquí ninguno ha escrito nada parecido, sino cosas que reflejan una relación romántica, idílica. Allá no era nada idílica”.
Para los días 28 y 29 están previstos en Factoría Habana unos encuentros con el público adulto, en los que ambas creadoras españolas se referirán al proyecto Thread Senegal y a sus experiencias personales, al alcance de artistas nuestros y profesionales de otras disciplinas que deseen aspirar a participar en él.
Posteriormente, antes de que concluya el actual año, pretenden realizar otro taller infantil. En esa ocasión en la Casa de la Poesía y en una etapa que no coincida, como esta vez, con la semana de receso escolar, hecho que contrario a lo previsto, afectó la asistencia de un mayor número de niños.
En tanto, en la instalación de la calle OˈReilly ya fue destinado el salón del tercer nivel para los talleres. El próximo, sobre música, nos anuncia Concha Fontela, deseosa de continuar propiciando este viaje a los orígenes a través del arte y de que sea de todas las edades el público que traspase las puertas de Factoría Habana.
Deje un comentario