Convertir cada cuadro en una película, recrear a través de la pintura narrativa las situaciones de distintos personajes y sobre todo, crear sensaciones, son objetivos abarcadores y ambiciosos del novel pintor artemiseño Robin Pau, quien presentó recientemente su primera exposición profesional titulada 8 cuadros por segundo en el Estudio Galería de Nelson Domínguez en el Centro histórico de La Habana.
Influenciado por el mágico mundo del séptimo arte, Pau —graduado de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro— busca desmedidamente la belleza del trabajo fotográfico y al mismo tiempo cuestiona el porvenir de la imagen, provocando que el espectador quede capturado por la sencillez de las escenas que representa, extraídas —probablemente— de algún clásico de la cinematografía mundial.
Empleando la técnica óleo sobre lienzo, la primera muestra de Robin Pau le sirvió también como tesis de grado y por la cual obtuvo del tribunal la máxima evaluación.
“Esto me recuerda la primera exposición que hice en la galería Extensión Universitaria en la década de los 70, y no sé por qué razón a mí me dio por guardar aquella muestra hasta el día de hoy, algo que también me gustaría que Robin hiciera, confesó el maestro Nelson Domínguez, presente junto a Ever Fonseca en la apertura de la muestra.
“Este primer paso induce directamente hacia el camino largo de la profesionalidad. Esta exposición es parte de un proyecto continuado de esta Galería y de mi taller de gráfica, apoyar a los estudiantes del Instituto Superior de Arte (ISA) y de San Alejandro en estos en que el estudiante está presentándose en su tesis o trabajo de diploma. Nosotros contribuimos a realizarle las ediciones gráficas, el espacio de la galería. Queremos con esas características: contribuir con cada artista que comienza.
“Realmente no me gustan los halagos indebidos, pero sí creo que (Robin) es un joven que tiene mucho afán profesional, que va bien, sus primeros pasos son sólidos, aunque no se dan todos los pasos al mismo tiempo. Como pintor tiene muchas expectativas”, señaló el también Premio Nacional de Artes Plásticas (2009).
Las obras de Robin Pau ya han dado de qué hablar en más de un salón o galería dentro o fuera de Cuba. Todos coinciden en su exquisitez, su indetenible búsqueda del detalle que, pronostican algunos, conducirán al camino del éxito si mantiene tales cualidades, válidas y dignas en un pintor. El pasado año participó en las exposiciones colectivas “Encuentro Internacional de universitarios” en Buenos Aires, Argentina y en la “Exposición por la Semana de Cultura Cubana” en la Universidad de Nassau, Bahamas, entre otras.
Según Darwin Estacio Martínez, profesor de pintura de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, “Robin desmonta en sus cuadros, como si de capas temporales se tratase, el propio proceso del pintar, y construye un mapa en el cual las imágenes encuentran su sentido. La obra de Robin nos enseña cómo funciona la percepción del artista, cómo se conforma una visión del mundo a partir de lo que vemos y cómo este resultado puede ser el registro de un pensamiento tanto de un individuo aislado como el de toda una época”.
Además añade: “Sus pinturas aunque les parezca raro escucharlo, tienen una veta antropológica y nos remontan tanto al inicio del cine, como a los más actuales medios de procesamiento de las imágenes, y aún como si fuera poco; nos invita a dilucidar esas historias llenas de lirismo y de intriga que nos muestra”.
8 cuadros por segundo para mirar el cine desde la visualidad creativa del joven artemiseño Robin Pau, de quien ya se hablará mucho en este y otros espacios.
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