La presidencia de la organización y una representación de cada una de las asociaciones intercambiaron con el equipo de producción y los actores de la propuesta dirigida por Magda González Grau y escrita por Amílcar Salatti.
Como destacó la vicepresidenta de la UNEAC, Magda Resik, el público ha reconocido en este producto no sólo la calidad en todos los sentidos, sino también su propia cotidianeidad. De ahí la importancia de aprender de estas experiencias y producir, desde la Isla, narrativas audiovisuales que cuenten nuestras verdades.
Al ser la primera serie grabada, aplicando el Decreto-Ley 373 del creador audiovisual y cinematográfico independiente, tuvo múltiples retos, pero en el camino se conformó una familia, que no sólo incluye a los protagonistas en pantalla, sino también a los responsables de la escenografía, el maquillaje, el diseño sonoro, de vestuario yla música original.
La historia de Amalia surgió en La Madriguera y está dedicada especialmente la madre de su directora, Magda González Grau: «Soy maestra porque mi mamá era maestra las 24 horas. Creo en esta tierra que vivimos porque ella era una gran patriota».
Como creadora quiso mostrar, desde el inicio,a una profesora que no es una intrusa para los alumnos, les limita su opinión o no les aporta nada, sino alguien que inspira. La escena de la partida de Bruno fue una de las más emocionantes, porque se propuso transmitir un mensaje de unidad, pese a las diferencias.
Omar Rolando, el Bruno de Calendario, comentó que uno de los conflictos más fuertes que atraviesa su personaje es irse del país cuando se enamora. A partir de la pérdida de su abuela Trinidad, la vida de su hermano y otros pasajes se tejió la psicología del personaje.
Para Amílcar Salatti, la maestra Amalia no tenía que ser perfecta y por eso se caracteriza por un pasado tormentoso. «Una profesora que recita poesía es difícil de lograr en el audiovisual, porque puede llegar a lo kitsch y provocar rechazo. Había que ensuciar el personaje sin restarle bondad».
Clara García, por su parte, recibió a Amalia como un regalo: «Desde que lo leí me enamoré y supe la responsabilidad que tenía. El deseo que tuve fue conectar con todos y poderlos enamorar».
Otra de las historias, que muestra una de las caras más vulnerables de la sociedad cubana, es la interpretada por Ernesto Codner. «Cuba está llena de Orestes — afirmó el actor— cuando estudié conocí muchachos con muchas carencias materiales, pero con una gran riqueza espiritual».
La actriz Amalia Gaute recalcó que uno de los aspectos más importantes de Calendario radica en que es dirigido por una mujer como Magda González Grau, y también tiene en su equipo a muchas devanguardia.
Desde la mirada del actor Yanm Calderín Valdés, Calendario cree en los nuevos talentos y las personas poco conocidas, una de sus virtudes fundamentales.
La fotografía juega un papel fundamental en la serie. Bien lo sabe su responsable Vladimir Barberán, que se propuso hacer realidad el sueño de Magda en una conjunción del tono, la estética, la visualidad, la asistencia de Alfredo Felipe, la escenografía de Israel Estrabao, el maquillaje de Tania Almagro, el vestuario de Elio Vives, la edición de Lilmara Cruz Pavón, la música original de Magda Rosa Galbán y Juan Antonio Leyva.
Como la catalogó el presidente de la UNEAC, Luis Morlote Rivas, «Calendario es la mejor lección de cubanía, sentido de pertenencia y resistencia creativa».
Fotos: Portal de Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)
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