“La Revolución cubana no se detendrá nunca. La Revolución cubana (…) no se entregará a nada ni a nadie (…) Esta Revolución, esta Patria, tenemos que defenderla como la defendimos hasta el 31 de diciembre (…) Afirmamos que no pueden surgir traidores, mercenarios, porque con nosotros hay hombres dignos, hay hombres que aman a su Patria (…) Trabajaremos por Cuba. A ella nos debemos y moriremos por ella cuando el momento lo reclame”.

Su voz, enérgica y emocionada, irrumpió en el recuerdo de todos los presentes —combatientes, profesores, académicos, investigadores y estudiantes—, en el espacio mensual Memorias de la Guerra, convocado por el Centro Cultural Dulce María Loynaz, en esta capital. Exhortaba en su discurso del 21 de octubre de 1959, a continuar adelante la obra de una naciente Revolución, a defenderla hasta la última gota de sangre y hasta el último hombre sincero dispuesto a forjar un nuevo país; a modelarlo y fundarlo (de una vez por todas), en los principios martianos que guiaban al joven líder Fidel Castro a imponerse contra las agresiones internas y externas; llamaba a trasladar las miradas del mundo entero hacia una Isla caribeña cuyo pueblo, tras disímiles frustraciones acontecidas durante un pasado pseudos republicano, proclamaba el nacimiento de una Revolución verdadera capaz de llegar a estremecer conciencias y anhelos independentistas y soberanos en los cuatros puntos cardinales. Era Camilo Cienfuegos Gorriarán: para siempre en la memoria histórica y en los corazones de todos los cubanos.

Los historiadores René González Barrios y Yoel Cordoví, presidente y vicepresidente respectivamente, del Instituto de Historia de Cuba, tuvieron a su cargo la presentación de un discurso grabado —hasta ese momento inédito—, en la voz del Héroe de Yaguajay como parte de un proyecto fomentado por dicha institución con vista al rescate y preservación de la memoria histórica, y del patrimonio escrito y oral”.

A este proyecto institucional cuyo objetivo fundamental fue el rescate de la voz del inolvidable Comandante Camilo Cienfuegos estuvo también incorporado un grupo de jóvenes”, señaló el doctor Cordoví.

Por su parte, el Msc González Barrios subrayó que en la grabación se analiza “la postura de Camilo ante la traición de Hubert Matos, al igual que lo referido a una situación que se manipula con mucha fuerza por parte de los enemigos de la Revolución, tratando de imponerse en los medios de comunicación acerca de que la muerte de este revolucionario fue preparada por la alta dirigencia de la Revolución cubana dirigida por los compañeros Fidel y Raúl”.

Rememoró el Historiador que, “hace aproximadamente un año al inaugurar el Congreso Nacional de Historia en la ciudad de Camagüey, lo hicimos a partir de la presentación de una conferencia titulada  El desmontaje de la Historia de Cuba. Cómo enfrentarlo. Expusimos al respecto varios ejemplos acerca de cómo se está tratando de desmontar la historia de la Revolución cubana partiendo de las posibilidades que brindan los ambientes y escenarios virtuales que, en la actualidad, realizan los principales combates ideológicos.

“Los enemigos de la Revolución, acotó, aprovechan las bondades de las info-comunicaciones para poner a disposición de todo aquel que quiera consumirlas informaciones que, en infinidad de ocasiones, son manipuladas. Actualmente, la juventud es cada más propensa a los medios informáticos —internet, intermedia, DVD—, que a la investigación en bibliotecas. Todo ello provoca que los mensajes le lleguen más directamente por esas vías”.

En otra parte de su exposición González Barrios expresó que: “Cuando impartimos la conferencia El desmontaje…le explicamos a los jóvenes acerca de cómo se producía tal proceso y, en específico, en la biografía expuesta por el sitio Wikipedia, donde aparece el Comandante Cienfuegos. Es una biografía que lo demuestra como uno de los grandes héroes del proceso revolucionario cubano, pero al llegar al último párrafo expone: “Todo indica que murió al ser víctima de un complot para asesinarlo dirigido por Fidel y Raúl”, dijo para agregar que “esto, por supuesto, tiene como objetivo preciso el tratar de influir en las nuevas generaciones —aficionadas y consumidoras de estos productos tecnológicos—, tratando de introducirles el germen de la desconfianza y dividirlas generacionalmente” y, de esta forma, socavar el proyecto que con vista al rescate de la memoria histórica de la Revolución lleva a cabo el Instituto de Historia de Cuba.

Informó asimismo de un documental titulado Camilo Cienfuegos, historia de un asesinato, que circula en la red y paquetes informáticos. Con él se ha efectuado el montaje de una historia de argumentos y versiones diferentes, a partir de entrevistas a traidores y desertores a la Revolución cubana. En pocas palabras, demostrar que a la alta dirección de la Revolución les molestaba Camilo y Hubert Matos.

“La muerte del Héroe de Yaguajay, el 28 de octubre de 1959, despertó una amplia movilización popular a la vez que un sufrimiento inmenso, por lo que representó para nuestro pueblo. Su muerte hay que contextualizarla en el momento histórico en que ocurre”, significó el Presidente del Instituto de Historia de Cuba.

Recordó que, en dicho año, la alta dirección de la Revolución tenía entre sus tareas esenciales lograr la unidad de todas las fuerzas revolucionarias que lucharon contra el dictador Fulgencio Batista en una fuerza monolítica. “Algo que costaba bastante trabajo, recalcó, sobre todo por la incomprensión de muchos de los participantes del Movimiento Revolucionario 26 de Julio que no eran comunistas, y el hecho de que los militantes del Partido Socialista Popular (comunistas), se incorporaran a la lucha armada en los últimos momentos del triunfo revolucionario. Todo ello despertó determinados prejuicios por parte de algunos confundidos y otros constreñidos por un anti comunismo raigal y exacerbado dentro de la sociedad cubana”.

A esto se agregó la campaña propagandística de los medios como las revistas Life, Selecciones, Carteles, Bohemia, El Diario de la Marina… entre otros, los que satanizaban el papel de la URSS en la historia.

González Barrios puntualizó que “el año 1959 tiene dos momentos cruciales dentro del proceso de unidad de la Revolución, pues fueron las dos primeras traiciones o impactos negativos que recibe el nuevo proyecto político-social: la del comandante Pedro Luis Díaz Lanz, jefe de la fuerza aérea del Ejército Rebelde —anti comunista raigal y quien nunca permitió la presencia de los comunistas dentro de la Revolución—, además de la renuncia del presidente Manuel Urrutia, en total desacuerdo con la radicalización del proceso revolucionario naciente. Surge entonces la figura de Hubert Matos, anticomunista consecuente —con relaciones estrechas con Urrutia y Díaz Lanz—, quien trata de subvertir el orden en la provincia de Camagüey mediante una sublevación del ejército, y exigirle a Fidel cuál sería el rumbo de la Revolución. Así, el 20 de octubre presenta una carta pública dirigida a Fidel, en la que expone su renuncia al cargo de Comandante.

“La alta dirección de la Revolución decide entonces enviar a Camilo, como Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rebeldes, a detener a Hubert Matos y concluir con el motín en Camagüey. Al llegar al cuartel general del Ejército Rebelde aquel 21 de octubre de 1959, en dicha provincia, Camilo logra el orden general, concentra a todas las tropas y les dirige la palabra a todos los amotinados explicándoles las verdaderas razones y posición de Hubert Matos.

Hay que recordar que el último discurso de Camilo tuvo lugar el 26 de octubre en el Palacio Presidencial en La Habana; el 28 de octubre retorna a Camagüey y, a su regreso a la capital, es que ocurre el accidente aéreo producto del mal tiempo.

“Al respecto, durante años, se han inventado una serie de teorías relacionadas con su muerte por parte de los enemigos de la Revolución, las que han venido acompañadas por la traición de Hubert Matos y la escritura de su libro de memorias Cómo llegó la noche, donde trata de demostrar que los principales líderes de la Revolución en 1959 eran: Fidel, Raúl, Camilo y él. Y que tanto él como Camilo debían ser excluidos”, explicó González Barrios para afirmar seguidamente que “iguales teorías fueron alimentadas por otro traidor, el periodista Carlos Franqui, director del periódico Revolución y uno de los principales apologistas del proceso revolucionario en sus inicios (El libro de los doce). A finales de los años sesenta parte de nuestro país, para cumplir una misión, pero deserta —llevándose una rica documentación histórica—, hasta convertirse en un gran detractor de la Revolución.

“Sin embargo, como nuestra Revolución siempre se ha caracterizado por su diafanidad y transparencia, en diciembre de 1959 se publica el folleto La luz se hizo, inclusivo del juicio de Hubert Matos, donde él en ningún momento afirma lo que expone más tarde en su título Cómo llegó… En fin, toda una gran creación de un contrarrevolucionario preso, enemigo acérrimo de la Revolución.

“Es por todo ello que debemos aclararle a las jóvenes generaciones cómo los enemigos de la Revolución tergiversan la historia (…) para lograr el germen de la duda en ellas (…) Escuchar además el discurso de Camilo Cienfuegos, el 21 de octubre de 1959 —digitalizado por el colectivo del Instituto de Historia de Cuba—, explicándole a las tropas en qué se cimentaba la traición de Hubert Matos”, concluyó.