El camagüeyano Carlos Peón (1) impartió en el primer día sesiones del Coloquio Internacional Hemingway, la conferencia Hemingway Der Dichter. Cercanía a su temprana producción poética (1921-1923). Y sobre la producción poética de Ernest Hemingway estuvimos conversando con él.
De acuerdo a los estudios por usted realizados acerca de la poesía hemingwayana, ¿qué importancia tuvo para Ernest Hemingway la publicación de parte de su obra poética en Der Querschnitt?
Considero que tales textos, que le valen el apelativo de der dichter entre sus lectores alemanes, le ratifican la valía que ya iba teniendo como poeta nobel, un lauro que le habían querido escamotear publicaciones norteamericanas de ese minuto, que habían rechazado sus textos poéticos. No hay que olvidar que en Der Querschnitt, publicaban en igualdad de condiciones con Hemingway, escritores ya consagrados como Proust, Lasker- Schuller, Maiakovski, Ezra Pound y Joyce.
¿Considera imprescindible, luego del ejercicio del periodismo, el paso por la poesía para lograr el estilo depurado que encontraremos, posteriormente en su narrativa?
Sin dudas, la poesía dota a Hemingway con unas coordenadas sugerentes, y como acota Gerogiannis, constituye un “ejercicio estilístico”, donde el nobel rimador en camino a consolidarse como narrador de pesos pesados, se “libera de ciertas restricciones”. Creo entender que esta singular práctica poética viene a complementar también toda la impecable técnica que ha aprendido en sus incursiones en el Kansas City Star, y que nutrirá a su prosa por venir con una paleta de coloridas imágenes que iluminan sus impecables escenas narrativas.
¿Cuáles son las publicaciones en las que aparece la obra poética de Hemingway y a partir de qué fechas?
Un primer poema suyo aparece en la revista norteamericana Double Dealer, (Ultimately) junto a otro de William Faulkner en 1922. Luego en enero de 1923, se publica una colección de poemas, seis en total, en otra revista norteña: Poetry. A Magazine of Verses, editada en Chicago por Harriet Monroe.
Esos mismos textos, con la inclusión de otros cuatro, y bajo el título de Wanderings, serán los publicados en su primer libro: Three Stories and Ten Poems, y que verán la luz en agosto de aquel propio año, editado por Robert Mc Almond en París, un libro que de no haber sido por los poemas, no hubiera sido jamás impreso.
Luego en 1924, aparecerían los ya citados textos en Der Querschnitt. Para 1929, aparece otro texto en la revista Little Review (Valentine), la misma publicación que diera a conocer antes, en 1923 su poema: They all Made Peace-What is Peace? El último texto que publicaría en vida fue: Advice to a Son, texto que firmó en Berlín en 1931, y que se publicó allí mismo, en Omnibus: Almanach au das Jahr en 1932.
¿Entiende usted que la poesía fue para el escritor norteamericano como un ejercicio académico a través del cual estaba obligado a transitar?
Como he apuntado antes, y en ello coincido con el bien informado Nicholas Gerogiannis, editor de su poesía en 1978, Hemingway transitó por el camino poético y se sirvió de aquel arte para hacer madurar su prosa, pero igualmente se valió de la poesía para satisfacer “algunos propósitos inmediatos”, aunque sin embargo, muchos fueron re-escritos y de muchos de ellos conservó más de un original.
¿Qué importancia otorga usted a la alusión a su producción poética en Las Verdes Colinas de África?
En ese detalle creo ver algo más de juego estilístico, que un verdadero regodeo del propio narrador, con su ego y su valía poética, si se mira bien la “anécdota” que se hace literatura, le resulta “demasiado fantástica para ser real”. De cualquier modo, es un testimonio válido para entender que Hemingway se sabe reconocido a través de sus poemas, y que no le disgusta ese minuto laudatorio que se le tributa en medio de las sabanas africanas.
¿Durante qué período de tiempo Ernest Hemingway se dedica a la producción poética, es la etapa en la que está residiendo en París o la combina con sus estancias en otros países?
Definitivamente Hemingway escribirá sus poemas en cada sitio que habite. La etapa de Paris hasta 1927 es sin dudas la más prolífica, pero hay textos firmados en Key West y en Montana, luego se produce como un impass, en los años treinta en que no escribe ningún poema, pero resurgen sus textos, realmente sustanciosos, en Londres, y otra vez en Paris, en los momentos en que cubre, en Europa, la Segunda Guerra Mundial. En Finca Vigía firmará más de uno, y es aquí en Cuba donde escribirá el último que se le conoce, un corto texto de un par de líneas: If my Valentine you won’t be, fechado el 14 de febrero de 1956.
¿Qué importancia reviste, en la vida del escritor norteamericano, su binomio amistoso Ezra Pound-Ernest Hemingway. Hasta dónde han llegado sus relaciones literarias. Considera usted que existe influencia alguna entre ambos?
Creo que sobre el particular han corrido ya ríos de tinta, con Ezra tuvo una cercanía singular signada ante todo por la amistad a pesar de los pesares, Y Carlos Baker deja buena evidencia de ello en su imprescindible biografía. Sólo me gustaría acotar que sí hay influencias reconocibles de Pound en la obra hemingwayana, sobre todo en su poesía, como también son visibles las huellas de la Stein. Una graciosa anécdota, refleja bien esa simbiosis, cuando Hemingway dice en su estancia parisina que Ezra le está enseñando a escribir, y él le retribuye enseñándolo a boxear.
¿Cuándo y en qué publicación es divulgada la obra poética de Hemingway en Estados Unidos. Qué importancia otorga el autor a este hecho?
Aludimos antes a algunas revistas norteamericanas que incluyeron textos poéticos de Hemingway en los años veinte. La revista Atlantic, publicaría en 1965 un texto de 1944. No será hasta el año 1979 cuando aparezcan de manera póstuma sus 88 poemas, editados por Nicholas Gerogiannis. Obra que sería re-editada en 1992, y donde su celoso compilador incluirá un nuevo texto inédito hasta entonces Critical Intelligence, que data de la época de su primer divorcio. Es sabido que la publicación de estos textos respetó, la decisión de Mary Welsh, de no hacerlos públicos mientras aún vivieran algunos de los implicados.
A partir de los versos publicados por Der Querschnitt ¿valora usted a Hemingway, realmente, como un poeta?
Bueno, creo que para ser honestos, ya Hemingway tiene bien ganado el apelativo de der dichter desde mucho antes. Me adscribo a los que reza el adagio latino: Poeta nascitur, nos fit. Quizás, con estos textos, se reafirme la coordenada del poeta, al que pocas veces empero se aludirá por parte de la crítica, que valorizará primero sus relatos en el ya citado Three Stories…y pospondrá los poemas. De cualquier manera Hemingway seguirá los dictados poéticos, que en muchas ocasiones, enfatizan y complementan sus válidos ejercicios de ficción.
¿Compararía usted la obra poética hemingwayana con la de algún otro autor francés, italiano, español, norteamericano…?
Mira, este tema de las comparaciones me sigue pareciendo odioso, como dice el dicho. Prefiero entonces hablar de las influencias, sobre todo de autores de lengua inglesa, que si son rastreables en su poesía: en un primer minuto Kipling, Stevenson, Graves, y luego Pound, Eliot y la Stein.
¿Queda refleja, de algún modo, España en la obra poética del escritor norteamericano al tener en cuenta su afición por el arte taurino?
Si, ciertamente, España, se vuelve para Hemingway como un acto reflejo. A ella va, y vuelve, es sin dudas con Cuba, un referente incuestionable a la hora de entender su obra toda. Es en The Soul of Spain... donde alude a las prácticas taurinas pero también a la nobleza de su gente, a la interminable noche que define bellamente en ese mismo texto como: “el día demorado…/ que sale de una botella y se empoza en una jarra”. Otro texto de 1925: The poem is By Maera, recrea otra anécdota taurina, y lo escribe en Pamplona.
Nicholas Gerogiannis considera que los poemas no representan el estilo maduro de Hemingway, cuál es su teoría acerca del hombre y el mito
Sin dudas la poesía hemingwayana tiene sus indudables valores aunque no llegue a tener el grandeur de su prosa, eso es algo que puedo suscribir sin ninguna dificultad. Pero Hemingway sabe de esos efluvios reconfortantes que nacen al calor del sentimiento poético y los recrea, y se vale de ellos, no ya en sus textos poéticos, sino en muchos sitios de su poderosa prosa. Por ello, no dejaré de insistir que conocer al poeta que lo habitó entre pecho y espalda, ayuda a desentrañar al narrador, al cuentista impecable, incluso al corresponsal impenitente, que abre su alma en un poema, que muy bien pudiera funcionar como una muy efectiva corresponsalía. Leer su poesía, como Paris, bien vale una misa…
Nota
(1) Licenciado en Lengua y Literatura Inglesas por la Universidad de La Habana (1992). Traductor, poeta y profesor universitario. Ha antologado los libros Poesía Camagüeyana, y Severo Sarduy: escrito sobre un rostro (Editorial Ácana, 2003).
Escribió el prólogo del libro Desafíos en Claroscuro, del autor camagüeyano Jorge Santos Caballero, Premio Ensayo Vitral, 2006.
Ha obtenido Premio en Ensayo en el Concurso Padre Regis, patrocinado por la Diócesis de Cienfuegos en 2013 y Menciones en el Concurso de Periodismo de la revista Palabra Nueva, en los años 2002, 2008 y 2011 y Viña Joven (2007 y 2008)
Actualmente imparte, el ciclo de Literatura Inglesa y Norteamericana en la Facultad de Lenguas de la Universidad de Camagüey. Investiga como Profesor Asistente. Traduce la poesía de Ernest Hemingway.
Es miembro de la Cátedra Ernest Hemingway del Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha sido galardonado con la Distinción Finca Vigía (2013) que otorga el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de Cuba.
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