Como una artista del vestir y la destreza en la aguja, sumadas a una humildad y condiciones humanas peculiares, catalogaron a la diseñadora cubana Carmen Fiol a propósito del coloquio realizado a su obra y figura en sala teatro Abelardo Estorino con motivo del centenario de su nacimiento –12 de marzo de 2024. El encuentro lo organizó el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), centro en el cual trabajó por décadas.
Amalgama de alegría y tristeza se sucedieron a través de testimonios y anécdotas narradas en una mesa integrada por Esperanza Bastarda Fiol, su hija, además de dos de sus compañeras de trabajo: Mercy Correa y Tania Domínguez, quienes derrocharon vibrantes palabras de la insigne profesional.
Una verdadera artista en toda su dimensión creadora –nunca se consideró diseñadora, sino, una creadora que trabajaba el tejido—, esta guantanamera nacida en 1924, hizo del acto de coser un arte y una academia, reconocido en Cuba y en el mundo.
De sus manos salieron prendas de vestir para presidentes, primerísimas figuras de la política, la cultura mundial y hasta del ámbito nobiliario. Entre esas personas estuvieron el presidente de México, Lázaro Cárdenas y su esposa; Barack Obama junto a su esposa e hijas y muchísimos más de Latinoamérica y el mundo.
Constituyó Carmen ejemplo de sencillez y trasparencia, según las exposiciones de las panelistas. Si parte de su vida transcurrió en la más absoluta austeridad dada la época y lugar en que nació –de niña vivió muy cerca de la Base Naval de Guantánamo, donde vio los horrores cometidos con algunos descendientes de indígenas—, para más tarde padecer del rigor de la pobreza que la llevó a hacer duros trabajos, nunca perdió la condición de la nobleza y el altruismo.
Si bien muchas de sus piezas tenían valor incalculable en el mercado –la mayoría prendas únicas—, no vaciló en varias ocasiones para entregarlas en condición dadivosa, además de hacer donativos de sus fondos personales en metálico a varios hospitales pediátricos de Cuba.
“Para mí fue un privilegio compartir con ella, para el FCBC, una dicha aprovechar su experiencia, supo trasmitir su parecer y crear a los demás, no fue una persona egoísta”, comentó Mercy Correa sobre la extinta profesional de la moda cubana.
En la cita se proyectó el documental Luces y sombras, dirigido por la periodista Magda Resik y producido por la Oficina del Historiador de Ciudad, donde en 22 minutos de duración se resume el alcance humano y experticia de Carmen Fiol a través de alegatos de personas allegadas a esta.
Fotos@Juan Carlos Borjas
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