Cuando ayer escuché sus poemas en la apertura del Festival Internacional Itinerante de Poesía “Nuestra América”, que se realizará en La Habana hasta el próximo 15 de julio y en el cual participa esta escritora, me impresionó el nivel de compromiso de su obra.
Catherine Arellano o Cathy, como prefiere que la llamen, es chicana; nació y creció en el barrio La Misión de San Francisco, California.
El año pasado Kórima Press publicó Salvation on Mission Street, su libro de memorias en poesía y prosa sobre el amor, y la pérdida; su familia y su barrio. Este libro fue finalista en el Premio de Autor de Corona Literaria de la Sociedad Debut Dorado.
Recientemente esta misma editorial sacó a la luz su nuevo libro: I Love my women, sometimes they love me, cuyo tema son las relaciones de pareja.
Arellano ha ganado varios premios, incluyendo una beca de la Comisión de arte de San Francisco.
Sus trabajos pueden encontrarse en numerosas antologías y revistas que se encuentran en versión impresa y en Internet como La Bloga, Magazine Latino de Literatura, The Más Tequila Review y en la revista Chicana Lesbians: The Girls Our Mothers Warned Us About.
Arellano cree profundamente en el poder del arte y en la justicia social; durante muchos años soñó con venir a Cuba; ahora está aquí e hizo declaraciones al periódico Cubarte.
Lo primero que me dice es que la disculpe porque su español es pobre, sin embargo pudimos comprendernos.
¿Había tenido anteriormente vínculos con la poesía cubana?
No, honestamente soy una desconocedora de la poesía y la literatura cubanas; solo he leído algo de José Martí; espero en este viaje poder acercarme más a la cultura cubana. Quiero leer más en español, leer a los poetas y las poetisas de aquí.
¿Qué la motivó a participar en este evento?
Yo, he leído mucho sobre Cuba, sobre su política, pero además he conocido a muchos cubanos y latinoamericanos en San Francisco que me han dicho y me han contado muchas cosas buenas sobre este país y sobre su gente.
Durante muchos años quise venir, pero por diversas razones no pude, entonces cuando Odilia Galván, la organizadora del grupo con el que viajé, me habló de esta visita enseguida le dije ¡Yo quiero ir! ¡Yo quiero ver! ¡Yo quiero conocer Cuba y hablar con los cubanos en mi español horrible!
Tenía mucha curiosidad, bueno la tengo aún; yo vi la película Fresa y Chocolate, de Tomás Gutiérrez Alea y me despertó aún más el interés por venir.
¿Cuáles son sus primeras impresiones del país?
Estoy muy agradecida de la manera en que nos han recibido aquí en Cuba; yo me siento muy bienvenida aquí y a la vez lo siento por mi pueblo.
¿Lo siente…?
Sí; yo estoy muy preocupada por la situación actual entre los Estados Unidos y Cuba a raíz de las recientes declaraciones de Donald Trump, porque los conservadores tienen el poder pero él no es conservador, a él solo le interesa el dinero. Es un hombre muy peligroso porque ha logrado popularidad en algunos sectores y esto lo ha hecho más poderoso e influyente.
En los Estados Unidos en este tiempo la gente está dividida, hay muchos que siguen a Trump pero muchos no lo apoyan. Yo no estoy de acuerdo con supolítica; mi posición es contaría a la suya, pero él tiene el poder y yo no.
Yo creo que esto es horrible para mi país, pero sus ideas no son nuevas: racismo, homofobia, sexismo, discriminación racial, o por tendencia sexual, la situación de los pobres, son males que siempre hemos sufrido.
Había estadounidenses que pensaban como él en muchas cosas, pero no lo declaraban, sin embargo al asumir la presidencia esas personas sintieron que el habitante de la Casa Blanca, pensaba como ellos y esto los ha hecho más fuertes en muchos lugares.
Durante algún tiempo pudimos pensar en la necesidad de cambios; el presidente Barack Obama logró un acercamiento, una apertura en cuanto a las relaciones, pero temo que volvamos al pasado; las declaraciones de Trump contra Cuba constituyen un discurso viejo, del pasado.
Además el gobierno de los Estados Unidos tiene muy buenas relaciones con países como China, Rusia, Viet Nam y otros, entonces esta posición de Trump, esta política de Trump hacia Cuba, no es lógica.
Los que sentimos la necesidad de que nuestro país cambie, necesitamos trabajar mucho más en estos momentos.
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