El elogio oportuno, espacio de la librería Fayad Jamís, invirtió los roles, convirtió el cazador en cazado cuando su conductor habitual, el periodista Fernando Rodríguez Sosa, fue el objeto de la entrevista e indagación en homenaje a este imprescindible de la cultura – sobre todo en la crítica y promoción literaria— y el periodismo cubano por su 50 aniversario de vida profesional.
El presidente del Instituto Cubano del Libro (ICL), Juan Rodríguez, se estrenó para la ocasión en el difícil arte de entrevistar y condujo el espacio en la honra a un hombre que llegó al escenario literario desde la reseña y el comentario. Se hizo acompañar de dos grandes de la cultura cubana: la poeta y ensayista Nancy Morejón y, la periodista y escritora María Elena Llana.
Si la prensa escrita fueron sus albores en el periodismo –trabajó en diversos medios como la revista Bohemia, etc. —, fue la radio la que lo conquistó. Llegó a ese medio sin proponérselo y encontró fascinación allí; comenzó en Habana Radio, emisora emblema del accionar de la Oficina del Historiador de la Ciudad y su líder, el extinto Eusebio Leal. La televisión lo llamaría para los comentarios literarios del programa Escriba y Lea.
En todos ellos ha demostrado habilidad y perspicacia en la entrevista, demostrando el conocimiento previo de su entrevistado al que se sabe llevar sin ocasionarle molestias. “Hay que tener algo importante en la entrevista, un género tan difícil: a la persona que tiene delante y cómo le haces la pregunta, que también debe ser significativa; a mí no me interesa brillar, sino, que la persona oiga sobre diversos temas”, subrayó Rodríguez Sosa.
Sabe imponerse en todo el campus de su quehacer – incluye el periodismo, la crítica literaria y la promoción en diferentes medios como la radio y la televisión—, a la hora del comentario, la reseña, la promoción, la entrevista, conducción de espacios, etc., gracias a un arma poderosa que debe tener un buen intelectual: la cultura profunda, es poseedor del buen dato, sobre todo, de la literatura cubana.
“Es el un artífice en ese sentido, se sabe el más mínimo detalle de memoria… Fernando es una persona que no tiene que ir a un diccionario, un teléfono o a una computadora para tener algún dato, da la información con el conocimiento”, comentó Nancy. La también Premio Nacional de Literatura refirió la pasión del homenajeado por las letras, “siente un inmenso respeto por la literatura, ha ejercido la crítica literaria con una limpieza extraordinaria, qué sería de la crítica literaria cubana sin la obra de Fernando Rodríguez Sosa”, resaltó.
Mientras su colega y amiga, la periodista y narradora María Elena Llana, confesó ese privilegio del buen profesional en él, lo considera una persona entendida, excepcional en la entrevista, “es un creador, sabe qué se le pregunta al entrevistado, está pendiente a este”, puntualizó; en lo personal, la recién investida Premio Nacional de Literatura 2023, lo considera buen amigo, de extrema confianza y sincera amistad, “es el amigo que uno no sustituye”, dijo.
Destaca en Rodríguez Sosa su labor innata como promotor, de la cual dijo, “tienes que consagrarte y ser esencia de tu vida, me siento totalmente complacido en el acto de promover la obra de otros, es como un sacerdocio”. Igualmente, agradeció al sistema editorial cubano, en su 65 aniversario de creado por Alejo Carpentier y la fundación de la Imprenta Nacional de Cuba a propuesta de Fidel.
A la clásica pregunta que hace Fernando a sus invitados, ahora en boomerang hacia él, ¿quién es Fernando Rodríguez Sosa?, contestó: “Es una persona que ama los libros y que se ha consagrado y tratado en estos 50 años de vida profesional, que los que me escuchan en la radio, me vean en la televisión y me lean en la prensa, también logren amarlo”.
La Asociación Nacional de la Radio Cubana le entregó el premio Maestro de Radialistas, “por su ejemplo, constancia y entrega pedagógica en la formación de las nuevas generaciones de profesionales de la Radio Cubana”, según acta leída por Alfredo Zamora, director nacional de Programación de la Radio.
La Sección de Literatura Infantil de la Asociación de Escritores de la Uneac, a la cual pertenece Rodríguez Sosa, le entregó, de manos de la escritora Nieves Cárdenas, el reconocimiento La Rosa Blanca, premio moral al trabajo de personas e instituciones que apoyan la promoción, desarrollo y desempeño de la literatura para niños.
El Proyecto Oralitura Habana, con Alexis Díaz-Pimienta, le dedicó unas décimas improvisadas.
Fotos cortesía del autor
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