El I Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, luego del VIII Congreso de la organización, se celebró en esta capital con la asistencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Presidieron la reunión además Abel E. Prieto Jiménez, asesor del presidente Raúl Castro, Julián González, Ministro de Cultura, Miguel Barnet y Luis Morlote, presidente y vicepresidente de la UNEAC, respectivamente, y Danilo Sirio presidente del ICRT.
Se encontraban presentes también Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, Héroes de la República de Cuba, los cuales recibieron en la primera parte del encuentro el carnet que los acredita como Miembros de Honor de la UNEAC y el regalo de una pieza de cerámica, concebida por el artista Serguei Álvarez Mesa.
A nombre de los cuatro y de Fernando González, que no se encontraba en la ocasión, Antonio Guerrero realizó una intervención en la que agradeció la condición conferida y relató momentos vividos por los cinco en las cárceles estadounidenses y algunas experiencias personales asociadas a su inspiración poética, a la utilidad de la cultura y a la importancia de la poesía.
“La cultura que nosotros adquirimos aquí en nuestro país y que fuimos desarrollando durante aquellos 16 años nos salvó de momentos muy difíciles , y por la cultura pudimos alcanzar dentro de la prisión, la libertad, una libertad que a veces es inexplicable”, confesó.
En sus palabras, de manera recurrente, evocó al Apóstol, y a sus ideas, como cuando comentó” de lo que hice no me acuerdo, lo importante es lo que tenemos que hacer y hay mucho por hacer”, afirmó; en este sentido mencionó la obligatoriedad de buscar el lenguaje que sea escuchado por los jóvenes, de sembrar valores, “y levantarse todos los días con ese empeño”, y añadió “nosotros vamos a seguir haciendo por la Cultura y por la Revolución”.
Seguidamente Barnet explicó todo el proceso llevado a cabo desde la realización del VIII Congreso con vistas a las modificaciones a los Estatutos y al Reglamento de la UNEAC; la presentación y aprobación de las mismas fue uno de los dos temas a tratar en el Consejo, y además el relacionado con la evaluación y proyecciones del trabajo de las Comisiones Permanentes de la organización.
El presidente de la UNEAC mencionó algunas de las acciones que ha desarrollado la organización como es el seguimiento a proyectos y planteamientos de la Comisión Aponte, y a temas asociados a la discriminación racial y el racismo; la intervención en grupos de trabajo para el diseño de la política cultural, como es el referido al redimensionamiento del Cine Cubano, y puso énfasis en lo que aún queda por hacer, como es contribuir a la cohesión y desarrollo orgánico de la política cultural de la Revolución, potenciar espacios de reflexión y debate y promover de manera más efectiva y sustancial la obra de los miembros, y profundizar los vínculos de trabajo con las instituciones de la cultura. “Todo lo que hagamos tendrá que lograr un mayor impacto y visibilidad de nuestra organización en el tejido social de la nación en constante renovación y perfeccionamiento”, subrayó.
A continuación se proyectó un material audiovisual en el cual cada uno de los presidentes de las ocho comisiones de trabajo, Educación Cultura Y Sociedad; Arte; Mercado e Industrias Culturales; Ciudad, Arquitectura y Patrimonio; Cultura y Medios; Estatutos, Reglamentos Y Reclamaciones; Comisión Aponte; Trabajo Cultural Comunitario, Tradiciones y Patrimonio, y Cultura, Turismo y Espacios Públicos, refirieron la labor desplegada por las mismas en el año que ha transcurrido luego de concluido el Congreso, y esclarecieron acerca de las insuficiencias que aún persisten entre las que se reiteró la insuficiencia en la socialización de la labor de las comisiones y en la cohesión de trabajo para el tratamiento de los temas de manera transversal.
Al finalizar la proyección se sucedieron algunas intervenciones, que no constituyeron un debate, si no que llamaron la atención sobre problemáticas medulares de la sociedad en las que la dirección y los más de 9 mil miembros de la organización deberán accionar de manera eficaz, según criterio de los oradores, los cuales mencionaron asuntos como el racismo, que en la opinión del doctor Esteban Morales, es un tema sobre el cual aún persiste mucha ignorancia, que es preterido y todavía a veces no se acepta y no hay consenso aún en el propio campo de las Ciencias Sociales; “yo personalmente, creo que el tema sí existe y necesita un tratamiento fundamental”, aseguró.
Se abordó asimismo la manera en que algunos proyectos comunitarios se desvirtúan a partir de asociarlos a algo tan ajeno como “un dispensador de cerveza”, y la recurrencia de indisciplinas urbanísticas, sociales y de las instituciones estatales, que atentan contra la salvaguarda de los valores patrimoniales que encierra la arquitectura de nuestras ciudades y pueblos.
Otra importante problemática planteada fue el carácter ineludible del establecimiento de vínculos adecuados entre las ocho comisiones de trabajo y las instancias de gobierno de la sociedad para de manera efectiva cumplir con las funciones de las mismas.
Se significó como es imprescindible que la UNEAC y sus miembros contribuyan de manera directa a la adecuada, profunda y rigurosa preparación de maestros y profesores en asignaturas esenciales con la Lengua Materna, -tanto en la enseñanza del Español como de la Literatura-, y la Historia de Cuba, como uno de los pasos para lograr que la escuela de manera real se convierta en la institución cultural fundamental de la comunidad.
En este sentido se conoció que se han dado pasos importantes pero que en la actualidad está en discusión con los especialistas del Ministerio de Educación un plan de superación que se está implementando para todos los maestros del país con vistas al estudio de la Historia y la Cultura cubanas.
Se propuso la realización en la UNEAC de manera frecuente de sesiones públicas de las comisiones de trabajo para que estas expongan el desarrollo de la labor que han llevado a cabo para la solución de los problemas planteados y socializar así esta información.
Una muy completa intervención de Díaz-Canel, reafirmó la importancia de los planteamientos realizados y reconoció el trabajo sistemático desplegado por la UNEAC desde la culminación del VIII Congreso.
“Si fuéramos a hablar de prioridades, todo lo que hagamos en lo cultural, lo sentimental, lo espiritual, lo tenemos que mover a las plataformas de intervención capitalista y neoliberal que nos tratan de imponer, y sobre todo con el nuevo escenario de las relaciones Cuba –Estados Unidos”, aseguró el vicepresidente del gobierno cubano.
Luego agregó que la manera de abordar este debate y vencer en una batalla tan compleja es con una plataforma emancipadora de comunicación social, de intercambio, donde se defiendan verdades y razones y donde “no olvidemos nada de lo que no puede ser olvidado, hay una nueva generación a la que no le hemos enseñado bien la historia”, y afirmó, que los jóvenes de esa generación necesitan conocerla“ para poder sentir el orgullo de ser cubanos”.
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