Por décima ocasión se batieron palmas con sinceros deseos de larga vida al Centro Cultural “Dulce María Loynaz”, en esta capital, al cumplirse un año más de su creación en un espacio donde residiera la inolvidable Poetisa cubana durante gran parte de su vida.
Conductores de los espacios culturales habituales del Centro, al igual que directivos, funcionarios de organismos, del Ministerio de Cultura, periodistas y visitantes habituales rememoraron los momentos de consecuente entrega –y de infinito amor--, que dicha institución ofrece al desempeño de la promoción de nuestra auténtica cultura, y que ha implicado un conocimiento aún mayor de las obras de sus creadores –léanse escritores, historiadores, artistas, periodistas, maestros de la oratoria, narradores, poetas, críticos--, de su condición testimonial y de su gran dimensión y autenticidad cultural.
“El Centro cumplió diez años de creado –oficialmente, el cinco de febrero del 2005 como preámbulo de la Feria Internacional del Libro correspondiente a ese año--, y con el objetivo fundamental de ser no sólo un espacio centrado en la facilitación de documentos y materiales diversos para escritores, editores y público en general, sobre la vida y la obra de Dulce María Loynaz y de su familia, sino también de ser un centro promotor de la Literatura cubana a nivel nacional, a partir de sus diferentes áreas de trabajo”, destacó en entrevista exclusiva al periódico Cubarte Martha Gómez Castro, subdirectora de dicho Centro, para agregar seguidamente que “hemos diseñado desde el inicio alguna programación literaria que ha variado, mientras que existen otros espacios que se han mantenido por el interés en lo esencial del público que los visita. Como espacios insignes puedo mencionar: Fé de Vida: Imagen y palabras, conducido por la escritora Aitana Alberti, al igual que En el Jardín, a cargo de la también prestigiosa escritora Marilyn Bobes, con textos narrativos inéditos de numerosos autores los que luego han sido publicados y que, incluso, han obtenido importantes premios y distinciones literarias”.
Subrayó la Directiva de dicha institución que también existen espacios destinados a la poesía y a la dramaturgia, dirigidos a jóvenes escritores y a otros interesados en sostener vínculos con la literatura, como es el caso de la promoción de los ganadores de los premios que otorga el Instituto Cubano del Libro (Pinos Nuevos, Dador, Crítica Literaria y Crítica Científico-Técnica).
“Asimismo e independientemente a los espacios literarios que promueve el Centro –al igual que su programación de eventos, coloquios, paneles y conferencias--, y por el carácter patrimonial de la casa donde se ubica --aspectos específicos por los cuales se nos conoce desde su fundación hace una década--, quisiéramos dar a conocer los servicios que presta nuestro Centro”, recalcó para especificar seguidamente que “entre ellos está la presencia de nuestra Biblioteca, que se nutre de todos aquellos títulos cuyos autores han sido ganadores de los Premios Nacionales de Literatura y del Premio Nacional de la Crítica Literaria; contamos además con un Centro Nacional de Información de Literatura contemporánea cubana, para el cual hemos recibido importantes donaciones (procedentes de la presidencia del Instituto Cubano del Libro), a la par que prestamos servicios de forma impresa y digital; en él también se incluyen un numeroso grupo de obras literarias cubanas –algunas únicas en el país--, posteriores al triunfo de la Revolución, y de autores de la Isla residentes en otros países, y una sala de navegación. Caudal literario a disposición de todos aquellos usuarios interesados que nos visitan”.
Al hacer referencia a la obra de Dulce María manifestó que aún no existe un cúmulo suficiente de títulos impresos de su autoría o sobre ella para la realización de préstamos: “Con vista a ello existe, desde hace 25 años, el Centro de Información Hermanos Loynaz, ubicado en la provincia de Pinar del Río, distintivo de un sello editorial (Hermanos Loynaz) y el que posee como material de consulta para investigadores toda la obra escrita y publicada de y sobre Dulce María y su familia, donada en vida por la Escritora cubana.
“Desde el punto de vista patrimonial preparamos visitas dirigidas a nuestra sede, a esta, la última vivienda donde residió Dulce María, para todos aquellos interesados entre los que se incluyen representantes de organismos, instituciones o particulares que así lo deseen”.
Diez años han transcurrido de la fundación de una institución de promoción literaria, donde además de contar con la presencia bibliográfica de personalidades de nuestra Cultura nacional y de aquellas distinguidas con los Premios Nacionales de Literatura, también se ha honrado con la participación de jóvenes autores quienes presentan por vez primera sus obras literarias. Y es que al Centro Cultural “Dulce María Loynaz”, no deja de identificarle no sólo el arduo trabajo de sus directivos y trabajadores en general, sino también su Cubanidad. Ingrediente fundamental que hace de nuestra Cultura, como expresara Don Fernando Ortiz, “no un lujo ni un ornamento”, sino “una energía y una necesidad”.
Deje un comentario