El 28 de septiembre de 1924, en ocasión del Aniversario 60 de la fundación de la Primera Internacional y con la presencia de Carlos Baliño, Alfredo López y Julio Antonio Mella, entre otros reconocidos revolucionarios, fue colocada la primera piedra del emblemático edificio —donde hoy radica el Centro Cultural Palacio de los Torcedores—, inaugurado el 14 de julio de 1925, en homenaje al Aniversario 136 de la Revolución Francesa, y al primer gran triunfo de la huelga tabacalera conocida de la Moneda Americana efectuada entre los meses de febrero y julio del año 1907.
Con motivo del centenario de la creación de esta emblemática institución, Monumento Nacional, con fecunda y trascendente historia en las luchas obreras de Cuba, y que desde el año 2015 reabrió sus puertas para convertirse en centro cultural, El Periódico Cubarte dialogó con su directora Isbel Veliz Almeida, quien subrayó que “el principal objetivo de nuestro Palacio ha sido, desde su creación, servir de vínculo cultural y social con la comunidad, abierto a los vecinos y a las instituciones educativas de la zona. En sus salones se llevan a cabo actividades conjuntas que fortalecen el sentido de pertenencia y la identidad local, integrando a niños, jóvenes y adultos en proyectos culturales y de memoria histórica.
“El trabajo comunitario del Palacio —agregó—refuerza su papel como centro de referencia y punto de encuentro para los vecinos de Cayo Hueso, intención en la que la actual dirección de Torcedores, con el reclamo del apoyo de la CTC, los sindicatos nacionales, las instituciones del municipio y el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, se ha propuesto retomar el prestigio y la resonancia social que, antes de la pandemia de la COVID-19, caracterizaron la vida cultural de nuestro centro”.
Al referirse al lema “Palacio de los Torcedores, memoria y germen de la clase obrera”, que preside la jornada por el centenario, Veliz Almeida apuntó que “esta frase resume el espíritu con que hemos asumido la rehabilitación de este espacio donde la historia, la cultura y la comunidad vuelvan a entrelazarse para proyectar un futuro a la altura de su legado; premisa que reclama respaldo, comprensión y, sobre todo, la solución de problemas que entorpecen nuestros actuales compromisos, y que no solo dependen de nuestro interés para alcanzar el noble fin de seguir siendo un referente histórico, cultural y social, comprometido con la preservación de la memoria obrera y la promoción de la vida comunitaria en el barrio de Cayo Hueso”.
Poco tiempo después de inaugurado este edificio con estilo arquitectónico ecléctico, con influencias notables del Renacimiento italiano, se fundaron la Confederación Obrera de Cuba (CNOC), el 6 de agosto de 1925, y luego, a los 11 días de aquel histórico momento, el 17 de ese propio mes, se produjo otro gran acontecimiento, la fundación del Partido Comunista de Cuba (PCC); a partir de entonces, ambas organizaciones estuvieron estrechamente vinculadas al Palacio de los Torcedores y a la lucha de los trabajadores cubanos.
“Mella —dijo Isbel—, con su verbo encendido, defendió la hermandad entre estudiantes y obreros, convencido de que solo la cultura y la educación podían forjar la verdadera libertad, y entre 1925 y 1927, instituyó en nuestras aulas la Universidad Popular “José Martí”, que ofreció educación y cultura a los trabajadores, con la participación, además, de otros intelectuales, entre ellos Rubén Martínez Villena, quien aquí también dejó su huella de poesía y rebeldía y fue despedido por el pueblo habanero tras su muerte en 1936. En este lugar, en 1948, también se realizaron las honras fúnebres del destacado dirigente obrero Aracelio Iglesias, y las de Miguel Fernández Roig, líder del sindicato tabacalero.
“No podemos olvidar —recalcó — a Lázaro Peña, Capitán de la Clase Obrera, quien desde su oficina en este Palacio enfrentó con firmeza los intentos de dividir al movimiento sindical y defendió, con verticalidad de principios, los derechos de los trabajadores”.
Este solemne lugar no solo fue espacio de debates y congresos, sino también de cultura y arte. “El Palacio de los Torcedores es un patrimonio vivo abierto a la comunidad y a la memoria, con profundo simbolismo, vinculado tanto a la historia universal como a la tradición revolucionaria cubana. A su relevancia histórica igualmente se unen los valores artísticos y culturales de este centro, donde trascendió la obra de Paco Alfonso, figura central en la cultura cubana y el teatro popular. Fue actor, director, dramaturgo y cantante, y entre 1943 y 1945 dirigió el Teatro Popular, que fue el primer esfuerzo institucional cubano por acercar el arte dramático a los trabajadores, difundiendo ideas sociales avanzadas y fortaleciendo la conciencia de clase en los sectores populares”, dijo la directora de la institución.
“Además de Paco Alfonso —agregó—, aquí convergieron otros intelectuales y artistas de izquierda que trabajaron al servicio del movimiento obrero y la cultura popular, como Nicolás Guillén, Félix Pita Rodríguez y Luis Felipe Rodríguez, quienes contribuyeron a consolidar al Palacio como un centro de cultura y educación para los trabajadores, promoviendo la unidad entre estudiantes, profesores y obreros. Aquí florecieron bibliotecas, imprentas clandestinas, conciertos, teatro y educación popular, tendiendo puentes entre obreros, intelectuales y artistas”.
Isbel Veliz subrayó que “tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, Torcedores se convirtió en un lugar de culto para honrar la memoria del movimiento obrero y sindical cubano, y en 1967 en este lugar se estableció el Museo Histórico del Movimiento Obrero bajo la dirección de Haydée Guash, viuda del intelectual y dirigente comunista Carlos Fernández Rodríguez. Luego de una restauración capital emprendida por la Central de Trabajadores de Cuba en el año 2012, a partir del 2015 este histórico inmueble funciona como Centro Cultural Palacio de los Torcedores, con la misión de conservar y perpetuar la memoria histórica del movimiento obrero y sindical cubano, así como de servir a la comunidad y a las nuevas generaciones”.
La directora de Torcedores enfatizó que el venidero 14 de julio, a las 2.00 p.m., “realizaremos la gala por el centenario, la cual ha sido concebida a través de la entrega y el talento de artistas profesionales de primer nivel, quienes de forma altruista y desinteresada accedieron a integran el elenco. Será un homenaje a la historia, pero también una reafirmación de nuestro compromiso con la cultura, la justicia social y la unidad de nuestro pueblo. También será testimonio de gratitud a quienes nos precedieron y de inspiración para las nuevas generaciones. El Palacio de los Torcedores es, y será siempre, casa de la Revolución, de la cultura y de la esperanza”.
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