Charly Salgado sabe lo que hace y además dice que los demás lo saben.
Lo que quizás muchos no sepan es que su verdadero nombre es Carlos Franklin Salgado Chirino, que nació en Manzanillo el 8 de noviembre de 1973 y que no es hasta 1986 en que se apropia definitivamente de La Habana.
Que en el año 1988 se gradúa del Nivel elemental de Música, en la especialidad de Trompeta, en la prestigiosa Escuela de Arte “Paulita Concepción” de La Habana y que después, –ahí está lo raro– en 1992 comienza a estudiar filosofía en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, además, de estudiar guitarra en el Conservatorio “Gerardo D. Guanche”, de Guanabacoa.
No todo lo que hace Charly Salgado se sabe y Cubarte quiso averiguar.
¿Podrías brevemente resumir tu vida artística a los lectores de Cubarte?
Sí, resumiendo, como dice Sabina…
Que te tiene bien marcado, ¿no?
Sí, me tiene “marcadito”; Sabina para mí es uno de los gurús de la canción de todos los tiempos. Sabina para mí es un maestro.
Yo empecé a cantar finales de los 90; luego entré en la Asociación Hermanos Saíz, después en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. En el 2001 grabé un demo bajo el título Podrás decirme; en el 2003 entonces, vino mi primer disco Buscando caminos, con la EGREM y en el 2005 el Centro Pablo de la Torriente Brau organizó un concierto del que resultó un disco en vivo titulado Entre la trova y la post trova y luego hice un disco de un proyecto de la AHS que se llamó Verdadero complot.
Y tengo temas en discos como el homenaje por los 60 años de Silvio Rodríguez, también del Centro Pablo que se llamó Te doy una canción y en un CD que se produjo durante la etapa que estuve en Venezuela en la Misión Cultura corazón adentro.
¿Dónde fueron tus primeras presentaciones?
Empecé en La Madriguera de la AHS, con una peña que duró tres años a la que le puse El Viernazo, pero que todo el mudo le decía La peña de Charly; Buscando caminos es fruto de esa peña.
También hice conciertos en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes y varios en el Centro Pablo y en Venezuela en los años 2007, 2010 y 2011.
¿Cómo llegaste a ser un trovador?
Yo aprendí tocando las canciones de Silvio, de Pablo, de todos los cultivadores de la Nueva Trova en general; cuando uno tiene el bichito de hacer canciones desde que empiezas a tocar guitarra te vienen ideas, aunque después pasen años para hacerlas.
Aprendí canciones de Santiago Feliú, de Carlos Varela, de Frank Delgado y de todo el rock argentino, mucho de Fito Páez, y de todo eso hay en las canciones que empecé a componer.
¿Y dónde me dejas la trova tradicional?
Sí, claro, hay de la trova tradicional; mi abuela Pura Benemelis, tocaba la guitarra, era trovadora, mi bisabuelo también; nosotros somos de Manzanillo y la Casa de la Trova de allí, lleva su nombre, Jaime Benemelis.
De alguna manera todo el mundo en mi familia canta, toca guitarra o ha estado vinculado a la música en las distintas generaciones; hasta mi Papá toca dos o tres canciones.
Siempre viví en un ambiente de mucho guitarreo; cada vez que había una fiesta, un fin de año, mi abuela agarraba la guitarra y no paraba de cantar.
Ciertamente hay bastante de la trova tradicional, quizás no es evidente, pero ahí está.
Pero después de estudiar música estudiaste Filosofía en la Universidad de La Habana…, normalmente es al revés…
Sí, pero yo estudié filosofía después; a veces digo en broma que si quieres ser trovador estudia filosofía…
Toni Ávila también…
Sí, mi amigo y colega, en eso coincidimos. De alguna manera la filosofía me ayudó a…, no sé si a una visión del mundo más profunda pero sí a construirme espiritualmente, fue una etapa de muchas lecturas, súper importante para mí.
Yo estaba en la Escuela de Música, estudiaba trompeta y la escuela llega un momento que te satura, tenía que estudiar mucho, muchas horas, porque es muy difícil; a veces estudiar música se vuelve tedioso, al menos yo necesitaba desintoxicarme y entonces vino esa época en que salí de la enseñanza artística y entré a la Universidad lo cual fue para mí muy significativo.
A la vez muy raro porque fue como que me empecé a desintoxicar de la música y a la vez a extrañarla, como proceso de desintoxicación al fin. De ese tiempo son mis primeras canciones.
En tus canciones se aprecia que la filosofía te ha brindado buenas armas para la interpretación de la realidad, porque tus temas están comprometidos desde lo social, no están alejados de los conflictos más actuales, tus discursos son cuestionadores, pero desde el análisis y la definición de posiciones.
Yo creo que no te lo hubiera podido explicar mejor; así mismo es, la filosofía es una herramienta, porque uno tiene inquietudes sociales y de todo tipo que a veces no sabe cómo expresarlas y la filosofía en ese sentido me ayudó muchísimo, también en cómo proyectar esas inquietudes, decirlas desde el conocimiento, pero envueltas en el ropaje metafórico; a veces no es tan evidente otras sí es más directo.
La filosofía es una herramienta increíble, como lo es también la guitarra que es el mata aburrimiento más perfecto que existe, no te hace falta computadora, ni electricidad, solo tú, solo haces falta tú.
Yo siempre le agradecerá a mi abuela que me regaló la primera guitarra, aunque en ese momento yo no entendí por qué ella quería que aprendiera a tocarla y luego cuando me pasó la rebeldía terminé agarrando la guitarra y descubrí que es como la lámpara de Aladino, que tú la frotas y al final siempre te regala algo interesante; como dijo Silvio una vez, que la guitarra te obliga a sentarte y estudiarla pero que si tú le dedicas tiempo ella siempre te lo va a agradecer.
Háblame de tu venidero video clip.
Es de un tema muy nuevo que se llama Si yo supiera que el mundo se va a acabar, que está medio influido por el flamenco, quizás tiene un poco de Sabina…
¿Y de qué va? ¿De las cosas que harías sí tuvieras esa certeza?
Esa es la idea, y la voy mezclando con otras cosas mías pasadas; digo que empecé buscando caminos, que me burlé de la soledad y ahora sé cuál es mi destino; es como un resumen un poco jocoso de lo que he hecho y a la vez de lo que haría si supiera que el mundo se va a acabar y aparecen también cosas que no hice.
¿Quién va a dirigir el video clip?
Bueno lo haré de conjunto con Mauricio Figueiral, que como sabes es trovador pero también graduado de Medios Audiovisuales del Instituto Superior de Arte, es muy buen realizador y hace sus propios videos, los de otros artistas y bueno el nuestro, claro.
¿Cuándo empiezas?
Quiero arrancar ya a trabajar en la grabación el mes que viene con Iván Leyva, guitarrista y productor musical de mis discos, para tratar de rodar en noviembre.
¿Y después del video clip?
Seguiré cantando el primer viernes de cada mes en La Tertulia del Sur, en la que –como ya he dicho–, somos pocos, pero a mí me parece que hay como mil quinientas personas por la calidez de los asiduos.
Estaré de concierto el viernes mensual que me toque en El Sauce de Artex y en el Centro Cultural “Vicente Revuelta”, La Casona de Línea para todos, mantendré mi peña el último domingo de cada mes con mis invitados.
La próxima es entonces el 25 de septiembre ¿con quiénes te presentarás?
Me voy a presentar como siempre con mi banda, con la que ando desde hace 15 años, y tengo como invitados a un grupo de la Isla de la Juventud que se llama Patio ajeno y a una trovadora muy joven de Villa Clara, Yeny Turiño; trato de acompañarme de gente que se esté dando a conocer, pero que tenga calidad.
Para esta ocasión he invitado al poeta Toni Borrego y entonces compartiremos poemas y canciones.
¿Y no harás próximas presentaciones en otras provincias del país?
Sí, me voy del 5 al 10 de octubre para Manzanillo, a participar como cada año en un evento que hace el Consejo de las Artes Escénicas que se llama La Cultura es un batazo.
¿Crees que ya tienes tu público?
Bueno, espero que sí; creo que ya hay gente que va reconociendo mis canciones, si al menos no reconocen las canciones o alguna en específico, sí saben lo que hago.
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