La X edición del Coloquio Timbalaye se desarrolló en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Este año está dedicada a los tambores batá, representantes de los pueblos de África y legados como herencia cultural a nuestra nación.
Fue presentado, además, el programa de la XV edición del Festival Internacional Timbalaye la “Ruta de la Rumba”, que se celebrará del 20 de agosto hasta el 1 ro de septiembre de 2023.
El evento estuvo presidido por Miguel Barnet, poeta y etnólogo cubano; Ulises Mora Valiña, presidente de Timbalaye y promotor internacional de la cultura cubana; Sonia Pérez; presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y Jesús Gómez Cairo, Director del Museo Nacional de la Música.
“La rumba fue declarada patrimonio inmaterial de la Humanidad por su resistencia, por su permanencia... la rumba se baila hasta en el vientre de la madre, eso parece insignificante; pero recuerdo que el mexicano que estaba al frente de la comisión de Patrimonio en ese momento me dijo que a veces las cosas que parecen insignificantes, deciden”, expresó Barnet.
Seguidamente propuso lograr, de conjunto con el Ministerio de Cultura, el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación de los Tambores Batá.
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En palabras del propio intelectual nos cuenta que :
“Cualquiera de esos tambores que existen en Cuba con sus variantes podían ser declarados patrimonio”.
“El tambor Batá no es un tambor cualquiera, no es un tambor arará, ni Congo, son tambores que van más allá de su finalidad honoraria. Van más allá del alma”.
“Los mensajes tienen más que ver con la espiritualidad que con la sensibilidad musical y eso lo tenía bien claro Fernando Ortiz en uno de los 5 tomos que escribió sobre la música…Ahí decía cosas muy interesantes sobre los instrumentos y la enorme variedad de tambores que heredamos… Este tambor que tenemos aquí, hace 100 años atrás lo tocaban manos africanas ahora lo tocan manos cubanas hijos, nietos y descendientes...”
“Hoy los tambores batá son tan cubanos como la palma real. Se transculturaron. Perdieron un elemento pero ganaron la cubanía, la espiritualidad. Se nutrieron no solo del dolor de la esclavitud... estos instrumentos, estos batá se hicieron cosmopolitas gracias a Cuba”.
“La meca hoy de la regla de Osha es Cuba, sobre todo la zona occidental. En Nigeria está religión dejo de ser predominante, ahora es el Islam”.
“Quiero terminar mis palabras haciendo un homenaje a los grandes constructores de batá, aquellos cuyos nombres no están recogidos en los anales de la historia, los africanos. No conocí a ninguno de esos pero sí a un descendiente directo: Esteban Montejo, el cimarrón de mi libro. Él me relató lo que significaba un toque de tambor batá un domingo en un barracón...”
“Los tambores batá llegaron incluso hasta los cabaret, los teatros, fueron empleados en el cine mexicano. Los primeros tambores lo llevó Miguelito Valdés”.
“Celia Cruz, que es una grande que también, le dio prestigio a Cuba en el mundo. Hasta Ernesto Lecuona lo introdujo en su orquesta...”
“El batá cubano es distinto del nigeriano que no tiene faldera.La faldera es el nacimiento, es un tambor que procrea como una mujer y todo eso tiene una mitología...eso maravilloso que se llama “el misterio”...”
—¿Qué es el misterio para los cubanos?
“Es esa defensa que tenemos, esa resistencia que no vamos a compartir”, concluyó Barnet.
Acabada la ponencia la agrupación folclórica Iyerosun ofreció un mini concierto.
El Coloquio contó con la participación de importantes figuras de la cultura como el Ministro Alpidio Alonso Grau, la Directora Provincial de Cultura, Maité Vigoa; la actriz y Premio Nacional de Teatro 2022, Corina Mestre así como otros funcionarios, directivos de agrupaciones afrocubanas, bailarines de folclore y la prensa nacional y foránea.
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