El Archivo Fílmico Icaic dio por concluida su primera etapa de trabajo en su nueva instalación, ubicada en Tulipán y Bellavista, Plaza de la Revolución. Esta primera fase fue reconocida en un breve encuentro con los trabajadores del Archivo y otros miembros del Instituto, entre ellos, su presidente, Ramón Samada; el director de la Cinemateca de Cuba, Luciano Castillo; y el director de desarrollo técnico, patrimonio e inversiones, Francisco Cordero.
“Con el fin de garantizar la conservación y preservación de la memoria histórica del país y su impacto cultural, racionalizar el uso de las instalaciones y unificar la actividad del Patrimonio del Icaic, se incorporaron las Instalaciones del Archivo Fílmico a las del antiguo Laboratorio Cinematográfico”, explicó el director del Archivo, José Antonio Cangas.
“Asimismo, se estableció una estructura para garantizar el cumplimiento de los objetivos, que incluye un departamento de servicios a la producción, conformado por áreas especializadas en la catalogación de todo contenido archivado por título, temática o época; y en la asesoría o muestreo de imágenes en materiales audiovisuales, fotos, revistas, etc; así como un departamento de restauración y conservación de fondos cinematográficos, compuesto por talleres para el tratamiento de los materiales y áreas destinadas al proceso de transferencia de soporte celuloide a digital”, señaló.
Hasta el momento, según apuntó Cangas, se ha logrado unificar toda la fuerza de trabajo vinculada a la actividad patrimonial; se han estabilizado las condiciones de conservación de los materiales originales, duplicaciones y copias en bóvedas con parámetros debidamente controlados; se han acondicionado tres talleres para la revisión y restauración de los materiales y existe una mayor interrelación entre áreas y control de ciclos de trabajo, lo que ha incrementado la confiabilidad en el resultado y capacidad de servicios.
El Archivo Fílmico pretende establecer permanente intercambio con la comunidad, y para ello se trabaja en la habilitación de una sala de consulta de videos, fotos, revistas y textos cinematográficos; así como un área para el muestreo de equipamiento cinematográfico e instalaciones tecnológicas de los procesos. Existen también un espacio para la exposición de imágenes y temáticas relativas al cine, una pequeña área exterior destinada al intercambio con la comunidad, y se mantienen las funciones en las salas de proyección en 3D.
“El objetivo inmediato debe ser la estabilidad y mejora que requiera lo logrado, para dar comienzo a una segunda etapa que nos permita asumir la custodia y conservación de todo tipo de soporte digital. Es necesario reconocer, además, el desempeño de la brigada de mantenimiento de la Distribuidora Nacional, el apoyo permanente por parte de los propios trabajadores del Archivo Fílmico, y la inteligencia y perseverancia del proceder de los directivos del Icaic”, concluyó Cangas.
Como metas puntuales, Francisco Cordero señaló garantizar los recursos técnicos, materiales y humanos que se requieren para la restauración sistemática de las películas, fotos, carteles y documentos, y potenciar la digitalización de los fondos cinematográficos.
Por su parte, Luciano Castillo comentó: “Solo quiero añadir una frase que ha sido promovida por la Federación Internacional de Archivos Fílmicos y que lo resume todo: ‘Salvar el pasado para el futuro’. Todo el esfuerzo que se haga siempre será insuficiente, por tanto, es tarea de todos”.
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