Concluye evento teórico de Casa de África


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El XXIX Seminario Internacional de Antropología Social y Cultural Afroamericana, convocado por el Museo Casa de África con el apoyo de la Oficina del Historiador de la Ciudad, concluyó luego de intensas jornadas de trabajo, debates y actividades culturales.

Un recorrido por lugares significativos vinculados con la presencia africana en la provincia de Matanzas, cerró el telón de la cita que reunió cerca de 120 expertos y portadores de 9 países del amplio caudal y legado africano. El periplo por la llamada Atenas de Cuba comprendió una visita al Castillo de San Severino, el cafetal La Dionisia, el ingenio Triunvirato y las ruinas del cafetal Sumidero y Sabanazo; además de la inauguración de dos exposiciones: una por el 30 aniversario del proyecto Ruta de las personas esclavizadas y otra dedicada al arte tradicional africano.

La tercera y última jornada científica resultó llamativa, parte de esta se dedicó al cuidado y promoción del patrimonio ligado a la cultura africana, así como a la labor pedagógica en la transmisión de sus saberes, tanto dentro y fuera de Cuba. Igualmente, se dedicó un panel a la mujer negra en la poesía y las claves del cimarronaje en la obra de la recordada investigadora Dra. Ana Cairo, una de las figuras a las que se dedicó el encuentro.

El periplo por la llamada Atenas de Cuba comprendió visitas a sitios de interés patrimonial relacionados con el objeto de estudio del Seminario.

Otra de las secciones, de notable asistencia y bien recibida por los presentes, fue la dedicada a los procesos históricos y contemporáneos de las migraciones, moderada por el Dr. Antonio Aja, director del Programa de Estudios sobre Latinos en Estados Unidos, de Casa de las Américas, en la que destacaron las intervenciones de Ana Niria Albo Díaz, investigadora de dicho Programa, y la del Dr. Annino Accone, de Italia, que versó sobre las migraciones cubanas en ese país y España.

Muy aplaudida por todos la exposición de Ana Niria, quien comentó sobre la emigración cubana actual sin olvidar la sistematización histórica que merece un tema como ese: “creo, en primera estancia, que estamos en un pico migratorio internacional, bastante elevado, de cubanas y cubanos; no es una rareza estudiarlo, pensarlo; Cuba es una nación marcada por los procesos migratorios, es una nación que se formó gracias a procesos de emigración muy fuertes”, comentó al Periódico Cubarte.

“Pensamos que, desde el punto de vista político, económico, social, cultural e histórico, Cuba ha estado permeada por esas migraciones externas; Martí desarrolló toda su labor intelectual, cultural y revolucionaria, en gran medida, fuera de Cuba; el poeta Heredia también lo hizo, igual el presbítero Félix Varela. Son muchos los ejemplos”, aseguró.

Con su intervención, resultado de una profunda investigación, puso sobre el tapete importantes pautas como “el hecho de que la migración es una variable que está influyendo muchísimo en la transición demográfica que está viviendo Cuba hoy: un proceso de envejecimiento poblacional, notable, que se acelera con las bajas tasas de fecundidad y los amplios niveles de migración externa”, subrayó también.

Con estos argumentos, la también profesora auxiliar del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, logró comentar los principales retos y desafíos que tiene “nuestro país hoy como emisor con su emigración; en primera instancia, seguir provocando esa circularidad, entender que nuestros migrantes pueden ser parte del desarrollo cotidiano, de nuestra vida, de nuestro desarrollo socioeconómico también; y ello implica una concientización de esos vínculos que quieren tener nuestros migrantes con Cuba; vínculos que exceden los lazos que ya tienen con sus familias, sus barrios, sus comunidades; está probado que quieren ir un poco más allá”, señaló.

“Un segundo desafío sería seguir fortalecimiendo también esos vínculos con los hijos de los emigrados y residentes cubanos en el exterior. Otro reto sería tratar de lograr lo que hace el Ministerio de Cultura con sus artistas e intelectuales que viven en el exterior: incluirlos en sus eventos y sus prácticas habituales, creo que ha sido una institución en la avanzada al respecto y hay ejemplos de sobra, como el Festival Internacional Jazz Plaza, cada año supera la cifra y presencia de músicos cubanos allende los mares”.

A la par de todo esto y la voluntad como país y estado de fortalecer estos vínculos, opinó la especialista “hay que crear un poco más de conciencia de la posibilidad de mantener esos vínculos; estaría determinada por continuidad en la variación del imaginario sociopolítico en cuanto a comprender qué cosa es la emigración; creo que hay que tratar de pensar  que un migrante no es un número, un migrante es una historia, un proyecto de vida, es una persona que se acompaña de una cultura, de decisiones”, precisó.

"Si cada vez más tenemos conciencia de esa perspectiva y dejamos de pensar en el migrante simplemente como una cifra, nos vamos a estar acercando cada vez más, como país, al ideal de nación que queremos”, concluyó.