Este jueves, durante la segunda jornada de sesiones del primer Congreso de la Décima y el Verso Improvisado, sus delegados debatieron problemáticas relativas a la décima escrita que se cultiva en la mayor de las Antillas.
Miguel Mariano Piñero, presidente del Grupo Nacional de Escritores Rurales en San José de las Lajas, Mayabeque, expresó en su intervención que la creación de certámenes, talleres especializados, proyectos y premios como el Cucalambé impulsaron el desarrollo de la décima escrita en Cuba en la década de los 90 y lo que va del siglo XXI.
En su ponencia destacó que existe una voluntad neovanguardista de sacar a esa estrofa de su molde tradicional para demoler su apariencia y verla como hija pobre y bastarda de la poesía.
Piñero afirmó que en la nación antillana la décima se reivindica en la lírica de José Martí, Jesús Orta Ruiz, José Lezama Lima, Nicolás Guillén, Eliseo Diego y Carilda Oliver Labra y puede competir en igualdad de condiciones con la mejor poesía que se hace en el país en la actualidad.
Esa composición poética, según Piñero, se inserta cualitativa y cuantitativamente en el mapa de la poesía del territorio nacional y a nivel internacional.
Virgilio López Lemus, escritor y crítico literario, destacó que esa estrofa compuesta por diez versos octosílabos en su modalidad escrita se ha desarrollado con nuevos moldes que van más allá de su estructura original, lo cual no significa destrozar el camino de la tradición que iniciaron los poetas cuyas letras aludían a la naturaleza y al amor.
Subrayó que la décima escrita se encuentra ligada a la oralidad y también a lo popular, sobre todo en provincias como Holguín y Las Tunas que, junto a Ciego de Ávila, Camagüey y otras zonas del país, constituyen verdaderos templos de ese estilo.
En los debates, el poeta Agustín Serrano Santiesteban rindió homenaje a Gilberto Cruz Rodríguez (Pucho), decimista de origen holguinero cuyo intenso quehacer devino en constantes aportes a la décima escrita cubana.
De Pucho, Serrano Santiesteban exaltó sus influencias de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, y de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, que resultaron claves para sacar a la luz textos como Motivos y Transeúnte del tiempo.
Sus obras marcaron el inicio de un movimiento de la décima en su natal Holguín y, en consecuencia, de los talleres que emprendió para formar a las nuevas generaciones en el arte de componer esas estrofas, subrayó Serrano.
Dijo que Cruz Rodríguez debe colocarse como uno de los protagonistas del escenario cultural cubano.
Este 7 de octubre concluirá el primer Congreso Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, evento que celebra el centenario del Indio Naborí, así como el quinto aniversario de la declaratoria del Punto cubano como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y los 10 años de que el Repentismo obtuviese la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
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