Fue el Conjunto Folklórico Nacional una de las primeras agrupaciones danzarias creadas tras el Triunfo Revolucionario de 1959. Apenas transcurrían dos años luego, nacía una compañía que sería simiente de la danza folclórica de la mayor de las Antillas.
Desde su fundación el 7 de mayo de 1962, la agrupación se propuso contribuir al rescate y rehabilitación de las raíces danzarias y musicales cubanas, pudiendo seleccionar aquellas manifestaciones de verdadero valor artístico, para organizarlas de acuerdo con las más modernas exigencias teatrales, pero sin traicionar su esencia folklórica.
En sus inicios, la compañía se nutrió de personas aficionadas que por tradición familiar dominaban las técnicas danzarías y las tradiciones afrocubanas; hombres y mujeres del pueblo que desempeñan diversas ocupaciones y que aprendieron estos bailes producto de su formación familiar y lo conservaron por medio de la tradición. La selección se realizó sobre la base de los conocimientos y habilidades artísticas que mediante pruebas realizaron cada uno. Entre los 56 miembros que de inicio tenía el grupo había conocedores de varias manifestaciones como Yoruba, Congo, Abakuá y Rumba.
Hoy después de varios años de su fundación, ha desarrollado un estilo depurado, con una técnica y un estilo singular, de gran efectividad escénica y estética que es reconocible en el panorama escénico del país. Nombres como Manolo Micler, director del conjunto y merecedor por su constancia y consagración del Premio Nacional de Danza 2017, Julia Fernández, fundadora de la compañía, o las maître Leonor Mendoza, Lazara Nápoles y
Dariana Ortíz, entres otros nombres imprescindibles en la historia del Conjunto, han desempeñado un rol fundamental en el desarrollo y permanencia de la compañía danzaría que con el tiempo, ha logrado la maternidad de otros colectivos defensores de las tradiciones afrocubanas arraigadas en nuestra cultura.
En sus casi seis décadas de vida, El Conjunto Folclórico Nacional ha recorrido un largo camino en la búsqueda y reflejo de las nuestras costumbres y tradiciones a través del arte danzario. Cuenta con un amplio repertorio que ha merecido el reconocimiento en escenarios nacionales y foráneos.
Hoy la compañía se nutre principalmente de talentosos jóvenes formados en las escuelas de arte del país y de la especialidad de Danza Folclórica de la Universidad de las Artes ISA, además de bailarines con extraordinarios dotes del movimiento de artistas aficionados.
Próximo a cumplir sus 60 años de fundación, El Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, se consolida como una escuela vital de indagación en nuestras tradiciones músico –danzarías; un laboratorio de retroalimentación constante que apuesta por la preservación de las esencias de la cultura cubana
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