Cuba Libre, nuevo filme del realizador cubano Jorge Luis Sánchez, compite en la 37 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en el apartado de largometrajes de ficción.
En conferencia de prensa realizada en el Salón 1930 del Hotel Nacional de Cuba, sede del Festival, Jorge Luis Sánchez, junto a una parte de su equipo de realización y de actores, profundizó en las intenciones y propósitos de la cinta.
El también director de El Benny, se refirió principalmente al filme desde el punto de vista histórico y de su lectura en el presente de Cuba, de cara a la normalización de las relaciones con los Estados Unidos.
Sánchez comentó que había empezado el guión del filme en al año 1998, y que es la historia de dos niños en un contexto absolutamente trágico como fue la entrada de los Estados Unidos en el año 1898 como aliados de los cubanos para combatir contra España y terminan siendo un ejército de ocupación según el Tratado de París.
“Esto requirió de mucha investigación porque como los grandes perdedores fuimos los cubanos, los que escriben la historia no tocan mucho esta etapa, en el presente algo más, y los norteamericanos incluso la llaman la Guerra Hispano-Norteamericana, y los españoles como fue la gran derrota tampoco la tratan mucho, quiere decir que me encontré con unos huecos de información sobre este hecho que tuve que rellenarlos investigando mucho a través de fotografías , alguna bibliografía y por supuesto con la imaginación”, aseguró.
Explicó entonces que en el 2012 la dirección del ICAIC aprobó el financiamiento para el rodaje y que mantuvo una clara la de que la película tenía que tener una gran autenticidad de época, un alto rigor en cuanto al trabajo de arte, con el color, los vestuarios, con los detalles de los tejidos, todo lo cual dificultaría la producción.
“Esta película es un sueño, es de las que más quiero, francamente no me importa la reacción de la gente, yo quiero mucho esta película, si les gusta… bien, si no…, yo quiero mucho esta película, porque fue una gran idea durante mucho tiempo, para mí ha sido un regalo enorme de la vida”.
A la pregunta de si el guión había sido transformado después de las declaraciones del 17 de diciembre de 2014, acerca de las relaciones Cuba-Estados Unidos, Sánchez respondió: “puedo decir con absoluta sinceridad que lo único que cambió en la película fue el título”, y más adelante añadió que ese suceso le reforzó una de las tesis de Cuba Libre “el ejercicio de la responsabilidad que hicieron los cubanos en aquel tiempo y que nos toca hacer ahora; los cubanos de 1898 se equivocaron, y permitieron que los norteamericanos hicieran lo que les diera la gana; eso la historia no lo cuenta así, pero se equivocaron (…) y esas coordenadas pueden estar gravitando sobre el futuro”.
Iohamil Navarro, productor de la cinta por su parte reconoció profundamente la colaboración prestada por el Fondo Cubano de Bienes Culturales y su anterior director Jorge Alfonso; “fue un compromiso serio, un compromiso real que se materializó en 24 horas; el Fondo nos dio la capacidad de producir lo que no hubiéramos sido capaces de producir con nuestra estructura de financiamiento. El aporte fue decisivo, se ve en pantalla perfectamente dónde está la mano del Fondo, que está en cada cuadro del filme”.
La película se estrenará el 17 de diciembre, justo cuando se cumple un año del anuncio del comienzo de la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Al final del encuentro Cubarte pudo completar algunas interrogantes con Jorge Luis Sánchez.
¿Esperas que Cuba Libre ayude un poco a las personas a reaccionar consecuentemente de cara al nuevo escenario de las relaciones Cuba-Estados Unidos?
Yo creo que sí, eso es un propósito de la película; como yo parto de que en ese momento los cubanos nos equivocamos, ese es el punto de vista contemporáneo de la película: que entendamos ese pasado como una mirada hacia el presente, de que Cuba tiene que ser libre, que Cuba es de los cubanos y que somos nosotros los que tenemos que decidir lo que hacemos aquí; porque están los cantos de sirena, y somos vecinos, y tú no puedes estar con el vecino puerta con puerta tirándole, tú me dices y yo te digo.
Tenemos que ver cómo nos proyectamos, eso fue un propósito antes del 17 de diciembre del 2014, ahora es una necesidad, una luz, modestamente, porque una película no cambia nada en la mente de las personas.
¿Fue esta la principal motivación entonces?
Sí, ahí está; hay otras motivaciones porque si ves la película solo desde el punto de vista de los niños, sacas una lectura, si la ves a partir del personaje de José María, el que se suicida, -como se suicidó la República-, es otra lectura; si vas al mambí que se abre demasiado con los americanos, otra, si miras el que decide entregar las armas, otra y así, hay muchas lecturas.
Que son las diferentes reacciones de la gente ante el conflicto…
Claro, el que claudica, el que no puede, el que no entiende, el que no sabe; exactamente.
¿Cómo crees que llegará la película a los niños, a los adolescentes?
Lo primero es que no sé si la película es para mayores de doce, no sé cómo el ICAIC la va a estrenar, pero me están llegando a partir de la proyección de anoche, personas que fueron con sus hijos adolescentes y a estos les gustó mucho , y ojalá que Cuba Libre les descubra un mundo y que salgan a buscarlo, a leerlo, que lo conversen con sus mayores, ojalá; no por gusto están los niños en la película, sino porque son el futuro, “la esperanza del mundo”, como dijo Martí, ahí también hay una preocupación de cara al futuro.
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