¿Cómo crear un evento cultural proveniente allende los mares?, ¿existe personalidad jurídica para que un cubano emigrado, residente en otros lares lo acometa?, ¿cómo hacerlo en medio de un bloqueo feroz económico que, con solo mencionar a Cuba, impide la concertación del mismo y las transacciones financieras derivadas?; estas y varias interrogantes más fueron expuestas y analizadas en el Foro de Industrias Culturales y Creativas del II Festival Cultural con Cubanos Residentes en el Exterior Cuba Va conmigo, desarrollado en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Y vienen surgidas de un elemento insondable e indivisible: el amor por la tierra natal que está presente y perdura estés donde estés; dónde quiera que se permanezca, estos hermanos piensan a Cuba desde toda su anchura existencial y creativa. De ahí el interés en fomentar acciones para incrementar la dimensión, alcance, hechura y valía de la cultura cubana – de las cuales son deudores eternos—, desde los países en que residen.

Eventos autofinanciados y generados por ellos mismos, la participación en eventos del patio, la retroalimentación necesaria entre los de aquí y los de allá, la existencia de una Escuela Cubana Internacional de las Artes en todas las manifestaciones y en la que estén involucrados en su accionar artistas cubanos fuera y dentro de la isla– es conocido el prestigio de la enseñanza artística cubana, generaría ingresos a la nación—, la visualización y posicionamiento online de las ofertas de nuestra industria cultural, entre otras, fueron algunos de los puntos vistos por los artistas e intelectuales radicados en otras naciones.

La directora de Desarrollo de las Industrias Culturales y Cooperación del Ministerio de Cultura (MINCULT), Ana María Pellón, junto al equipo de especialistas que dirige en diferentes áreas –donaciones, cooperación internacional, etc.—, explicó y puso al corriente de los presentes el amplio diapasón de posibilidades para cumplimentar esas metas en Cuba, partiendo de una política cultural bien delineada y establecida que, en primer lugar, defiende los valores auténticos.

Conceptos como la sustitución de importaciones desde la generación de un producto cultural cubano que compita en concepto y calidad con los de otros países, los compromisos contractuales, la repatriación de utilidades de los servicios culturales en diferentes partes del mundo, hoy impedidos por el bloqueo y a lo cual se ha optado por la implementación de pasarelas de pago; los recursos legales para la tramitación de las donaciones, tan señaladas por los presentes y, la metodología para proyectar desde el exterior un evento en Cuba, su patrocinio, entre otros elementos, fueron expuestos a los presentes.

Paradiso, Agencia de Turismo Cultural, es la puerta de entrada a Cuba para instaurar posibles entendimientos y colaboraciones desde la cultura, así como la gestora y entidad ejecutiva de estos, le hizo saber Ana María a los interesados.

Se presentó el Catálogo de Eventos del MINCULT, 2024; los diferentes programas de superación académica, asesoramiento, becas que ofrece nuestro sistema cultural involucrados con otros países y regiones del mundo, como es el programa Transcultura de la UNESCO, entra otras acciones concretas y experiencias pilotos que pueden convertirse en futuros emprendimientos. El encuentro concluyó con debates intensos.

Las industrias culturales y creativas en Cuba, producen valores culturales y riqueza en lo económico-financiero, impactan en la calidad de vida de la población que los genera y consume, en los procesos integración, cohesión y cooperación sociales y en la memoria e identidad individuales y colectivas.

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