Entre los miembros del jurado de Literatura testimonial correspondiente a la Edición 58 del Premio Casa de las Américas se encuentra el poeta, narrador y promotor cultural cubano Arístides Vega Chapú (Santa Clara, Las Villas, 1962).

A este connotado escritor se le conoce además por su labor como guionista y conductor del espacio televisivo Conversaciones, además de que sus trabajos periodísticos y poemarios han sido publicados en diversas revistas cubanas y extranjeras. Ha participado también en eventos literarios y ferias del libro en Argentina, Chile, Venezuela, Costa rica, Nicaragua, Panamá y en los Estados Unidos. Entre sus incontables premios se hallan el de Poesía 13 de Marzo (1988), el Premio Internacional Nicolás Guillén (2001), el Nacional de Poesía Navarro Luna (2002), el Premio Carmen Luisa Pinto “Pluma de Oro” (2014) y el Fundación de la Ciudad de Santa Clara en cuento (2015). Es autor de una veintena de libros de libros de poesía, varios de cuentos y novelas (tanto para adultos como para jóvenes), al igual que del volumen de testimonio No hay que llorar, con el que obtuvo en 2011 el Premio Memoria del Centro Pablo de la Torriente Brau. Asimismo, entre otros reconocimientos, posee la Distinción por la Cultura Nacional.

A pocos días de darse a conocer el fallo final del jurado en este certamen, Vega Chapú accedió conceder una entrevista a la publicación digital Cubarte, en la cual destaca su apreciación personal referida a “la salud actual” de la Literatura latinoamericana y, en especial, de la cubana.

Estimo que la Literatura cubana actual posee una gran solidez, y esto se aprecia sobre todo en su calidad y en cantidad de creadores de distintas generaciones quienes aún se mantienen muy activos en su escritura. Ejemplo de ello es que si observas el panorama de la Isla existen escritores de la década de los cincuenta que están tan activos como cualquier gran grupo de jóvenes quienes en estos momentos comienzan a presentar sus textos de gran valía y saber. Incluso, sus publicaciones se hacen notar en las editoriales que posee la organización Hermanos Saíz.

En relación con la Literatura latinoamericana puedo afirmar que este continente se descubrió realmente a partir de ella; rememoremos a los cronistas, y a la gran cantidad de personas dispuestas a contarlo. Por ejemplo, en el género testimonio --donde actúo como jurado--, es grande, es notoria la presencia de escritores de una calidad destacable. Es por ello que resulta muy difícil hallar una obra que esté por encima de las demás. Es realmente difícil. NO es que todas ostenten igual nivel, sino que existen muchas que ostentan un excelente nivel. Por tanto, estimo que ambas literaturas están viviendo un gran momento.
En lo personal, siempre estoy trabajando. En estos momentos escribo un libro de poesía, a la vez que trabajo en una novela que concluí hace un año titulada Hombre que silba. Igualmente, mi proceso con la revisión de una obra es mucho más lento que el de creación. Puedo crear una novela –digamos—en cuatro, cinco, seis meses pero después puedo demorar un año o más en revisarla, en profundizar más en ella y, es en este proceso en el que ahora me hallo.