Del patrimonio cubano… (II parte)


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El Parque Nacional Alejandro de Humboldt es una de las maravillas más significativas de la naturaleza cubana. Ostenta la segunda categoría de manejo entre las áreas protegidas de Cuba, solo precedida por la Reserva Natural, la más estricta en su manejo y conservación.

Según el Decreto-Ley 201 del SNAP, que es la legislación que establece estos diferentes órdenes de manejo, se considera Parque Nacional al área terrestre, marina, o una combinación de ambas, en estado natural o seminatural, con escasa o nula población humana, designada para proteger la integridad ecológica de uno o más ecosistemas de importancia internacional, regional o nacional y manejada principalmente con fines de conservación de ecosistemas.

Como fue expresado en la primera parte de este artículo (ya publicado) que tratan aspectos del patrimonio natural cubano aprobados en el mes de septiembre, el Parque Nacional Alejandro de Humboldt se encuentra en la subregión natural Sagua-Moa-Baracoa y constituye una de las zonas núcleo de la Reserva de Biosfera Cuchillas del Toa. Comprende el extremo más oriental del país y ocupa territorio en los municipios de Sagua de Tánamo y Moa, de la provincia de Holguín, así como los municipios de Yateras y Baracoa, de la provincia de Guantánamo.

Es una de las Áreas Protegidas más importantes de Cuba, en cuanto a la biodiversidad, riqueza de especies y endemismo de su biota, así como por constituir en la actualidad el mayor remanente de los ecosistemas montañosos conservados de Cuba. Por ser uno de los principales centros evolutivos del Caribe, constituye un puente biogeográfico y sitio de refugio de la biota caribeña y americana.

Desde el punto de vista regional, posee los mayores niveles de biodiversidad y endemismo de las islas occidentales y es uno de los mejores y más completos representantes de los bosques tropicales insulares húmedos del neotrópico. Es un ejemplo representativo mundial de formaciones vegetales de carácter azonal (Bosques húmedos y Matorrales).

El Parque posee los hábitats naturales más representativos e importantes para la conservación de la biodiversidad en el Caribe insular entre los que se destacan las pluvisilvas cubanas, el bosque nublado, matorral xeromorfo subespinoso sobre serpentinita (charrascal) y el pinar de Pinus cubensis, entre otros.

Por sus valores naturales ha sido reconocido por la UNESCO (2001) Patrimonio Natural Mundial de la Humanidad, así también el programa de Bird Life International lo ha considerado Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA).

Entre otros de los muchos de sus valores que posee el territorio se encuentra el que entre 1957 y 1958 el territorio formó parte del II Frente Oriental, dirigido por Raúl Castro Ruz, y fue una de las primeras regiones liberadas por el Ejército Rebelde.

Sus cerca de 70 mil hectáreas están ubicadas en la zona más lluviosa y fresca del país, presentando condiciones climáticas determinadas por los vientos alisios y la influencia del relieve, que provocan la caída de abundantes lluvias; (uno de los más importante niveles de precipitaciones de la Isla con medias anuales de más de 2 mil mm), factores que han propiciado la existencia de una rica red hidrográfica representada por 11 cuencas de primer orden, entre ellas la Cuenca del río Toa, el más caudaloso de Cuba, además de 15 cuencas de segundo orden.

El territorio es geológicamente complejo, con litología de composición. Formación y edades diferentes, lo que ha condicionado diversidad de recursos naturales. Entre sus principales paisajes se encuentran las llanuras del litoral, montañas húmedas y montañas muy húmedas. Sus estratos de una composición muy diversa presentan más de diez elementos diferentes, entre ellos lavas, calizas, fangos, turbas, arenas, serpentinas, por solo citar algunos.

Presenta a su vez diferentes tipos de relieve desde llanuras litorales aterrazadas hasta cuchillas tectónico-erosivas. Las altitudes van desde el nivel medio del mar hasta los 1 175 msnm.

Efectuando un corte transversal imaginario modelo podría observarse partiendo de la costa que en primer lugar aparece la vegetación de costa rocosa o arenosa y el manglar, barrera protectora natural contra la erosion. comenzando desde la zona costera, hasta la pluvisilva con sus 3 variantes: bosques siempreverdes mesófilos, charrascos y pinares.

Esta variedad de ecosistemas condiciona una gran diversidad de la biota presente en el Parque, lo que lo hace un paraíso para la vida silvestre.

Estas características propician las condiciones ecológicas necesarias para que se encuentren 16 de las 28 formaciones vegetales.

De acuerdo a estudios compilados por el Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP) la riqueza florística ha sido estimada en más de 1 500 especies. Han sido identificadas más de 234 especies de hepáticas, 1 de antoceros, 156 musgos, 298 helechos y plantas afines, y 1 071 espermatofitas.

De ellas 595 son endémicas de Cuba, que representan el 18,7% de plantas vasculares de la isla, entre ella Shafera platyphylla es endémica local, monotípica. Otras especies endémicas están reportadas en peligro crítico (CR) y vulnerable (VU) según la IUCN. Es interesante destacar la existencia de especies de plantas carnívoras.

En cuanto a la fauna en este oasis de la diversidad se han encontrado más de 351 especies, resultando aún insuficientes los estudios sobre la fauna marina. En la dulceacuícoa es importante destacar la presencia de la biajaca del guaso o joturo (Nandopsis ramsdeni), pez endémico confinado al sistema fluvial de Guantánamo.

Entre la fauna se puede destacar la herpetofauna, la cual presenta una elevada diversidad en la zona del Parque dado que muchas de sus especies se desarrollan ampliamente en los Macizos Montañosos. Algunas de sus especies son endémicas.

Entre las especies de aves más amenazadas de la isla, según el Libro rojo de los vertebrados de Cuba (2012), con categoría de amenaza de peligro crítico (CR) se encuentran el bello carpintero real (Campephilus principalis bairdii), que se avistó por última vez en 1988. Esta ave junto al gavilán caguarero presenta hábitat restringido al Parque, al sur de Sagua de Tánamo, Moa y Baracoa, ambas especies endémicas se encuentran cercanas a la extinción.

Otras especies de vertebrados con diferentes grados de amenaza son el gavilán colilargo, en peligro (EN), el manatí y la jutía andaraz. Es además una de las regiones donde se encuentran las únicas dos especies de psitácidos en Cuba: el catey (Aratinga euops) y la cotorra (Amazona leucocephala).

También entre la fauna se encuentran algunas aves como el zunzuncito o pájaro mosca (Mellisuga helenae), considerada el ave más pequeña del mundo, con 6,4 cm. Entre las especies de peces singulares se encuentra la biajaca del Guaso (Nandopsis ramsdeni), especie rara restringida a pocos ríos de la Región Oriental.

Una especie emblemática para la fauna cubana como el almiquí (Solenodon cubanus), único mamífero insectívoro de la fauna nativa, inscrito en el Libro Rojo de los Vertebrados de Cuba está actualmente restringido al Macizo Montañoso de Nipe-Sagua-Baracoa en la Región Oriental de Cuba, ocupando los hábitats más conservados e inhóspitos en terrenos de bosques con densas capas de hojarasca y material vegetal, como los que permanecen en los Parques Nacionales Alejandro de Humboldt y Pico Cristal. Esta especie es de hábitos solitarios y posee una mordida venenosa, usada probablemente para inmovilizar presas tan grandes como una rana.

Entre los invertebrados se encuentra la bella Polymita, género endémico integrado por 6 especies. Estos moluscos terrestres son muy vulnerables a la captura por coleccionistas que reducen sus poblaciones y tienden a su colapso y por inescrupulosos comerciantes dado los llamativos patrones de colores de sus conchas. Habitan en las provincias orientales, desde el noreste de Camagüey hasta Maisí.

En el Parque los principales sitios arqueológicos están cercanos a la costa, mientras que en la montaña se describen parajes que fueron refugios (palenques) de negros esclavos fugitivos (cimarrones).

Entre los servicios al visitante se encuentran el senderismo, la observación de vida silvestre, observación de aves y recorridos náuticos.

La inmensa riqueza natural de la isla de Cuba, patrimonio de todos los sus habitantes, no solo debe ser divulgada, sino promovida a gran escala como orgullo de la nación, de su pueblo y como matriz formadora de identidad.

Principales Fuentes consultadas:     

  • Las Áreas Protegidas de Cuba (Iroel Ruiz Plasencia. CNAP, 2017)
  • Monumentos Nacionales de la República de Cuba. (CNPC, 2014)
  • Ecured.

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