En la tarde de hoy partió hacia Santiago de Cuba la delegación bahamesa que participará en el Festival del Caribe, a celebrarse del 3 al 9 de julio próximo, evento que en su edición 35 tendrá a Las Bahamas como país invitado de honor.
Hacia la más heroica de nuestras ciudades viajó un amplio grupo de autoridades culturales y artistas de todas las manifestaciones, encabezados por el Ministro de Juventud, Deportes y Cultura; Dr. Daniel Johnson e integrado además, entre otros, por Antonius Roberts y Kishan Munroe (artes plásticas); Craig A. Smith y Patricia Glinton-Meicholas (cine); Marion Bethel (literatura); Ian Bethell Bennett (académico) así como Percy "Vola" Francis, Líder del Grupo "The Saxons"; el cual, junto a los “Valley Boys”, conforman las dos agrupaciones más famosas y premiadas del Junkanoo de Las Bahamas, por sólo citar algunos ejemplos.
Durante el evento académico del Festival, los especialistas bahameses intercambiarán con sus contrapartes caribeña y público en general sobre los rasgos distintivos de la cultura de Las Bahamas, resaltando la influencia del Junkanoo como manifestación artística por excelencia.
Otro momento importante dentro del Festival lo constituirá las presentaciones de los poemarios “Correr el Crespúsculo” (Running the Dusk) de Christian Campbell y “Rondas de Bugambilia” (Bougainvillea Ringplay) de la poeta y activista Marion Bethel -Premio Casa de Las Américas 1994-, con los cuales el público santiaguero tendrá la oportunidad de aproximarse a una literatura exquisita y diferente.
Las artes culinarias locales no se quedan atrás, los santiagueros tendrán la oportunidad de saborear los platos típicos del vecino país, elaborados por un grupo de Maestros Culinarios de prestigio internacional.
La totalidad de la delegación bahamesa lo conforma un grupo de alrededor de 300 personas, 75 de las cuales integran el grupo de Junkanoo que estará a cargo del desfile principal en la popular calle Heredia y que recibirá el Premio de la Casa del Caribe.
Sin duda alguna, la ciudad de Santiago será testigo, una vez más, de una arrolladora ola cultural, que en sus raíces posee características comunes con el resto del caribe y que a la vez se distingue de ellas por su singularidad.
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