“Hijo: espantado de todo, me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti”
Al ver terminada la instalación La casa de Olofi, del artista Sándor González Vilar, nos condujo de inmediato al hermoso pensamiento que José Martí dedicara al hijo en la introducción de su poemario Ismaelillo. Y semejante alusión, está plenamente justificada.
En tiempos de crisis, en donde como nunca antes la Humanidad se encuentra amenazada por la oscuridad de una violencia que conlleva el despojo de ancestrales derechos a la vida, la materialización de La casa de Olofi, representa un alentador reclamo de esperanza.
En tal sentido, el impacto visual que provoca esta instalación ubicada en el patio de la Academia de Bellas Artes de San Alejandro, -como parte de las obras expuestas con motivo de la 14 Bienal de La Habana- desborda una serena majestuosidad.
Foto Yari Delgado
Y esto sucede no solo por la sólida estructura de hierro que, al ser elevada por los aires con el detalle de una blanca y frágil paloma, hace anidar el poder de la ternura en nuestra mirada.
El hecho de que esta obra ha sido dedicada por el autor a la memoria de Manolo Ogbeyono, quien fuera Presidente de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, expande el infinito valor del respeto a la amistad y a las creencias desde las honduras del sentimiento.
Foto Yari Delgado
Sin embargo, el haber contado para su elaboración con el apoyo de jóvenes provenientes del mismo barrio de Manolo y Sándor, también le añaden a dicha pieza esa energía nacida del engranaje de un espontaneo esfuerzo colectivo para alcanzar la belleza como un complemento referencial de entre las razones que necesitamos para vivir.
Nunca será suficiente reiterar las esencias del pensamiento martiano cuando argumenta que frente al bando de los hombres que destruyen, estos siempre serán enfrentados por aquellos otros que, empeñados en hacer prevalecer la valía de las obras del amor, nos dejan el legado artístico de piezas como estas para sentirnos optimistas del futuro.
Deje un comentario