¿Por qué Lucía Muñoz Maceo?
Hace mucho tiempo me había fijado en Lucía, en la adolescencia tuve contacto con su obra, porque tenemos muchos puntos en común, aunque parezca que no, sobre todo con la pasión por la literatura, yo también tuve una niñez de literatura, mi mamá también me abrió las puerta de la literatura y me instruyó en leer. Mi mamá era devoradora de la literatura rusa que era lo que se leía en los años 80 y llegaba todos los días a mi casa con un regalo. Había en Bayamo una tienda de dulces llamada La Bayamesa que se encontraba cerca de lo que es hoy el Restaurante La Bayamesa, y vendían ahí los dulces más exquisitos del mundo aún cuando costaban solo 20 o 40 centavos; y mi mamá llegaba con unos dulces y un libro, porque la librería estaba por ahí mismo donde está Espejo de Paciencia hoy, y yo esperaba las dos cosas, pero eran aquellos libros, vistosos, con montaje, con relieve, aquellas historias de la literatura rusa.
Como Había una vez, después leí Corazón, El Principito, y eso lo tenemos en común, que nuestras madres nos empujaron, al mundo de la literatura y a mí también me hubiera gustado ser escritora. Lo cumplí, porque llevo más de 20 años escribiendo para la radio y porque he podido hacer algunos guiones de audiovisuales y ese placer que ella siente también lo descubrí.
Lucía es una mujer más enigmática de lo que parece, porque a pesar de ser La novia de Bayamo, que es un epíteto que le queda muy bien, pues durante muchos años fue una líder formal, porque fue Presidenta de la UNEAC durante dos décadas, pero detrás de eso hay una Lucía que converge con esta Lucía poeta, con esta Lucía líder, con esta Lucía paradigma. Me fijé en ella porque es una mujer accesible, una mujer a la que puedes llegar, una artista con la que puedes dialogar, pero es una mujer, como todo ser humano, con sus complejidades, y desde el punto de vista de mujer es muy interesante, porque ha sido desafiante de todos los dogmas, incluso hasta estos últimos años, ha sido desafiante, desafiante del patriarcado, de las dificultades. Su vida pudiera ser la de cualquier mujer, pero al final ella siempre tiene una sonrisa, que puede ser irónica, que puede ser sarcástica, que puede ser bucólica, pero tiene también ese placer de ser ella, de estar bien con ella, de sentirse bien, a pesar de que hace por los demás de que se preocupa por los demás.
¿Cuál es la esencia del documental?
En esencia el documental parece que narra la vida de Lucía. Está organizado si se quiere en alguna forma cronológica y tiene una organización por las distintas etapas por las que ella pasó, sus antecedentes familiares, su desarrollo personal, los estudios, su vida como artista.
Yo me había fijado en ella y estaba calculando que llegaría en el 2023 a los 70 años y que sería el pretexto para presentar un proyecto, que lo presenté en el 2022 al Centro Provincial del Libro pero nunca encontré respuesta y decidí presentarlo al Cine que es el centro de vinculación de los artistas audiovisuales, y ahí sí lo aprobaron. Yo venía desde hacía mucho tiempo acercándome a ella, a su vida, sus hijos, su quehacer, a seguirla en algunos espacios, a todas sus pasiones, la artesanía, la muñequería, la casa, a su estilo también, porque ella tiene un estilo para vestirse, para armonizarse y la seguí en silencio hasta que logré hacer la escaleta.
También me interesaba de Lucía hace mucho tiempo explorar la zona de la investigación, porque ella ha investigado sobre escritoras bayamesas, es admiradora de María Luisa Milanés, Liana de Lux y esa admiración la compartimos también. Ella hizo una compilación de la obra literaria de Úrsula Céspedes de Escanaverino del texto El canto de la calandria, lo llegó a publicar, un texto valiosísimo y yo quería que el documental fuera por ahí, por el legado que le han dejado todas esas mujeres que le antecedieron. Pero después fue cambiando, y yo quiero con el material dejarles un mensaje a quienes lo vean, porque el material nos debe trascender: yo no estoy buscando respuestas, no estoy buscando conclusiones, no estoy buscando mostrar a Lucía en todas sus facetas, yo estoy haciendo preguntas, inquietando a las personas, estoy mostrando algunas ventanas, abriéndolas para que se asomen a la vida de esta mujer. Yo quiero mostrar a una mujer que pudo ser capaz de hacer una vida privada y hacer una vida pública y hacer una obra artística, y cuán difícil fue y es desde lo externo y desde lo interno también, porque ella ha tenido sus conflictos internos, - me quedo o me voy, mi mamá o mi familia, mi progreso-, o sea, ella ha tenido que tomar decisiones que son cruciales. Y cómo ella enfrenta esas dificultades que te pone la vida y cómo ella sale airosa, porque no sin trabajo, no sin sacrificio, no sin lágrimas ella sigue haciendo su vida, sigue dando cariño.
El documental no está presentado en una forma didáctica sino más bien de forma natural, hay anécdotas, y también está la participación de personas del mundo de las letras y por supuesto su familia.
¿Qué -a tu consideración- aporta “Muchacha dentro de mí” a la 30 Fiesta de la Cubanía?
“Muchacha dentro de mí” quizás pueda aportarle o no a la Cubanía, pero para mí es un material que es bayamés, es de una bayamesa auténtica, está hecho por un equipo que vive y trabaja en Bayamo y está mostrando el rostro y la historia de una mujer bayamesa que bien es heredera de esa generación de fundadores de la nación, no solo por el apellido Muñoz, no solo por el apellido Maceo, lo tiene por la aptitud, por ser díscola y rebelde como eran los bayameses desde que se fundó la villa, desde que empezaron a nacer aquí los primeros cubanos reconocidos como la población más rebelde de todo el archipiélago. Yo creo que ese es el aporte, el material va a la esencia del ser humano, va a la esencia del cubano, ese cubana que se reinventa ante cada problema, esa cubana que dibuja un plato para su familia, una cubana que ama intensamente y hace su familia aunque la casa se esté cayendo y tiene la esperanza de construirla, de rehacerla, una cubana que no abandona a sus padres enfermos, que los cuida, que renuncia a una prosperidad prometida en otro lugar y vira para su casa a cuidar a su padre ya viejo y enfermo, por ese apego a la familia.
El documental además de que hablar de Lucía, narra una época y te dice a través de la vida de Lucía cómo era vivir hace 60 años atrás, cómo era la ternura, el cariño y cómo era la educación que se le brindaba a las muchachas y los muchachos hace 60 años que es muy distinta de la que estamos viviendo en la actualidad.
Deje un comentario