Una apoteosis de ritmo, colorido y acción de las diferentes artes: música, danza, artes plásticas, y como protagonista el CIRCO. La amplia pista del Centro Cultural Carpa Trompoloco (calle 112 y 5ta. Avenida, Miramar), se transformó, durante cerca de dos horas en un espacio mágico donde la prestigiosa Compañía Havana regaló un espectáculo de lujo, ágil y atractivo, con las artes circenses y el humor. Cuando se descorrieron las cortinas del 15to. Festival Internacional de Circo CIRCUBA 2016 —auspiciado por el Circo Nacional de Cuba, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Ministerio de Cultura—, los espectadores reconocieron una función singular desde los primeros instantes.
La contagiosa alegría estuvo acompañada todo el tiempo, por esos adjetivos que siguen siempre a la antigua manifestación, y nos hacen recorrer estancias donde se combinan destreza, audacia, pasión…, tuteando siempre las emociones, ofreciendo una Gala de inauguración para el recuerdo, donde la Compañía Havana, dejó muy buenas energías, como preámbulo de lo que será este encuentro fundado en 1981.
Y es que en estos días de fiesta del circo, resulta un buen momento para reconocer el audaz quehacer de esta agrupación cubana que ha regalado no pocas sonrisas, lauros y ha puesto nuevamente en alto el nombre de Cuba por el mundo, en esta antigua manifestación artística. Ella resume en sí el talento, amor y la capacidad creativa del circo cubano, para llevar a otras naciones este arte de la emoción y la pericia que agita corazones en los disímiles escenarios, cubanos e internacionales donde acapara, cada vez que aparece, todos los galardones. Una labor conjunta entre el equipo de dirección del Circo Nacional de Cuba, y los artistas/directivos miembros de la compañía, que cuenta con muchos seguidores y amigos; porque ha insuflado a esta manifestación circense una nueva visión, en la que se aglutina la contemporaneidad, fuerza, tesón y ese extra que aportan en el escenario, con sus inimaginables actos, los creadores cubanos.
Rigoberto E. Fernández, presidente del Festival CIRCUBA, en sus espontáneas palabras durante la apertura del evento señaló, que esta edición del 2016 se hizo realidad por el enorme esfuerzo del Ministerio de Cultura de Cuba y el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, por llevar este arte al pueblo con la calidad requerida, no solo de los artistas –que muchos agradecen este gesto-, sino de la institución que lo alberga: una nueva carpa, que tiene las condiciones propicias para que llegue a todos, de la mejor forma posible, y donde los autores de este arte se sienten también inspirados para entregar lo mejor de sí en este Festival.
En la Gala, uno tras otro pasaron los números: vuelo en barra fija con levitores, columpio acrobático, acrobacia, dúo de equilibrio de fuerza, poll dance, barra rusa, aro volante –en sutil diálogo con un artista lírico), payasadas…, para convertir la escena en un espacio mágico, donde la originalidad de muchos de los ejercicios se entremezcló con la perfección/ímpetu/entusiasmo de los artistas cubanos; integrantes de esta singular agrupación, fundada por su director, el destacado malabarista Germán Muñoz hace 20 años (a cumplirse el primero de agosto), para demostrar los nuevos aires que corren por el circo de la Isla. A ello hay que añadir los diseños de vestuario de muchos de los artistas participantes, y la música utilizada, e incluso la expresividad sumada a los ejercicios, en los que se observa una correcta mancomunión de todos los elementos, y que marca los nuevos rumbos de nuestro circo que adolecía de este importante renglón, muy relacionado con la estética y la contemporaneidad de este arte.
Una mención especial, merece la indescriptible labor del cuerpo de baile de la Compañía: coloreó la noche con desbordante profesionalismo y ánimo, conjugando siempre en el movimiento el ritmo, ese que entregó en sus excelentes notas la Orquesta de Compañía Havana, dirigida por el maestro Alfredo Fariñas, que fueron, sin dudas, también protagonistas de esta primera jornada para el recuerdo.
En el vestíbulo de la carpa Trompoloco quedó inaugurada la exposición Diminutos poemas circenses, integrada por grabados, dibujos, pinturas y obras de orfebrería de profesores y alumnos de la Academia de San Alejandro, donde despierta el antiguo arte circense, en mil y una maneras llegadas desde lo más recóndito de la imaginación.
Hasta el viernes 15 de julio, en horarios de 4:00 p.m. y 9:00 p.m., el público habanero tendrá la ocasión de disfrutar, en dos espectáculos diferentes cada día, el arte de los artistas llegados de Argentina, Chile, México, República de China, Perú, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Rusia, y Cuba, que optan por los galardones del Festival Internacional Circuba 2016.
En estos días matizados por el circo, los organizadores han previsto diversas jornadas teóricas: un Taller de malabares de rebote, otro de Lanzamiento de Cuchillos, así como una exposición personal del joven artista plástico Boris Luis Triguero Barroso titulada Detrás de la carpa. La Gala de Premiaciones tendrá lugar, el sábado 16 de julio (9:00 p.m.) en el Centro Cultural Carpa Trompoloco, y la Gala de Premiados ocupará esta misma sede el domingo 17, en horarios de 4:00 p.m. y 9:00 p.m.
Pero el Festival Circuba 2016 no pondrá punto final. Un grupo de artistas recorrerá toda la Isla a partir del 20 de julio y hasta el 4 de septiembre, dejando una estela del singular arte en las distintas provincias. Además de que todos los sábados y domingos de este séptimo mes, luego de concluido el encuentro, aparecerá en esos predios la Gala Havana 20-16: El regreso, en horarios de 4:00 p.m. y 7:00 p.m.; y de viernes a domingo, a esa misma hora, todo el mes de agosto.
El circo inunda, una vez más, nuestro verano.
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