“No entiendo el español, pero sí la danza”, así declaró Misty Copeland, primera bailarina afroamericana del American Ballet Theater (ABT), luego de una sesión de ensayos matutinos junto a las primeras bailarinas y solistas del Ballet Nacional de Cuba (BNC), en la propia institución.
La figura del ABT expresó sentir grandes expectativas por la visita, que durante el día de hoy hasta el 18 de noviembre, estará efectuando en las principales compañías cubanas de danza como el BNC, Acosta danza, Lizt Alfonso y la Escuela de Ballet.
En declaraciones a la prensa, Misty se refirió a la importancia del BNC como institución reconocida a nivel mundial; por el virtuosismo de sus bailarines y peculiar técnica. En este sentido, declaró que durante la clase compartida con las figuras A del Ballet Nacional, pudo sentir la peculiaridad del sistema de enseñanza de la danza clásica de esta institución, en comparación con otras academias: “percibí elementos únicos y distintivos como el ritmo, la música, la técnica y sobre todo la rapidez del trabajo con las piernas (batería)”.
Asimismo, el encuentro constituyó un espacio para ratificar los vínculos entre el BNC y el ABT que, según explicó Miguel Cabrera, historiador del Ballet, se remontan a cuando Fernado y Alicia Alonso, fundadores del BNC, fueron miembros del American Ballet, donde además, la prima ballerina, se mantuvo como estrella principal durante dos décadas.
“Este es un momento histórico muy hermoso. En su estancia en los Estados Unidos, los fundadores de nuestro Ballet tenían aquel sueño, por la década de los 50, de fundar una compañía de prestigio en Cuba – que en nuestros días es paradigma de la cultura nacional-. Siempre hemos tenido un vínculo muy grande con el ballet norteamericano, y un poco de nuestra herencia se tomó de allí, así como de la Escuela rusa antigua”, afirmó Cabrera.
“Como siempre ha resaltado Alicia -continuó- el ballet (y el arte, sobre todo), es el mayor puente de comunicación entre los seres humanos; es el que derriba todas las barreras.Por eso estamos aquí”.
Por su parte, Grettel Morejón, primera bailarina del BNC considera que este tipo de intercambios culturales son siempre positivos, “sobre todo entre los artistas, porque se pueden intercambiar técnicas, vivencias…solo lamento que no haya podido compartir con nosotros en el recién concluido Festival Internacional de Ballet de La Habana –si bien Copeland participó como miembro del ABT en el certamen del 2010-, donde se hubiese podido apreciar en un espectro más amplio las particularidades entre las compañías y las academias de ballet”.
La figura del American Ballet, se
encuentra de visita en Cuba como parte del Programa de Embajadores Culturales y
Deportivos del Departamento de Estado, que promueve el intercambio cultural entre
la isla y la nación norteña.
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