Muchos son los artistas que a lo largo de la historia han expresado en sus obras su sentir y la influencia de las grandes Pandemias que han azotado a la Humanidad. En Estados Unidos, considerado hoy uno de los epicentros de la COVID19, durante la primera mitad del siglo pasado, era la música una herramienta de difusión importante a la hora de detener la propagación de enfermedades o, cuando ya era muy tarde, informar
acerca de sus síntomas para incitar a la audiencia a buscar atención médica.

La blusera Memphis Minnie, por ejemplo, canta el “Meningitis Blues” (1930), donde entra en detalles acerca de las inflamaciones en el cerebro y el espinazo. También existe “Influenza” (1939) de Ace Johnson, inspirada en la pandemia de gripe que mató a cincuenta millones entre 1918 y 1919.“Ya es muy tarde, voy en camino al valle de
la muerte”, entonaba el mítico Lead Belly en “T. B. Blues” (1944), un tema que compara a la tuberculosis con una prisión. Sin embargo, la era moderna también nos invita a plantearnos enormes cuestiones sobre nuestra relación con la muerte, con la divinidad, la sexualidad, el amor y nuestra relación entre nosotros como sociedad,
con una de las canciones más recordadas en la historia de la música...

“Streets of Philadelphia” escrita e interpretada por el músico rock estadounidense Bruce Springsteen para la película Philadelphia (1993), la primera película de cultura de masas que trataba el tema del sida. Un tema musical que obtuvo un éxito de crítica y ganó el premio Óscar a la mejor canción original, cuatro premios Grammy, incluyendo el premio a la mejor grabación del año, el premio a la mejor canción de rock, el premio a la mejor interpretación vocal de rock masculina y el premio a la mejor canción escrita para una película, la cual es también una obra de Arte... pero del Cine y las Pandemias, hablaremos en un próximo Post.

...Otros tiempos y otra Pandemia aunque  el mensaje es el mismo de antes: tenemos que cuidarnos.

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