El caso Marquetti


el-caso-marquetti

Cualquiera que no conozca la vida del compositor Luis Marquetti podría pensar que se trataba de un hombre libertino, dado a los tragos, a la bohemia y a los amores fáciles.

Esa falsa creencia podría desprenderse de los textos de algunos de sus boleros, ya que, se sabe que muchas veces los compositores reflejan en sus obras facetas de su vida. Pero en el caso de Marquetti no es así. Antes de adentrarnos en el tema de nuestro comentario veamos algunas estrofas de sus boleros más conocidos.

Un trago amargo me hiciste beber

En esta espera que me haces sufrir

(Trago amargo)

Veamos este otro ejemplo.

Sabrás que cuando te fuiste

Me quedé muy triste

Perdido en la noche de mi soledad

(Todos)

Podría pensarse que una mujer lo abandonó. No fue así: su esposa fue siempre su inseparable compañera y amiga.

En estos otros versos reclama amor.

Cada vez que te digo lo que siento

Siempre me respondes de este modo

Deja ver, deja ver, si mañana

Puede ser lo que tú quieres

(Plazos traicioneros)

Y lean esto que parece creado por un hombre entregado a la bebida.

En un café

Entre las copas

Una victrola

Con precisión

Teje sus notas

(Precaución)

Este otro bolero se refiere a una mujer que le robó la vida.

Para que me dijiste que sí

Para instantes después abochornarme

Me robaste la vida al pasar

Con el único fin de atormentarme

(Me robaste la vida)

¿Cómo es posible que un hombre que jamás se tomó un trago de ron o cerveza, que no visitó un lupanar y se dedicó toda su vida a la enseñanza en una escuela primaria pudiera componer boleros de esa índole?... ¿Es que acaso él ansiaba tener esa vida reflejada en sus boleros?

Entre 1941 a 1992 Luis Marquetti compuso 76 obras, la mayoría llevadas al disco por intérpretes famosos como Daniel Santos, Fernando Albuerne, Bienvenido Granda, Ñico Menbiela, Pedro Vargas, Gina León, Antonio Machín, Toña La Negra, María Elena Pena y otros más.

Luis Marquetti nació el 24 de agosto de 1901 en un pequeño pueblo cercano a la capital cubana, Alquizar. Era de carácter bondadoso, cortés, de familia humilde y pobre, pero con mucho esfuerzo y sacrificio de sus padres se hizo maestro y en 1922 comenzó a enseñar a los niños de 1er. Grado en una escuela pública de su pueblo natal.

En 1930 comenzó a componer poemas. El primero dedicado a nuestro apóstol José Martí. En la misma escuela donde ejercía el magisterio conoció a una joven maestra llamada Aida y contrajeron matrimonio en 1935.

Para conmemorar el Día de las Madres compuso en 1941 su poema ¨madrecita mía¨, el cual musicalizó años más tarde y fue grabado por Juan Carlos Balaguer. A partir de ese momento comenzó a componer poemas para ser musicalizados. Cantantes alquizareños fueron los primeros difusores de sus obras.

El año 1945 marca el inicio de su gran salto a la fama cuando dio a conocer su bolero ¨Deuda¨, estrenado por el cantante Orlando Vallejo con la orquesta Ideal, de Joseíto Valdés.

Luego, Pedro Vargas conoció aquella obra y decidió grabarla para la casa discográfica Víctor en Nueva York en una impresión de 500 00 discos. Más tarde vinieron otros éxitos, sobre todo boleros de amor, de frustraciones amorosas, de desengaños, que cuando se colocaban en las victrolas de los bares eran escuchadas por hombres que veían en esos versos alguna faceta de su vida, pero no se imaginaban que eran creadas por un humilde maestro de escuela que jamás vivió aquella vida farandulera y bohemia.

Nadie se explica por qué Luis Marquetti se convirtió en una especie de vocero de hombres fracasados en el amor, él que fue siempre ejemplo de buen padre, esposo ejemplar, cubano amante de la obra martiana y maestro de juventudes que hoy, ya hombres y mujeres adultos lo recuerdan con cariño porque fue quien inculcó a sus alumnos ser ciudadanos ejemplares.

 

 

FUENTE:

- Nuñez González, Luis Cesar. Gigante del bolero. Editorial Unicornio. San Antonio de los Baños, La Habana, Cuba.


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte