El Cristo de La Habana


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Sobre una típica y bella bahía de bolsa, ubicado en el firme de una colina entre la vetusta y espectacular fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña y el singular pueblo de Casablanca en el municipio de Regla, este Monumento Nacional celebra ahora en abril cuatro años de su declaratoria patrimonial.

Los valores del monumento, icono de La Habana, lo convierten herencia de obligada conservación y cuidado. En el año 2013 la Comisión Nacional de Monumentos le confirió al equipo de trabajo encargado de su intervención, el Premio Nacional de Restauración 2013.

Para evaluar de forma acertada y en toda su magnitud cualquier aspecto social o natural, debenecesariamente tomarse en cuenta el contexto, el cual es lo que complementa y confiere la excepcionalidad cultural y espiritual. 

En este caso, el Cristo de La Habana se encuentra en un espacio singular, de un simbolismo donde se mezcla la naturaleza y la obra humana, la historia, la cultura, la identidad, la religiosidad y el nacimiento y desarrollo de una ciudad, que es Patrimonio de la Humanidad, surgida, como la vida, por el agua.

El Cristo de La Habana está embebido entre el salitre del disperso en el aire y concentrado en el agua, rodeado a ratos de ciclones tropicales y pasiones del alma, de  horizontes lejanos, haya donde el rayo verde del sol, indica que se ha retirado, rico en paisajes naturales y culturales, de guaracha y son, de pescadores y devotos. 

A sus pies, la ciudad, su evolución y su historia, la de hombres originarios y colonizadores; cientos de años de angustiosos y sangrientos gobiernos; y de lucha, de inteligente resistencia; de grandiosos valores de mujeres y hombres, algunos que ofrendaron sus vidas por la independencia de su Patria, seguramente bendecidas en retrospectiva por la imagen que hoy se levanta, majestuosa, a la entrada del canal de la principal bahía de Cuba.

La Bahía de La Habana, una de las más grandes y seguras de América y del Mundo, tiene forma de bolsa lo que le confiere resguardo a los barcos que acoge; posee una situación estratégica tanto geográfica como económica. 

Fundada en 1519, la vida económica, política, social y cultural de la Villa de San Cristóbal de La Habana estuvo indisolublemente ligada a la bahía.

En un inicio, los espacios para el esparcimiento y recreo de los primeros pobladores se ubicaron justo en el perímetro que bordeaba la rada habanera y desempeñaron un papel significativo en la imagen de la naciente urbe.

Los ataques de piratas y corsarios, así como las tempranas intenciones expansionistas de Francia, Inglaterra y Holanda obligaron al establecimiento de un sistema defensivo que se extendió desde el hoyconocido Río Almendares, hasta la entrada del canal de la bahía, para después proseguir a mediados del siglo XIX hasta la ensenada de Cojímar, al este de la entrada de la bahía, cubriendo un total de 12 kilómetros. Fue en su momento uno de los más importantes conjuntos defensivos de Hispanoamérica.

A partir de 1561, con el establecimiento de la Flota de Indias, la ciudad comenzó un vertiginoso desarrollo que se acentuó justo en la zona inmediata al litoral de la bahía, en la cual se erigen los principales núcleos residenciales y edificios públicos.

Es bajo este entorno y su historia donde se irgue el impresionante Cristo de La Habana. Por ello, en realidad su significado sobrepasa con creces el propósito de la iniciativa original de una curiosa promesa de la Primera Dama de la República, que en un acto de desesperación, prometió erigir una imagen de Cristo que pudiera ser divisada desde cualquier rincón de la ciudad si su esposo, el sangriento dictador Fulgencio Batista, escapaba con vida luego de la acción revolucionaria del asalto al Palacio Presidencial el13 de marzo de 1957 para ajusticiar la  abominable conducta del tirano. 

Jilma Madera fue escultora cubana que presentó elboceto aceptado en el concurso convocado para tales propósitos. Para esculpirlo no empleó ningún modelo, sino que lo diseño desde su propia inspiración, con mezcla de elementos masculinos: ojos oblicuos y labios engrosados, en sintonía con el mestizaje racial de esta tierra.

"Seguí mis principios y traté de lograr una estatua llena de vigor y firmeza humana. Al rostro le imprimí serenidad y entereza como para dar alguien que tiene la certidumbre de sus ideas; no lo vi como un angelito entre nubes, sino con los pies firmes en la tierra.", dijera la autora de la emblemática obra

Su majestuosa figura se alza a 20 metros de altura sobre la colina de poca altura donde está erigida, cerca de la entrada, por la cara oriental de La Bahía de La Habana. 

Tras algunas controversias del tamaño que debería tener la estatua, ya que en un principio algunos propusieron que su altura total fuese de 35 metros, tres más que el Cristo Redentor de Río de Janeiro, se aceptó la propuesta de la autora que daba un equilibrio estético adecuado entre la altura del Cristo y la de la colina.

Lilia Jilma Madera Valiente] (1915-2000), que en lengua zipa  significa Flor de los campos, fue célebre creadora de la plástica cubana. Primera mujer en el mundo en realizar una obra de tan gran magnitud y que ha sido la más popular del territorio cubano.

La vida de la escultora fue de constante superación, maestra de economía doméstica y del idioma inglés, participó en diversos cursos en Cuba y en el extranjero. Primeros estudios generales en el Centro Gallego, seguidos por los de arte en la Academia de San Alejandro y en Nueva York y complementados en México y Europa; de ahí que su formación académica puede considerarse completa y coherente con la manera ulterior de hacer de la artista.

Jilma marchó a Italia, donde permaneció cerca de dos años, para atender cada detalle del proceso de construcción.

Bastó un año de trabajo intensivo, en el que la escultora dirigió a los obreros «técnica y artísticamente», para que la obra elaborada en mármol blanco de Carrara quedara terminada.

Después de que recibiera la bendición del Papa Pío XII, comenzó la travesía. El barco que condujo las piezas, debidamente ordenadas y acomodadas, zarpó del puerto de Marina, en Carrara, a mediados de 1958.

Es interesante conocer algunas de las principales características de la obra:

• Una altura de veinte metros sobre la base de tres metros. Si se toma en cuenta la altura desde el nivel del mar se eleva hasta  los 51 metros.

• Fueron utilizadas 600 toneladas de mármol blanco de Carrara.

• La estatua está formada por 12 estratos horizontales con 67 piezas que se imbrican en el interior.

• Una vez concluido, el peso calculado es de unas 320 toneladas.

El montaje se inició a principios de septiembre de 1958, y para ello se necesitó la fuerza de trabajo de 17 hombres, auxiliados por una grúa.

Resultó curioso que en momentos de colocar la obra en la loma en 1958, no se le instaló un pararrayos, a pesar de que por su tamaño, y por la armazón ferrosa del centro, hacían de la figura un potencial atractor de estos frecuentes fenómenos. La mismafue alcanzada en tres ocasiones por descargas eléctricas (1961, 1962 y 1986), antes de que se fuese ubicado un pararrayos

Afortunadamente, Jilma previsoramente trajo consigo de Italia un bloque de mármol adicional, por si algún día hacía falta, lo que en efecto sucedió.

La figura de Jesús aparece de pie, mirando hacia la ciudad, con una mano en el pecho y la otra en alto, en actitud de bendecir.

Por su altura, el Cristo puede ser visto desde diferentes puntos de la ciudad. Desde allí se puede disfrutar de una de las más hermosas e imponentes vistas La Habana, sobre todo de su parte más vieja, así como el paso de buques de gran porte pero también de las pequeñas lanchas de pasajeros que transportan a los vecinos a ambos lados de la bahía.

A su vez, impresiona ver la estatua independientemente del ángulo en el que se le admire: sea desde su base, de día, a pleno sol cuando el reflejo del  blanco mármol se proyecta sobre los ojos, o bajo la lluvia y las luces nocturnas que la iluminan y hacen que las gruesas gotas parezcan; lágrimas o perlas que caen del cielo; también la figura  llama atención del que transita por la avenida de la rada habanera del lado de viejaciudad. 

No obstante, uno de los efectos que más quedan marcado en la mente de uno es cuando se tiene la oportunidad de contemplarla desde alguna embarcación que abandona la bahía, o cuando, después de varios meses en la mar, se regresa a la casa por esta vía marítima.

Llama la atención que en el rostro se le dejaron los ojos vacíos para que diera la impresión de mirar a todos desde cualquier lugar que fuese observado

Finalmente la estatua se emplazó un 24 de diciembre, era Nochebuena de 1958. Y curiosamente tan sólo quince días después de su inauguración, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, entrab en La Habana el 8 de enero de 1959,terminando sí con el gobierno del sátrapa Fulgencio Batista.

Otra circunstancia simbólica puede resultar el hecho de las frecuentes vistas de un ave típica de la zona y con la cual se identifica la Bahía de La Habana y su salud ecológica, el pelícano.

Esta ave esta desde el medioevo asociada la figura de Jesucristo. Se dice que los bestiarios medievales difundieron la creencia de que los pelícanos alimentaban a sus polluelos con su propia sangre, y por ello es habitual encontrar imágenes de pelícanos en el cuadrón de las cruces y en otros lugares, como símbolo del sacramento cristiano (católico y ortodoxo) de la Eucaristía. 

Es una imagen poética de Cristo que da a comer su propia carne y a beber su propia sangre. El nombre de “pelícano bueno” es muy utilizado para referirse a Cristo en la literatura y litúrgia católicas indicando el amor hasta el extremo que tuvo Jesucristo hacia todos los hombres.

Quizá esta idea surgió a partir de los ejemplares más jóvenes de este género de ave, se alimentan cogiendo la comida de la enorme bolsa del pico de los padres. Y ello pudiera dar la impresión de queestos se abren el pecho para alimentar  los hijos..

Entre las diversas curiosidades de esta a es que el pelícano es el único animal que traga agua salada y en su garganta la convierte en agua dulce para su consumo.

Hablando de curiosidades, la obra tiene algunas:

• En la base del monumento la autora enterró diversos objetos de la época, como periódicos y monedas.

• Los pies de la figura calzan unas chancletas de meter el dedo pues Jilma usó las que calzaba ella como modelo.

• En una de las dos oportunidades que un rayo se impactó contra la escultura, su autora tuvo la visita del Che. Le explicó al guerrillero numerosos aspectos sobre El Cristo.

Principales Fuentes

Centro de Desarrollo Territorial Holguín – UCI  

Ecured Portable v1.5  2011-2012

Wikipedia http://www.wikipedia.org/

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