Cuando supe de la existencia de este libro, hace unas pocas semanas, me aventuré a priorizarlo entre los temas que abordo en mis espacios de promoción musical. Su autor, muy afable, había hecho lo imposible por contactarme y ese mero hecho ya suponía la valía del mismo. Luego vendría la lectura —aun no terminada— y sobre todo el pasado musical del autor, el cual casi que fue mi maestro en mi etapa de estudiante de música.
Pero la sorpresa mayor vendría cuando una breve hojeada al libro me cautivó sobremanera: ¿contar la historia del jazz norteamericano? Tamaño reto que devino realidad y mucha satisfacción a quienes formaron este equipo editorial liderado por el profesor de armonía e investigador Ignacio Díaz.
El imperio del jazz entró casi por azar en esta edición de la FILH, ¿cómo fue el proceso?
El libro estaba propuesto para salir en la Feria del Libro de este año, pero entró tarde en fotomecánica y a pesar del esfuerzo de la Editorial Letras Cubanas sabíamos que no iba a ser posible. Pero sucedió que la litográfica "Osvaldo Sánchez" hizo un gran esfuerzo y al segundo día de la etapa habanera de la Feria comenzó a venderse, por eso lo hicimos diferente: comenzó a venderse primero y el lanzamiento lo vamos a hacer el venidero día 19 en la Sala Martínez Villena de la Uneac.
¿Cuál fue la génesis del mismo?
Este proyecto lo empecé motivado, en primer lugar, por mi formación profesional: yo fui profesor de armonía popular y de armonía de vanguardia en distintas escuelas de arte, y tuve una formación, en lo que respecta al jazz, muy cercana a Armando Romeu, del cual fui alumno y culminé el curso de la Berkeley que él impartía en Cuba. A esto súmale que en el año 2006 participé en un festival de jazz en Barbados, con un quinteto del Conservatorio Amadeo Roldán, y entonces a mi regreso comienzo a investigar más sobre el tema hasta que en 2009 ya culminé esta primera fase del libro. Ahí, hace más de siete años, comenzó todo.
¿Por qué el jazz norteamericano?
Cuando se habla de Bossa Nova y la Samba, uno se remite a Brasil; si hablas de Tango, pues se habla de Argentina. Si hablas de Son obligatoriamente tienes que hablar de Cuba; y cuando te apasionas del Jazz tienes que inmiscuirte en la cultura norteamericana. El jazz se globalizó, se hizo universal porque su técnica penetra fuertemente en todas las músicas del mundo y nuestro país tuvo mucha cercanía al mismo gracias a su posición geográfica, y también a la figura y referencias del maestro Leonardo Acosta y sus aportaciones a la historia del jazz en Cuba. Pienso que, por respeto, por necesidad y por una elevada intención profesional hay que remitirse al jazz norteamericano.
¿Para qué público mayoritariamente está dirigido el libro?
Está enfocado para que todo el público conozca sobre el género, no solo los estudiosos del mismo. Es "describir" el jazz, desde donde nació verdaderamente, de sus tres culturas fundacionales: la africana, la europea y la norteamericana, y destacar su lugar de origen que es, sin dudas, New Orleans.
¿Qué técnicas, fuentes y demás elementos usaste?
Después de empezado todo me di cuenta de lo grande del proyecto, antes no. Pero me llevó a una experiencia muy gratificante, partiendo de dos hechos muy importantes en la creación o surgimiento del jazz: uno fue la introducción del ragtime y otro la aparición del blues. A partir de ahí y de la unión entre ellos es que nace el jazz, por lo que en el siglo XX comienzan una serie de procesos que si intentas ponerlos en orden cronológico te es muy difícil, e intenté en el libro hacerlo de otra manera, pero me percaté que era muy complejo. Entonces hice un resumen, una serie de comentarios que fueron conformando la historia hasta el año 1917, cuando la Original Dixieland Jass (1) Band, que fue un quinteto integrado por blancos (importante el tema racista en esta época) grabó, pero haciendo música negra, algo insólito increíblemente y donde se utilizó la palabra “jazz” por primera vez. A partir de ahí enrumbamos el libro por diferentes caminos: la era del jazz, el jazz sinfónico, la era del swing, el be-bop etc.
¿Pretensiones?
La pretensión más grande es aquella que se va más allá de la música, hacia el antagonismo político. Durante la presidencia de Obama tuvimos una brecha cultural que ahora se ha visto un poco en tinieblas, ensombrecida con este nuevo gobierno norteamericano. Pero hay algo que quiero dejar claro: este libro es un acercamiento, lo hicimos con el propósito de acercar la cultura de los dos pueblos, y ojalá que algún día fuera publicado en Estados Unidos para que el pueblo norteamericano supiera que nosotros somos culturalmente una potencia musical muy cercana a ellos y que hablamos de jazz y también de rumba.
NOTA:
- Nombre original que después fue sustituido por “Jazz”.
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