El nacimiento de un nuevo camino para 40 reglas ortográficas cantadas, se le debe a un sencillo y ya insigne educador y cultor tunero llamado Guillermo Castillo, que puso todo su ingenio campesino y cubano para personalizar cada regla en forma de décima y complementar así los saberes esenciales del idioma, de niños y niñas cubanos, en su proceso de instrucción y educación.

Este indiscutible aporte tuvo la atención y acompañamiento de la Casa de la Décima de Las Tunas, y el oído receptivo de la Musicóloga Sonia Pérez Cassola, la Socióloga Patricia Tápanas y de la minuciosa cultora y productora Haydée Hernández, pertenecientes al Grupo Guijarro, adscripto al Consejo Nacional de Casas de Cultura, para la Preservación Audiovisual de las Expresiones más genuinas de la Cultura Popular Tradicional.

Raudas y veloces, estas tres abejas culturales, se las ingeniaron para localizar voces infantiles que ya conocían de las expresiones musicales campesinas a través de los respectivos Talleres de Repentismo que proliferan en todo el país, promovidos por el Centro Iberoamericano de la Décima y el Sistema de Casas de Cultura. Todo lo demás se lo imaginan.

Después de largas jornadas de gestiones y coordinaciones, se logró conformar un álbum discográfico titulado Ortodecimante, que gentilmente la Casa Discográfica Bis Music auspició, y que fue del gusto de los que pudieron acceder a esta primera realización audiovisual. Por la calidad y belleza de la presentación y desde luego de las interpretaciones infantiles, quedó en el imaginario el compromiso de instituciones y personas cercanas a este proyecto de llevarlo a un escenario.

Hoy, felizmente, el prestigioso Teatro Nacional de Cuba acogerá este 26 de agosto, al público infantil en especial, y todos los que tenemos mucho de niñas y niños, para disfrutar de El Mundo de Orto y Grafía, con instrumentistas y tonadistas de varios municipios de Mayabeque y la Compañía Teatral de la Casa de Cultura de Santa Cruz del Norte, que interactuarán con las jóvenes actrices Minerva Romero y Teresa Yanet Pérez, del Grupo de Teatro La Luna. En fin, irán de las manos el Teatro, la Música y, desde luego, la Ortografía. Esto ha sido posible por la certera y amorosa dirección artística de Yarelis Quintana y Eduardo Eimil.

¡Al fin se cumplen los sueños de muchos!, y en los finales del verano, será nuestro mejor regalo; un espectáculo único y muy cubano.

¡No se lo pierdan!