Puesto que esta sección pretende elevar el nivel de cultura general de los lectores, no me voy a referir a la variante vulgar de la muy cubana voz “fotingo” para referirse a las prominencias glúteas de las féminas y a la porción más distal del tubo digestivo.

Pretendo hablar de los primeros automóviles que rodaron en Cuba y, específicamente, del modelo T fabricado por la Ford Motor Company en la ciudad de Detroit, estado de Michigan en 1904, traído a Cuba en 1908 y que dio lugar a la palabreja en cuestión.

Para este modelo, Henry Ford, el audaz creador de dicha empresa automovilística, pionera de la industria automotriz en la llamada Motor City (Detroit), concibió el sistema de tres pedales: embrague, freno y acelerador. La propaganda desplegada por la Ford Motor Company para promover las ventas de dicho automóvil, lo que en la actualidad se conoce por “campaña de marketing”, estaba basada en un slogan o lema central: “Foot in and go” (písalo y arranca) ?slogan que muchos años después emplearían los acumuladores Los Ángeles fabricados en Cuba? lo que fonéticamente sonaría para un cubano algo así como: “futin an go” que, con el tiempo y un ganchito, devino en el término que nos ocupa, “fotingo”.

A partir de entonces, a todos los carros de ese tipo, también denominados por la “vox populi” como “tres patás” (tres patadas) se les comenzó a llamar fotingos. Con el impetuoso desarrollo automotriz que tuvo lugar, tanto en el Coloso del Norte, como en el resto de los países productores de autos, la acepción del vocablo fotingo cambió sustancialmente, denominándose así, peyorativamente, a los modelos de automóviles pasados de moda o destartalados.

Hasta más ver.