En este Sábado del Libro fue presentada la sexta edición cubana del Diario del Che en Bolivia como tributo al Guerrillero Heroico en el 50 aniversario de su asesinato.

Este volumen ha sido publicado por la casa Nuevo Milenio en su sello Ciencias Sociales, y coincide con la primera edición de 1968 realizada por el Instituto Cubano del Libro (ICL).

Se han incorporado a este diario páginas que no aparecieron entonces porque fueron retiradas por los Servicios de Inteligencia del gobierno boliviano como medida de seguridad y que coinciden con trece días de los meses enero, febrero, marzo, abril, junio y julio.

El texto en general fue revisado y cotejado con los facsimilares por Aleida March y pudieron aclararse vocablos que habían aparecido como ilegibles en ediciones anteriores.

Esta presentación que contó con la presencia de Juan Rodríguez Cabrera y Edel Morales, presidente y vicepresidente del ICL respectivamente, estuvo a cargo de la doctora Delia Luisa López García, presidenta de la Cátedra Honorífica Ernesto Che Guevara de la Universidad de La Habana.

La profesora comentó que el Che acostumbraba anotar sus vivencias y las utilizaba para realizar posteriores análisis y dar sus consideraciones sobre los acontecimientos que vivía; «este es el origen del diario», aseguró, y recordó que en el mismo aparecen  reflejados día a día los sucesos acaecidos desde el 7 de noviembre de 1966 hasta el 7 de octubre de 1967.

Explicó seguidamente que en el texto el Che plasmó descripciones y anotaciones sobre la incapacidad del ejército boliviano y valoraciones certeras sobre el régimen dictatorial de Barrientos, así como reflexiones sobre el comportamiento de organizaciones e individuos que formaban parte del contexto boliviano, aquellos que debieron apoyarlo y que por divisiones internas sustentadas en concepciones diferentes acerca de cómo hacer la revolución se abstuvieron de hacerlo e incluso, lo traicionaron.

«El Diario del Che en Bolivia es un documento histórico de extraordinario valor político en la actualidad y una muestra palpable de la ética revolucionaria del Comandante Guevara».

Afirmó la presentadora que el prólogo del Diario…, de la autoría de Fidel Castro y titulado «Una introducción necesaria», «resulta ineludible para comprender en toda su magnitud los obstáculos a los que se enfrentó el Che antes y durante la campaña».

Agregó la historiadora que Fidel hace una profunda disección «de la traición del Partido Comunista Boliviano, bajo la dirección de Mario Monje, la que sin duda obró en contra del desarrollo del núcleo inicial de la guerrilla y de su posibilidad de convertirse en una escuela de revolucionarios latinoamericanos que harían su aprendizaje en los combates para expandirse al resto de Sudamérica, que tal era el proyecto del Che».

Narró igualmente que el diario fue ocupado el 8 de octubre al momento de la captura del Comandante guerrillero y que de inmediato sus páginas fueron fotografiadas y entregadas al gobierno boliviano, a los mandos del ejército, a la CIA y al Pentágono.

Posteriormente, dijo, copias fotostáticas fueron traídas a Cuba de manera absolutamente secreta y después de comprobar su autenticidad un grupo encabezado por Aleida March, viuda del Comandante Guevara, se dedicó a puntualizar lugares y desentrañar la difícil letra del Che.

El Diario del Che en Bolivia se publicó en Cuba y distribuyó gratuitamente a la población a partir del primero de julio de 1968; se hicieron varias traducciones y se publicó simultáneamente por editoriales de Europa, América Latina y Estados Unidos.

La doctora Delia Luisa López García afirmó como cierre de su intervención: «No se puede hablar del Che tan solo como Guerrillero Heroico o como estratega militar porque incluso actuando como tal se yergue en estatura  infinita como teórico del comunismo cubano y latinoamericano».