La novela El Maestro y Margarita, de Mijail Bulgákov, una de las obras cumbres de la literatura rusa del siglo XX, fue presentada en una reedición de la Editorial Arte y Literatura, en el más reciente Sábado del Libro.
El traductor y escritor Julio Travieso Serrano tuvo en sus manos esta presentación y al comienzo de la misma ubicó a los participantes en el contexto histórico en que Mijail Bulgákov (1891-1940), novelista y dramaturgo ruso, concibió muchas de sus piezas y narró una interesante anécdota entre el escritor y Joseph Stalin, en un momento en que el primero ” cayó en desgracia” en relación al poder estalinista por sus críticas demoledores contra el sistema y la situación que padecía la Unión Soviética de la época, y muchos consideraron sus obras demasiado satíricas y poco reafirmadoras de los valores revolucionarios de la Rusia de la época.
Bulgákov es expulsado de su trabajo como dramaturgo en un teatro de Moscú y como un apestado es rechazado en cualquier lugar donde solicita laborar; fueron retirados todos sus libros de librerías y bibliotecas y prohibida la puesta en escena de sus piezas; fue tal su desesperación que le escribió una carta a Stalin, pidiéndole que, o lo dejase trabajar o lo dejara abandonar el país.
Pasado un tiempo Stalin, lo llamó por teléfono, y le dijo que se tranquilizara y el escritor de inmediato volvió a obtener trabajo, pero seguía pensando igual o peor; Stalin no lo había mandado a un campo de concentración, ni a fusilar, y lo dejó escribir, pero el escritor tenía muchos enemigos por lo que al cabo de un breve tiempo, volvió a ocurrir lo mismo, pero en esta ocasión--a partir de 1930—desapareció casi por completo de la vida literaria y teatral rusa y aunque volvió a acudir a Stalin, éste nunca más le respondió.
El Maestro y Margarita, fue escrita entre 1929 y 1940; en el 33 el autor quema parte del manuscrito de la novela por temor a que lo detuvieran; hay un pasaje en la misma en que un personaje también quema el manuscrito pero el Diablo lo saca del fuego y sentencia “los manuscrito no arden”, frase que a pasado al habla popular que quiere decir que lo que vale siempre va a perdurar y fatalmente no pudo ser publicada hasta el año 1967-; sin embargo rápidamente gozó de popularidad porque de manera común las personas la reproducían en una suerte de autoedición, y circulaba clandestinamente, contra lo cual Stalin no pudo hacer nada.
Está novela desborda ironía; se hacen notable sobre todo en ella la burla fantástica. Al final, el Diablo libera al amor de Margarita; “no solo es una narración bien llevada, bien leída, que atrapa a los lectores pero no solo con esto alcanzaría los niveles de excelencia que tiene: está escrita en un hermoso lenguaje por lo que constituye una de las obras maestras de la literatura universal”, declaró Travieso.
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