Con el fragmento de un dibujo de Juan David en cubierta, el Centro de Estudios Martianos acaba de poner en circulación este nuevo tomo de la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí, que abarca sus escritos desde el 14 de agosto de 1886 hasta finales de mayo de 1887 aproximadamente. Se trata, pues de textos redactados en Nueva York en la época que los estudiosos consideran de la madurez martiana, y en su mayoría son crónicas de las que él llamó “Escenas Norteamericanas”, es decir, sus envíos para la prensa hispanoamericana acerca de Estados Unidos.
De los 61 documentos que se compilan en este volumen, 36 fueron publicados en periódicos: 16 en El Partido Liberal de México, 13 en La Nación de Buenos Aires, 4 en La República de Tegucigalpa, y uno en el diario habanero La Lucha, otro en La Estrella de Panamá, y un tercero en inglés en The New York Times. Excepto estos últimos tres, los demás corresponden a temas estadounidenses.
Se destacan en el período abarcado por el tomo la versión para Honduras de “El terremoto de Charleston”, altamente apreciado en el campo de los estudios martianos, al igual que las versiones para los diarios de México y de Buenos Aires del texto sobre el Cristo pintado por el húngaro Munkácsy, el poderoso estudio de la personalidad del expresidente estadounidense Chester Arthur , el extenso estudio del conflicto católico alrededor de la excomunión del sacerdote irlandés Edward McGlynn, la muerte del gran predicador Henry Ward Beecher y la obra poética de Walt Whitman.
Por cierto, esas crónicas acerca de Whitman ocuparon largas y difíciles sesiones de trabajo para precisar buena parte de los originales en lengua inglesa de los versos traducidos por Martí.
Junto a sucesos varios de la vida social, cultural y política estadounidense el conjunto de estas “Escenas Norteamericanas” entrega la maestría estilística alcanzada por Martí, además de la hondura ya por entonces de su comprensión acerca de las aceleradas transformaciones que se sucedían en la sociedad norteña, y que, a su juicio, la alejaban de sus principios fundadores, provocaban fuertes turbulencias sociales y la iban convirtiendo en un peligro para los pueblos de nuestra América.
Los tres textos no dedicados a la temática estadounidense llaman la atención por tratar temas cubanos. El de La Lucha encomia la tenaz labor de su gran amigo Fermín Valdés-Domínguez, culminada en su libro El 27 de noviembre de 1871, para demostrar la injusticia atroz del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina en La Habana en 1871. Este asunto también movió la pluma martiana para ofrecer a The New York Times “Blood of the Innocents” —traducido como “La sangre de los inocentes”—, un denuncia de aquel monstruoso crimen a través de la obra de Valdés-Domínguez.
El diario panameño reproduce una publicación en el mensuario neoyorquino El Economista Americano acerca del libro de Rafael María Merchán titulado Estudios críticos, en que además de brindar un sagaz análisis de los valores de este crítico cubano, Martí incluye importantes juicios acerca del ejercicio de la crítica.
Son 23 las cartas martianas incluidas en este tomo 25 de la Edición Crítica, entre las que más de la mitad fueron dirigidas a Manuel Mercado, cinco a Fermín Valdés-Domínguez y una al argentino Domingo Faustino Sarmiento, uno de los escritores hispanoamericanos más conocidos entonces, quien admiró los valores literarios de la escritura del Maestro.
Finalmente, también se incorpora como apéndice un contrato firmado por Martí para una empresa editorial que imprimiría libros para nuestra región, proyecto acerca del cual habló repetidas veces con entusiasmo a Mercado.
Como en todos los tomos anteriores de esta Edición Crítica de las Obras Completas martianas, este tomo 25 incorporan los útiles índices de nombres, geográfico, de materias y cronológico, mas las notas finales, en que con se informa con amplitud acerca de personas y de asuntos estrechamente relacionados con Martí.
Esta nueva entrega de la colección de la obra martiana contribuirá seguramente a un mejor conocimiento de la formidable labor creadora de su autor, tanto de la profundidad de sus ideas como de su excelencia literaria
El investigador Rodolfo Sarracino Magriñat, junto a un grupo de colaboradores cubanos y extranjeros, tuvo a su cargo la realización del tomo, mientras que en la edición trabajaron Aida Matilde Martín Fernández, Niurka Alfonso Baños y Laura Álvarez Cruz, todos bajo la dirección general de este autor.
Deje un comentario