La embajada de México en Cuba entregó hoy la distinción al Mérito Cultural a la primera bailarina cubana Viengsay Valdés, al coreógrafo Alberto Méndez y al director de cultura del municipio Habana Vieja, Reinaldo Méndez.
La actual subdirectora artística del Ballet Nacional de Cuba (BNC) ha brillado con su danza en los cinco continentes y ha sido artista invitada de numerosas galas, compañías y festivales en múltiples países, según reconoció un funcionario de la sede diplomática durante una gala acontecida en la plaza de la Catedral de La Habana.
El viceministro de Cultura Fernando Rojas y el embajador de Rusia en Cuba, Andrei Guskov, asistieron a la ceremonia protagonizada por la Academia de Canto Mariana de Gonitch, el grupo Okantomí y el BNC.
Bajo la dirección del maestro Hugo Oslé, la academia de canto interpretó temas populares en la isla como La victoria, La paloma, Te doy una canción, Habanera tú, La bella cubana y escenas de Cecilia Valdés, la zarzuela más internacional de Cuba, una de las piezas magistrales de Gonzalo Roig.
La joven Dayris Álvarez fue una vibrante Cecilia en esa obra de culto en el país, inspirada en una novela romántica y costumbrista de la autoría de Cirilo Villaverde con un argumento ilustrativo de La Habana colonial en el siglo XIX.
A La Habana se le dedicaron diferentes canciones pues la capital de Cuba acaba de cumplir 500 años de fundada.
La primera bailarina, actriz y cantante del Conjunto Folklórico Nacional, Zenaida Armenteros, se unió a la compañía Okantomí para interpretar la habanera En el claro de la Luna, compuesta por el cantautor Silvio Rodríguez.
Durante la cita, también se le entregó a Valdés la distinción Gitana Tropical, que concede anualmente la Dirección Provincial de Cultura de la capital del país a quienes contribuyen con el desarrollo de la cultura cubana.
Quisiera expresarle mi mayor agradecimiento a quienes aprecian el arte y a todas las organizaciones involucradas en un acto tan lindo, para mí es un grandísimo honor recibir este premio y sobre todo dedicárselo a todas aquellas cubanas también heroínas de la danza que hoy tenemos en Cuba, afirmó la bailarina emocionada.
Para cerrar la gala con broche de oro los jóvenes artistas Katherine Ochoa y Roque Salvador, del BNC, bailaron la obra Muñecos, pieza del coreógrafo Alberto Méndez con la cual ganó el Premio de Coreografía en el II Concurso Internacional de Ballet de Tokio, en 1978.
Una vez más, la magia de los muñecos que cobran vida a la luz de la luna conquistó el corazón de los espectadores que incluso de pie, porque las sillas en la plaza no alcanzaron, se detuvieron a apreciar una pieza que ya deviene un clásico de la danza cubana.
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