En el Malecón es la exposición personal que ocupa por esto días la galería de la Biblioteca Pública Rubén Martínez en la Plaza de Armas del Centro Histórico de la Habana Vieja.

Fue inaugurada en la tarde del 24 de noviembre, con el atractivo de un performance entre estudiantes de la escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso y el propio artista, Nelson Villalobos (Cienfuegos, 1956).

Esta es la segunda muestra personal, después de un vacío insondable de 30 años, con la que el pintor, dibujante, escultor y serígrafo vuelve al escenario de las artes plásticas de la Isla. La anterior, La vivencia oblicua, abierta en el Centro Hispanoamericano el pasado año devino en acontecimiento social y cultural.

Conformada por un gran lienzo —que es como la presentación del océano iconográfico en el que nos sumergiremos— y treinta y cinco piezas en cartulina de pequeño formato, agrupadas en 4 subseries identificables por la orientación de los cuadros, la estructura circular o rectangular que estructura las composiciones, los símbolos recurrentes o el colorido.

Son dibujos coloreados, donde las escenas, localizadas al lado del mar o del muro del Malecón, aluden a ese balcón citadino —límite y horizonte—, al que nos acercamos para romancear, celebrar, o resignificar nuestro origen acuático y natural. Insularidad cíclica y transitoria, expresada en nuestros actos y por el cuerpo mismo, contrastado y abrazado al entorno subjetivizado que nos completa.   

Imágenes seductoras y seducidas por el tiempo y la poesía de Villalobos, quien la presenta como otra de sus “deliberadas formas de concebir y combinar este reino tremendo que es la pintura, el color”. Un malecón para cada sujeto que lo recorre pues como confiesa el artista el espacio lo engendra y en “cada rincón un modo de pintar y un proceder de comportamiento”.

Un collage de confluencias culturales —afrocubana, egipcia, latinoamericanas— y de códigos formales de grandes artistas como Picasso, Matisse y Picabia. Mixtura armoniosa de figuraciones minimalistas con abstracciones geométricas. Es lo que se ha llamado: villalobismo, es decir una carencia de estilo que es a la vez eclecticismo de estilos, un pintor de pintores.

Nelson Villalobos Ferrer, que se define como "cubano-vigués", se graduó en el año 1978 en la especialidad de escultura en la Escuela Nacional de Arte y estudió licenciatura en la especialidad de Pintura y Dibujo en el Instituto Superior de Arte de la misma ciudad, graduándose en 1984. Artista perteneciente a la generación de los 80, creó el grupo RUPTURA compuesto por sus cuatro eterónimos: Nelson, Villa, Ferrer y Lobo y un manifiesto del mismo nombre, con el que defendía el arte por el arte, alejado de épocas y tendencias, un arte plural. Desde 1991 reside en Zaragoza, España, aunque   temporalmente lo está haciendo en La Habana, en la casa de su hijo, Pablo Villalobo, el curador y diseñador de esta muestra y de su catálogo.

Publicado: 1 de enero de 2018.