Nació en Camagüey, a las dos de la madrugada, el 10 de julio de 1902. Llegaba con un canto de luna y un palpitar de amanecer. Le nacía a nuestra Isla su Poeta Nacional, en un siglo preñado de desbocadas alucinaciones, de duras luchas, de frustrados sueños.  Muere el padre y no le  quedaba más remedio que trabajar y estudiar,  una manera de crecer en aquella sociedad junto a  estos  versos cargados de profunda intimidad:

Quizás no sepa padre, que cuando tú partiste,

yo empezaba a ser triste,

y estaba frente al vasto pizarrón de las cosas….

Familia mestiza, en una Sociedad  mulata, esencia del cubano, que desde muy pequeño se sembró en sus venas. Allí en ellas,  crecía su Patria hermosa, llena de música y color, dibujada  en estrofas, con la savia fecunda que el poeta desde muy niño, le  arrancaba al sol.   

Desde aquellos tiempos,  su vocación poética se iba definiendo y siempre la Habana, con aquella atracción que lo embargaba. Necesitaba a la capital para la realización de sus sueños. Llegó en una primera visita,  a la ciudad amada en 1920, regresó a su provincia y volvió el mismo año y   aquí en las aulas de derecho.

Abandonó la Universidad, volvió a su Camagüey y decidió posteriormente radicarse en la Habana definitivamente.

Había conocido,  a Rubén Martínez Villena,  que como diría Ángel  Augier,  era la figura más gallarda, de su generacioón literaria.

Inportante para Nicolás,  fueron los  encuentros poéticos en el Café Martí, junto al Teatro del mismo nombre. Allí entabló relaciones con muchos creadores, compartió con ellos, vislumbró el futuro, y definió su camino con la fuerza imperecedera de su literatura.

Su poemario Motivos del Son,  de 1930,  un verdadero evento cultural de todos los tiempos. La poesía negra cobra vida. Guillén,  como diría Ángel Augier, su biógrafo,  vislumbra en el son, sus posibilidades como molde rítmico de una poesía cubana diferente. Tan distinta y original en su hallazgo y contenido:

 

 Mira si tú me conose,

que ya no tengo que hablá

cuando pongo un ojo así,

e que no hay ná,

pero si lo pongo así , tampoco hay ná.

 

Despuén en el 1931,  Sóngoro Cosongo, esos versos mulatos como el mismo dice, o de color cubano, porque el espíritu  de nuestro pueblo es mestizo.

 

Y ahora que Europa se desnuda

para tostar su carne al sol

y buscar en Harkem y en la Habana

yazz y son

lucirse  negro mientra aplaude el bulevar

y frente a la envidia de los blancos

hablar en negro de verdad.

 

Esas preocupaciones iniciales del poeta se acrecentaron.

Fue con su obra West Indies Lid en 1934,  cuando demuestra entrega total defensa de su cubanía  y en  la misma,  su Balada a los Dos Abuelos :

 

Sombras que solo yo veo

me escoltan mis dos abuelos.

 

Don Federico me grita

y Taita Facundo calla,

los dos en la noche sueñan

y andan y andan.

Yo los junto.

 

Avanza con la creatividad que lo caracteriza. Son muchas sus  preocupaciones sociales, en Cantos para soldados y sones para turistas (1937), El son entero (1947) y La paloma de vuelo popular (1958) pusieron de relieve su compromiso con Cuba y Nuestra América,  con su raza y con todos los desheredados del mundo y  su poema La Muralla, allá sobre el horizonte, mientras en España. Poema en cuatro angustias y una esperanza (1937) acusó el golpe fascista de la Guerra Civil española y el asesinato de Federico García Lorca.

 

Sobre la tierra mullida

caracoles que se mueven

y el rojo viento de julio

entre las ruinas meciéndose-

 

¡Federico!

¿Dónde el gitano se muere?

¿Dónde sus ojos se enfrían?

¡Dónde estará que no viene!.

 

 

 

Nunca abandonó el tema del amor y de la muerte. Siempre recuerdo su Elegía a Jesús Menéndez, como un himno a la inmortalidad a ese  gran  luchador cubano.

La vida se le presentaba entera. Imparable y original  creador, poeta, periodista y polìtico  que participaba en innumerables publicaciones  cubanas y en muchas de otras partes del mundo. Criticó lo mal hecho, combatió el racismo,  formó parte de la vanguardia cultural de la Patria en todos sus tiempos. Participó en cuanta Organizaciòn se preparaba contra los regímenes de la República mediatizada,  En 1953, su condición de comunista  lo  obliga a estar lejos de la Patria,  pero siempre escribiendo. Jamás dejó de participar como cubano digno e inmensamente defensor de las causas justas que animaban a su pueblo,  sobre todo contra el Imperio opresor.

La Sátira, en su pluma, diáfana rebelión de un cubano de su tiempo.

 

PERRO YANQUI

Yanqui de olfato canino,

cachorro de tu embajada,

que ya suelto, ya en manada

ladras en nuestro camino;

no conseguirás ladino

llenarnos de sombra el día,

y ante la inútil porfía,

de aquí marcharás al cabo,

sin diente, collar, ni rabo,

ni chapa de policía. 

 

Un primero de enero del 59,   lo hizo regresar a la Patria.  Un 26 de julio de fiesta espera al poeta.  Siempre fiel se  integra al Partido y fue el Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Con Tengo (1964) manifestó su júbilo frente al triunfo revolucionario  y Poemas de amor (1964), El gran zoo (1967), La rueda dentada (1972), El diario que a diario (1972) y Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1977) incrementan la obra de Nicolás Guillén, que hoy, en estos aniversarios,  una vez más  recordamos.

Como Martí,  Guillén,   escribió para los niños. Sapito y sapón son patrimonio del mundo infantil.

 Una vida llena de potencialidades que jamás podremos olvidar.

Prosa de Prisa, reúne sus trabajos periodísticos

Su obra ha sido muy editada,  traducida, musicalizada. Merecidos Reconocimientos lo acompañaron siempre.

Conoció de otras latitudes, escribió cuanto quiso, participó en importantes eventos junto a la intelectualidad cubana y de otros países.

En 1967,  Nicolás Guillén,  fue invitado a Costa de Marfil,  en África,  para participar en el Congreso Internacional del Pen Club. Fue el año terrible en que nos enteramos que nuestro guerrillero heroico, había sido asesinado en Bolivia.  Guillén,  se estremece con la noticia y ofrece ese inmenso poema  al Che, que aún vibra en los corazones del Mundo y que así comienza:

 

No porque hayas caído

tu voz es menos alta.

Un caballo de fuego

sostiene tu escultura guerrillera,

entre el viento y las nubes de la Sierra.

No por callado eres silencio

y no porque te  quemen

porque te disimulen bajo tierra,

porque te escondan,

en cementerios, bosques, páramos,

van a impedir que te encontremos.

Che Comandante,

Amigo.

 

Murió nuestro poeta Nacional también  en julio,  pero un día  17,   de 1989.