En Venecia misa para Landrián

“La película es una misa espiritual, una misa necesaria que reivindica el sufrimiento y muchas cosas que el cine actual está viviendo”, afirmó el director de cine Ernesto Daranas sobre el documental Landrián, obra seleccionada que representará a Cuba entre 2000 materiales de diferentes países, y solo 5 documentales finalistas presentados a la edición 80 del Festival de Venecia 2023, uno de los más antiguos, clase A, del orbe.

El material realiza una aproximación a la importante obra documentalística y existencia del preterido cineasta cubano Nicolás Guillén Landrián, de inobjetable legado estético al cine cubano e invaluable registro idiosincrático. Con esto la cultura cubana y el ICAIC saldan una deuda con el creador, cuya cinematografía, de altos quilates vanguardistas, constituye valioso botín patrimonial.

Ernesto Darana, el realizador

“Landrián fue una figura mítica que durante muchas décadas fue desconocido, sus obras sufrieron, lo verán en el documental, todas esas tragedias del rescate y conservación del patrimonio audiovisual del país y, también, de la propia personalidad creadora del realizador…eran muchas las personas que sentíamos la necesidad de rescatar sus documentales”, así subrayó Roberto Smith, vicepresidente del ICAIC.      

De esa necesidad nació este documental que, surge casi por azar, porque lo primero que se quiso y logró, fue la salvaguarda y recuperación de 10 de sus filmes. En ese proceso estuvo involucrado Ernesto Daranas, cuyo primer encuentro con Landrián fue en un cine de barrio y Ociel del Toa, uno de los documentales más significativos del extinto cineasta. En plena pandemia, 2019, comenzaría el proceso de restauración,  con  financiamiento del ICAIC, el Fondo de Fomento, y otros productores foráneos, cristalizó el proyecto.

Roberto Smith, vicepresidente del ICAIC

 “Lo que más me llamó del cine de Landrián es algo de lo cual no se ha hablado tanto: su capacidad para reflejar la espiritualidad de la nación… la identidad como pueblo, la cual trata con sumo cuidado; la duda sobre las cosas cotidianas en medio de la efervescencia revolucionaria, se detiene a hacerse preguntas; el problema de la racialidad y la riqueza estética desde la creación, todo eso tratado con respeto nos revela a un hombre con una mirada muy específica”, aseguró Daranas sobre el realizador.

El hilo conductor y montaje se alimentan de testimonios de la viuda de Landrián, Gretel Alfonso y del fotógrafo de 5 de sus filmes, Livio Delgado.

Lamentablemente, hay varias obras de las  que no se han encontrado las copias, a pesar del arduo trabajo del personal del Archivo Fílmico de la Cinemateca de Cuba. Entre estos documentales se encuentran De la Habana 69, el documental preferido de Landrián; Nosotros en el Cuyaguateje, Retorno a Baracoa y Asamblea general. Gracias a Manuel Zayas y el espacio Telecine, se cuenta con parte de la producción restaurada hasta ahora.

Luciano Castillo, director Cinemateca de Cuba

Varios estudiosos del cine mundial han manifestado  al ICAIC y a la Cinemateca de Cuba, interés en hacer retrospectivas de esos audiovisuales, según comentó Luciano Castillo, director de la cinemateca.

Llenos de orgullo, este material nos dignificará en Venecia, cuarta ocasión en que una película cubana llega a tan preciado lugar. Antes estuvieron presentes el filme La primera carga al machete, dirigida Manuel Octavio Gómez, premio especial Luis Buñuel en 1969; Un señor muy viejo con unas alas enormes, en 1985, premiada también; Guantanamera, de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío y, en 2019, estaría con la copia restaurada de La muerte de un burócrata, también de Tomás Gutiérrez Alea.