Nuestro país está lleno de excelentes músicos, excelentes cantantes que aún no han sido descubiertos y formar parte de los 16 escogidos ya es un mérito más que suficiente. De tantas personas que se presentaron, que mandaron sus videos en plena pandemia y quedar entre los finalistas ya para mí es un premio. La música siempre fue mi fuerte, llamó mi atención y quería explotar este don que la vida me ha dado,  porque bueno no estudié en ninguna escuela, no soy graduada, soy empírica y no me arrepiento de las decisiones que he tomado sobre encaminar mi vida hacia la música, realmente me ha traído mucha satisfacción

María Elena Lazo, Alberto Reina, Nancy Estefanía son personas que no puedo dejar de nombrar en cuanto a agradecimientos sobre mi vida artística se trata, sobre todo María Elena que me ayudó mucho en mi tránsito por el concurso Sonando en Cuba. Tengo que agradecerle muchísimo a mi madre que siempre ha estado acompañándome en cada momento, mi fiel admiradora que con su apoyo, su constancia y su ejemplo no me ha dejado claudicar en esta tarea que tenemos todos los artistas de seguir creciéndonos día a día.

Siempre digo que mi meta fundamental es llegar a los corazones de todas las personas que me escuchan, mi objetivo no es ser famosa, no es ser reconocida por todos, pero sí que los que me conozcan se llevan dentro de ellos esa parte sentimental que intento trasmitir.