El libro Ensayos en clave de sol, del narrador, ensayista y profesor de arte, Francisco López Sacha,(Manzanillo, Granma, Cuba 1950),  fue presentado por Ediciones Unión en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, como parte el programa de actividades de la Feria de la Cultura Cubana Arte en la Rampa.

Joaquín Borges Triana, agradeció a Alfredo Prieto, editor de Ensayos… la invitación a presentarlo, “rara vez me invitan a presentar un libro, entre otras cosas porque soy periodista y ya se sabe la mala fama que tenemos dado el pésimo trabajo que nos obligan a realizar y porque no estamos valorados en el mundo intelectual (…) me siento feliz además porque es un libro de López Sacha, alguien a quien yo he respetado mucho (…) y poque para mí la lectura del mismo fue un auténtico placer”, declaró.

Comentó que desde el propio título que remite a la clave de sol, --la más utilizada en la música—“ya Sacha nos va dando una idea de por dónde van los tiros aquí” y seguidamente explicó la estructura del libro dividido en un prefacio del autor—firmado en Infanta y Manglar el 21 de octubre del 2012-- y cinco ensayos: “Las voces narrativas en La Edad de Oro”; “La mirada sensible de José Martí”; “Narrativa cubana y música popular: Alejo Carpentier y el viaje a la semilla”; De Motivos de son a Concierto barroco: la integración del negro en la cultura americana”, y “ Cercanías, distancias, extrañezas: una valoración de Cuentos soñados”, este último relativo a la obra de Cintio Vitier.

“Este es un libro pequeño, --comentó el presentador—con cinco piezas independientes pero que en conjunto se articulan perfectamente a través de la música como hilo conductor. Aunque de esto se habla muy poco en el contexto cubano yo creo que la relación entre narrativa y música es muy profunda y de larga data; esa carencia tiene que ver con el perjuicio que existe en el mundo intelectual acerca de la música, yo creo que este es un libro más que para los músicos, para los literatos para que se den cuenta cómo la música cala e interactúa con el hecho musical”.

Señaló que Sacha en el Prefacio declara que no es musicólogo sino«un simple melómano»; “yo creo que ahí está justamente el mérito del libro; erróneamente en Cuba se cree que para escribir de música hay que ser musicólogo: eso es falso, desde la década de los 80 han proliferado en el mundo los estudios de la música popular desde todas las perspectivas de las Ciencias Sociales a través de los discursos críticos y de todos los recursos que ofrece la literatura comparada”,   afirmó.

Al referirse a los dos primeros textos del libro, ambos asociados a la obra martiana, destacó como el autor aborda temas como el timbre, el tono la armonía, el ritmo, términos musicales de los que se auxilia para lograr la comprensión, esencialmente de La Edad de Oro.

Acerca de los otros tres ensayos a los que calificó de tremendamente valiosos, explicó Borges Triana que la aproximación se produce de otro modo, y analizó de manera particular los que tratan la obra de Alejo Carpentier y de Nicolás Guillén, cuyas referencias bibliográficas remiten a Ambrosio Fornet, Leonardo Acosta y Antonio Benítez Rojo; en cuanto a este intelectual cubano   apuntó que conél “la cultura nacional tiene una profunda deuda que no se ha saldado”.

“Este es un libro para mí, de sumo interés, de mucha importancia y al que yo solo le señalaría que me habría gustado que hubiese sido un poco más amplio porque me supo a poco, me lo leí de una sentada(…), me hubiera encantado que López Sacha hubiese escrito un ensayo sobre la relación que se da entre el rock y la literatura entre los más jóvenes”.

Para terminar Borges Triana decidió citar a Sacha en el Prefacio con una idea que confesó, le resultó impactante: “«Creo que cuando un texto nos seduce es porque ha conseguido, sin que sepamos cómo, el encanto y el secreto de la melodía»; justo eso fue lo que me pasó a mí cuando terminé el libro”.

Luego de los aplausos  a Borges Triana, que sonaron bien fuertes en el Salón de Mayo, Alfredo Prieto  quiso enfatizar algunos aspectos esenciales  de Ensayos en clave de sol: “ es un libro escrito por un hombre de cultura” y añadió,“por una persona que conoce perfectamente la escritura (…) su prosa es ajena a todas las modas, es casi natural, denotativa, suave, que se puede leer lo mismo por un especialista que por una persona que no lo sea, y yo creo que esto es una virtud de este libro ”.

Lo primero que hizo Francisco López Sacha, en su turno,fue agradecer a Borges Triana, y siendo como es, un extraordinario presentador de libros y de toda publicación, confesó: “realmente a mí no me gusta presentar mis libros”, y además que se sentía apenado como siempre que presentaba un libro propio.

Luego se refirió al texto “Narrativa cubana y música popular: Alejo Carpentier y el viaje a la semilla”; “solo la mente de Carpentier podía concebir la estructura de un cuento bajo el principio del desarrollo temporal hacia adelante y hacia atrás, y al mismo tiempo viajando hacia atrás”, dijo.

Explicó entonces que intentó con su libro encontrar la raíz musical en Martí,en Carpentier, en Guillén, “a quien veo como un narrador, no como un poeta; Guillén «mete» el son en la estructura poética pero como un cuentista”; dijo además que los textos de éste tienen el sonido de la música cubana, que toman la estructura del son y se la injertan a la prosa en idioma español  y que tuvo el propósito de presentar a Guillén como narrador,“que llegó primero que Carpentier a esa comprensión”.

En cuanto a la producción literaria de éste entre 1944 y 1964 consideró “es obra maestray todo tiene estructura musical; asimismo recordó la importancia del libro Alejo Carpentier: Un camino de medio siglo, de Leonardo Padura Fuentes, que próximamente será reeditado por Ediciones Cubanas de Artex “ que es un libro extraordinario; para mí el mejor libro que se ha escrito en este país sobre Alejo Carpentier”, aseveró.

Narró luego que él descubrió que Cintio Vitier había sido músico y que éste le confesó que estudió violín y su aspiración había sido tocar dicho instrumento en una Charanga, “la vida no lo dejó, «metió» entonces la estructura del violín de Charanga en el cuento”.

Observó entonces que había trabajado con escritores cuyas obsesiones musicales se traducen en metáforas e imágenes literarias. En Martí también pues quiso ser actor, cantante de ópera, pintor y músico,“y yo creo que todo eso lo fue en la prosa y en la poesía. La Edad de Oro es un compendio maravilloso de técnicas narrativas, de metáforas novedosas, está cambiando la estructura del idioma para la poesía y la prosa. Este libro fueun laboratorio para José Martí fue el único tiempo en que se pudo dedicar a pensar la poesía y la prosa, desde la música sobre todo desde la rapsodia, que era el género musical preferido de Martí.

Para finalizar, López Sacha realizó un anuncio bien recibido:  “Mi amor al rock, vendrá ahora sí En prisioneros del Rock and roll, «donde yo sí me desplayo» y que debe salir quizás a fin de años por una coedición entre Ediciones Cubanas y Ediciones ICAIC y en la que sí expongo mis puntos de vista sobre música”