El Premio UNEAC de Literatura 2014, convocado por la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, fue entregado a los triunfadores  en  los géneros Testimonio, Dramaturgia y Poesía, en la sala Martínez Villena de esa institución, con la presencia del Premio Nacional de Literatura César López, fundador de este certamen.

Jurados integrados por prestigiosos y destacados escritores de cada uno de estos géneros, trabajó intensamente en la evaluación de un total de 64 obras, 7 de ellas pertenecientes al género testimonio, 18 a dramaturgia y 39 a poesía.

El tribunal del género Testimonio estuvo presidido por  Alfredo Prieto, el cual estuvo acompañado de Danerys Fernández Fonseca y de Miguel Terry Valdespino, quienes acordaron unánimemente conferir el premio al libro Los 12: sorpresas de la memoria, de la autora Esther Suárez Durán, (La Habana, 1955),  por considerar que “…ilumina con sostenibilidad literaria una faceta poco explorada sobre el teatro cubano en la Revolución, en específico el Grupo de los 12 y la labor de Vicente Revuelta como intelectual, director y promotor cultural”.

Consideró que el trabajo de Suárez Durán, socióloga, investigadora, profesora, dramaturga, narradora, ensayista, crítica teatral y guionista de radio y TV, merecía el Premio Pablo de la Torriente Brau, porque arroja “conocimiento nuevo sobre los procesos ideoculturales de los años 60 y reivindica el papel transgresor y vanguardista de un conjunto teatral en medio de la convulsa situación político-cultural mundial y local, con la oportunidad de revisitar los muros de incomprensión e intolerancia con los que chocaron quienes pretendían realizar otra revolución dentro de las tablas cubanas”.

Por su parte el jurado de Dramaturgia, constituido por Fernando Quiñones, Frank Padrón y Ulises Rodríguez Febles, también por unanimidad, entregó el Premio José Antonio Ramos a Mecánica, del teatrólogo, ensayista, narrador, poeta y guionista cinematográfico, Abel González Melo (La Habana, 1980), por  “…constituir una metáfora de Cuba desde un sutil e inteligente juego intelectual con la pieza Casa de Muñecas, del más importante dramaturgo noruego Henrik Ibsen. La revisitación a un clásico del siglo XIX es auténtica y visceral  para construir un universo temático inédito en la dramaturgia cubana. Un portazo eficaz y simbólico”.

El poeta Waldo Leyva Portal, presidió el jurado del Premio Julián del Casal, del género poesía, conformado por los también vates, Basilia Papastamatíu y  Ricardo Riverón, todos los cuales decidieron mencionar por su notable calidad a los poemarios Telones de acero de Ileana Álvarez González (Ciego de Ávila, 1966), Una manada, de Rito Ramón Aroche (La Habana, 1961), Los hemisferios contrarios, de Carlos Alberto Esquivel Guerra (Las Tunas, 1968) y Los días contados, de Pedro Antonio López Cerviño (Santiago de Cuba, 1955).

Unánimemente acordaron conceder el lauro a El humano ejercicio de las conversaciones, del poeta, escritor para niños y editor  Nelson Simón (Pinar del Río, 1965),  por “…tratarse de un conjunto poético de singular belleza y hondo contenido humano a la vez, capaz de descubrirnos con penetrante sensibilidad y un depurado lenguaje, aspectos esenciales pero generalmente ocultos del ser y de la realidad”.  

Waldo Leyva, declaró además que el  trabajo del jurado resultó particularmente arduo y difícil dada la participación de numerosos libros poseedores de destacados valores; “en realidad hay cerca de quince que podrían haber sido publicados; para nosotros fue una alegría encontrarnos con tanta poesía buena, bien escrita, de tema tan diverso, en un concurso como éste”.

Alex Pausides, poeta y editor, presidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, señaló al finalizar la premiación, que el  certamen en esta edición había cumplido con las expectativas; “cuando  el jurado comenzaba a  trabajar le pedimos expresamente que era nuestra aspiración que las obras   elegidas fueran realmente obras relevantes para hacerle honor a este premio, -el más  antiguo de nuestro país-, que fundado en los años 60 ha dado grandes nombres y grandes obras a la historia de nuestras letras; al escuchar el nombre de los premiados creo que esa premisa se ha cumplido”.

Más adelante anunció que para el año próximo, de conjunto con el Instituto Cubano del Libro y con la propia UNEAC, se realizará una gira promocional por todo el país de los libros que han resultado ganadores del Premio  en esta edición. ”Igualmente hemos solicitado al ICL que estos volúmenes sean incluidos  en las ferias internacionales del libro en los que nuestro país participa”.

Pausides presentó a continuación las convocatorias para el 2015 del Premio UNEAC de Literatura, del Premio David y de la Beca Literaria Cintio Vitier para estudios literarios y para obras de ficción.