La Casa Editorial Tablas-Alarcos presentó el título Epopeya, de Abel González Melo,en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, sede de la Feria de la Cultura Cubana, Arte en la Rampa.
Omar Valiño, director de esa casa editorial, dio la bienvenida a los participantes y explicó que la presentación estaba en manos de Ernesto Fundora, quien ha prologado y cuidado la edición de este título, Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera 2014, que es el número 50 de la colección “Aire frío”, de Ediciones Alarcos, y se dedica al 40 cumpleaños del Instituto Superior de Arte y al 30 de la Asociación Hermanos Saíz.
Fundora inició su intervención reafirmando que la obra de González Melo es una de las más sostenidas, particulares y prolíficas del panorama teatral cubano contemporáneo; en especial de Epopeya resaltó que es la quinta obra de su autor que se estudia y se enseña en la academia estadounidense y que Melo ocupa el lugar 65 entre los dramaturgos cubanos que se han inspirado en modelos clásicos de la antigüedad grecolatina.
“A partir de ese mapa de dolor que es la Hécuba de Eurípides, quien la representa en el año 424 A.C., Abel eligió su propio texto”, dijo Fundora y añadió que este pretexto le sirve para indagar en las repercusiones contemporáneas de lo que puede suceder cuando colisionan los desmanes de quienes detentan el poder y de los que ejecutan y sirven a dicho poder.
“Porque Epopeya empieza cuando termina la batalla, desde la roca ala que ha sido confinada Hécuba mira el mundo; todo ha sido arrasado (…) ve morir su ciudad, ve morir su país y ve morir a casi todos sus hijos”, explicó.
Resaltó la eficacia del título y el oficio con la cual el dramaturgo se apoderó de los recursos de la tradición épica, eminentemente performativa y los hace reflexionar en una maquinaria puramente teatral: igualmente subrayó la utilización de los símiles homéricos y el rango épico; “Epopeya recupera la dimensión de Poema Nacional que alcanzaban las epopeyas clásicas y permitía ser leída teatralmente en términos de la historia reciente de una isla y la idea futura de un país”, enfatizó.
Más adelante aseguró que además su estatura épica, la obra recupera y vindica muchas de las ganancias del archivo trágico cubano: “en el texto están la irreverencia de las heroínas que revelara Virgilio Piñera consu Electra Garrigó; la tragicidad de la vida contemporánea que documentara muy bien Carlos Felipe en su Réquiem por Yarini”, y mencionó en este sentido obras de Antón Arrufat, José Corrales, Raquel Carrió, Abelardo Estorino, entre otros relevantes dramaturgos.
Seguidamente definió: “ Epopeya es una épica sobre el dolor de la reconciliación, sobre la esperanza del reencuentro y la violencia que supone todo acto de perdonar; sobre la intolerancia hacia el que regresa y la culpación por el derrotado, porque dolor y daños son en este texto culpas y castigos compartidos”.
Para cerrar su intervención Fundora apuntó que Epopeya es también “una hermosa metáfora de esa otra Isla, de esa otra madre que es la Isla y que se agota hacia adentro por no poder gritar desde su altura su angustia y decir adiós. Es una Isla que se va haciendo nuestra por la dolorosa actualidad que nos descubre, por el horizonte que dibuja en el que resulta muy difícil no reconocerse, por el peso mismo de las heridas que toca”.
González Melo, por su parte agradeció emocionado las palabras de Fundora y confesó sentirse muy feliz por la presencia de tantas personas queridas que colmaban la sala; narró cómo llegó a Hécuba; “ me empecé a enamorar de la Hécuba de Eurípides, la estructura misma, la materia de la palabra me brindaba una libertad de la que yo me había olvidado en el teatro; llevaba muchos años escribiendo con corsés que me han sido efectivos, en todas las dimensiones, que me he autoimpuesto a nivel de estructura, de estilo”.
“Epopeya es una utopía insular con muchas capas dentro, con una libertad que sentí mucho cuando la estaba escribiendo; me gustó mucho liberarme de moldes y de otras cosas y lanzarme a la barbarie de la escritura, una escritura mucho menos atada, más liberada pero con las normas de la progresión dramática y con todo el mundo de Eurípides arriba”.
Terminó sus palabras el dramaturgo deseando que Epopeya pueda estrenarse en Cuba y que pueda dialogar a la manera teatral: inquietante, polémica, “ ojalá ese sueño se haga realidad”
El reconocido autor uruguayo Sergio Blanco, quien presidió el jurado del Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera 2014 ha señalado queEpopeya, es una de las obras “más arriesgadas que he leído: arriesgada con su lugar, su tiempo, sus personajes. Y por eso es profundamente revolucionaria”.
Abel González Melo (La Habana, 1980), dramaturgo, narrador, poeta, asesor, crítico, editor, director teatral y docente de la Universidad Carlos III, de Madrid, posee una relevante trayectoria como dramaturgo. Sus textos han sido publicados, traducidos y representados en una decena de países. Es el autor de Chamaco, Talco, Mecánica y Sistema, entre otras obras, varias de ellas publicadas por Ediciones Alarcos.
Ha podido ver estrenadas la casi totalidad de sus obras en Cuba y en el exterior, ha logrado un estilo y discurso eminentemente propios;Epopeya, escrita en 2014, fue estrenada el 22 de enero pasado en Chicago y fue un total éxito de crítica y público.
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