El doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, presentó en el más reciente Sábado del Libro la segunda edición del volumen Caminos para el azúcar, de los doctores en Ciencias Históricas Oscar Zanetti Lecuona y Alejandro García Álvarez, publicada por Ediciones Boloña.

Esta presentación fue realizada en vísperas del 19 de noviembre, aniversario 180 de la inauguración del primer tramo del ferrocarril cubano, que fue Habana-Bejucal, y contó con la participación de los autores, de la editora Marieta Suárez Recio, y de Mario Cremata, director de Ediciones Boloña.

Eusebio Leal dio inicio a su intervención refiriéndose a los autores: «Me alegra mucho estar junto a dos maestros queridos, lo fueron míos también, porque estudié viejo y aprendí mucho en esos tiempos, de la sobriedad, del sentido común y de la precisión de sus enseñanzas».

En cuanto al libro destacó que narra la construcción de la línea férrea y la historia del ferrocarril, «que es la historia del séptimo ferrocarril en el mundo, que se instala en Cuba en esta primera línea de dieciséis millas que va partiendo del terreno donde más tarde se construye el Capitolio Nacional y que era la estación llamada de Villanueva».

En otro momento de la presentación Leal declaró:

En definitiva, la desgracia mayor ha sido, con la pérdida del batey —por las circunstancias que conocemos— la pérdida de una de las más importantes tradiciones culturales y científicas de Cuba, porque el ingenio tenía además el archivo, la documentación, el concepto que permite afirmar categóricamente que no podía ser otro el escenario para los grandes debates de la independencia de Cuba y de las luchas de las clases trabajadoras.

Para luego subrayar que el ingenio fue el escenario de las rebeldías, de la proclamación de la independencia, del nacimiento de las agrupaciones políticas, el escenario de la batalla de Jesús Menéndez.

Consideró que esta investigación constituye un sabio análisis del debate interno de la economía cubana, que mantiene firmemente como idea central el discurso de la cubanía que va surgiendo en medio de ese debate.

«Este es el libro indispensable», dijo y resaltó que los profesores se enfrentaron a la tarea de estudiar el azúcar y sus consecuencias, y el ferrocarril como lo que fue, el gran promotor de ese gran e impetuoso desarrollo.

«Agradezco a ellos que me hayan permitido presentar en el día de hoy— luego de echarle una nueva lectura— este libro que hace treinta años leímos con pasión y orgullo».

Comentó a continuación el Historiador, que la oficina que lidera ha traído a la capital cuarenta y dos locomotoras que han sido restauradas, al igual que la Estación de Trenes de La Habana en la que se colocará esta colección. Afirmó que esta acción ha provocado un resurgir del interés en las provincias por conservar el patrimonio industrial del país.

Seguidamente el profesor Alejandro García Álvarez se refirió al origen de esta investigación realizada entre los años 1974 y 1977 por el Departamento de Historia de Cuba de la Universidad de La Habana, en la que intervinieron veinticinco estudiantes de Licenciatura en Historia, con sus trabajos de diploma liderados por los autores quienes formularon y planearon el proyecto; completaron, analizaron, elaboraron la información obtenida en la investigación y redactaron el libro.

Opinó que el mayor valor del texto es su decisivo aporte al conocimiento de la historia del ferrocarril cubano —el primero de América Latina—, ya que en el año 1987, cuando vio la luz por primera vez, la información al respecto era muy limitada.

Caminos para el azúcar aborda, explicó, una gran diversidad de problemas específicos de la historia nacional como el comportamiento de la industria azucarera; la inversión extranjera, el comercio, el desarrollo de la tecnología, entre otros y los estudia en el período de casi un siglo.

Oscar Zanetti por su parte, apuntó que en esta entrega se ha mantenido esencialmente el contenido de la primera edición con alguna mínima actualización y correcciones, y que los cambios fundamentales están en el formato a partir de los recursos tecnológicos actuales para el diseño y la impresión «lo que ha permitido hacer un libro mucho más atractivo, más agradable para su lectura», aseguró.

Publicado: 20 de noviembre de 2017.