“Por poco me muero”, me dijo minutos después de concluida nuestra conversación en el estudio-galería de Nelson Domínguez en el centro histórico de La Habana.
“No podía respirar y si me indignaba era peor”, se ríe mientras recuerda la enfermedad que hace unos meses lo llevó hasta un salón quirúrgico.
Ever Fonseca (1938) accede al diálogo como el lienzo da paso al color. Este hombre, Premio Nacional de Artes Plásticas 2012, cuyas exposiciones se han visto en cerca de 25 países, se ha vuelto sabio con los años.
“Nacer de algo es hermoso, aunque hay personas que no le gusten tener hijos. También es bello ver el devenir y desarrollo de la cultura y no siempre le damos importancia. Por ejemplo, cuando un niño empieza a pintar creemos que eso lo hace cualquiera, y no es así.
“Por suerte hay gente con una sensibilidad profunda y tienen sentido de las cosas, mucho más espiritual, más amplio, más humano. Desde joven estuve lleno de ilusiones y uno no sabe que el costo de las cosas buenas es la vida.
“El artista es un gran comunicador y cuando se puede comunicar se está haciendo el bien”, nos dice con calma el primer pintor cubano invitado a realizar una exposición personal en el Museo Nacional de Bellas Artes.
¿Puede un artista en esta etapa alcanzar mejor calidad en sus obras?
La calidad en el arte no es como en la ciencia, donde la eficacia es primordial. En el arte sobresale lo que trasmite, lo espiritual, lo que va más allá de la apariencia. Cualquier cosa que tengas al frente es tan importante como una conversación. En la pintura uno no está de acuerdo con todo, pero cuando lo que dicen los demás se atiende es porque hay comunicación, así pasa con el pintor y su espectador.
Usted habla con pasión de los años juveniles. ¿Es que la capacidad creativa mermó o se encuentra en otra fase?
No. El sentido creador nace con las personas, lo que no todos tienen es el mismo ánimo de responsabilizarse y de entregarse. Hay quienes se bifurcan por muchos lugares. No sólo añoro la etapa juvenil, es que este disfraz de viejo me lo han puesto en contra de mi voluntad (se ríe), pero yo soy el mismo.
Lo que tengo es más información, conozco más el lenguaje, puedo expresarme más, tengo más habilidades, la experiencia del trabajo.
¿Y con ese “disfraz” continúa trabajando, proyectándose, ideando…?
Sí, como no, pero soy más diestro ahora. Me siento plenamente creador.
Ahora bien, ¿cómo ve la música Ever Fonseca? ¿acaso como una fuga, escape?
Para mí la música no es una escapatoria, es una de las formas de manifestarse que forma parte de todo.
El ritmo de la música es el mismo de la pintura. Pero no me considero músico, sino que la música y las artes plásticas es la misma cosa, una con el color y la otra con el sonido.
Claro, en las artes plásticas tengo más experiencia, a ella le he dedicado muchos años de mi vida. Sin embargo, las primeras cosas que yo hice en artes plásticas se pueden equiparar con las primeras cosas que he hecho con las letras de mis canciones.
La música necesita una disciplina, una entrega mayor que no he desarrollado.
¿Con qué género o estilo musical se identifica?
Son los mismos estilos de nuestro entorno, de lo que nos llega de muy lejos o muy cerca.
Me dijo que ya se prepara una producción discográfica con temas suyos…
El productor es David Álvarez y se está grabando en los estudios de Pablo Milanés. Entre los intérpretes se encuentran Beatriz Márquez, Liuba María Hevia, Pedrito Calvo, y otros que todavía no se han concretado.
Estoy muy contento porque no pensé que personas tan importantes podían cantar mis letras y eso me ayuda a vivir.
Deje un comentario